Valiente, lúcida y sincera, Joumana Haddad aborda en El tercer sexo su obra más ambiciosa: un ensayo en el que apuesta por deconstruir la sociedad actual, asentada en valores y medidas artificiales como el dinero, la raza o el género, para reconstruirla a partir de aquello que es inherente al ser humano y que nos hace auténticos: nuestra humanidad. «Es sólo nuestra humanidad, es decir, nuestro ‘núcleo’ lo que hace que la comparación (e incluso la discriminación, me atrevería a decir) entre nosotros sea aceptable, en lugar de adoptar nuestras ‘cortezas’ como base para la evaluación. Con mucho gusto aceptaría vivir en un mundo en donde dijéramos: ‘Esta persona es más humana que esa persona’, pero no en uno en donde decimos: ‘Esta persona es más blanca que esa persona’».
Nueva presentación del súperventas sobre economía del arte contemporáneo. Un clásico moderno.
Un banquero multimillonario invierte 12 millones de dólares por el cadáver de un tiburón descomponiéndose dentro de una tinaja.
Un lienzo lleno de gotas de colores se vende por 140 millones de dólares.
Una chaqueta de cuero abandonada en una esquina se subasta por la suma de 690.000 dólares.
Si el negocio del arte moderno es serio, ¿por qué parece una broma?
En este recorrido ameno y fascinante por las casas de subastas, las galerías y el mundo de los coleccionistas, Don Thompson desvela los secretos económicos y las estrategias de marketing que impulsan al mercado a producir los precios astronómicos a los que se cotizan las obras de artistas como Basquiat, Koons, Tàpies o Jasper Johns.
Thompson nos acerca a la psicología y los intereses que mueven el mercado artístico para recordarnos que en el arte contemporáneo, como en tantos otros campos, la línea que separa la cultura y el negocio es difusa pero clara.
En este elogio de la revuelta, Donatella Di Cesare aborda diversos aspectos políticos y filosóficos, ofrece una interpretación política de la máscara, del ocultar el rostro para mostrarse un sujeto, y el desafío que supone para el Estado y la economía desencarnada. La prestigiosa filósofa revela en El tiempo de la revuelta las enormes asimetrías sociales, pone al descubierto la disparidad de fuerzas que configuran los límites de la polis, denuncia la vigilancia planetaria y se pregunta por los fenómenos «afuera» del Estado, por la revolución perdida y por la resistencia.
Para ayudarnos a comprender nuestros dilemas contemporáneos más urgentes, William Shakespeare no tiene igual.
Mientras Isabel I, cada vez más envejecida y obstinada, se aferraba al poder con uñas y dientes, un brillante dramaturgo exploraba las causas sociales, las raíces psicológicas y los retorcidos efectos de la tiranía. Al analizar la psique (y las psicosis) de personajes de la catadura de Ricardo III, Macbeth, Lear, Coriolano y de las sociedades sobre las que gobernaban, Stephen Greenblatt desvela las formas en las que Shakespeare ahonda en el ansia de poder absoluto y las catastróficas consecuencias que su ejercicio conlleva.
Instituciones de fuerte arraigo parecen frágiles, la política y sus representantes sucumben al caos, la miseria económica alimenta la cólera populista, la población acepta que le mientan, el rencor partidista se impone, la indecencia más desvergonzada impera: aspectos como estos de una sociedad en crisis fascinaban a Shakespeare y están presentes en algunas de sus obras más memorables. Con asombrosa perspicacia, supo mostrar la psicología infantil y los apetitos insaciablemente narcisistas de los demagogos —así como el cinismo y el oportunismo de los diversos cómplices y parásitos que los rodeaban—, e imaginó la manera de frenarlos. Por eso y por otras muchas razones, la obra de Shakespeare, como pone magistralmente de manifiesto Stephen Greenblatt en este libro, sigue teniendo una importancia esencial hoy en día.
¿Qué ha de entenderse por totalitarismo? En esta obra rigurosa y amena, el autor hace una síntesis de los principales argumentos de esta cuestión, para deslindar y acotar a continuación el concepto centrando su análisis principalmente en la Alemania nazi y la Unión Soviética estalinista como paradigmas.
Si es evidente que el trabajo ya no es lo que fue, ¿cómo lo pensamos en pleno siglo XXI? ¿Podemos hacerlo sin caer en los lugares comunes de la tecnociencia, el teletrabajo o la inteligencia artificial? Este breve y poderoso libro demuestra que, para quebrar esas lógicas mercantilistas, es fundamental encarar una discusión política y filosófica alrededor de una pregunta inquietante:
¿cómo y por qué trabajar hoy?
Alain Supiot hace en estas páginas un llamado a dejar de pensar el trabajo como una actividad por la que se recibe un salario para poner en el centro de la cuestión a las personas y asegurarles una protección que no solo prevea la situación de desempleo, sino la formación permanente, las tareas de cuidado y el trabajo comunitario. Y lo hace sin postular el retorno a un mundo de pleno empleo que, a esta altura, se ha vuelto una utopía, sino en diálogo con el trabajo precarizado e informal que hoy nos es tan familiar.