La gran ilusión recoge los diarios del negociador jefe de la UE ofreciendo un relato paso a paso de cuatro años de disputas. Michel Barnier a menudo estaba desconcertado y con la misma frecuencia sorprendido por las ocurrencias de sus homólogos británicos y el caos de la política del Reino Unido durante los más de cuatro años que negoció el acuerdo de retirada del Brexit en nombre de la UE.
Ante nuestros ojos, más o menos abiertos, se está desplegando una batalla geopolítica a nivel planetario que pronto dará lugar a un nuevo paradigma energético. Ya hay un número cada vez mayor de vehículos eléctricos en nuestras carreteras, de ordenadores portátiles que funcionan todo el día con una sola carga y de paneles solares que nos ofrecen electricidad desde nuestros tejados, y todo ello depende de un único objeto: las baterías de litio. Aunque aún sea incipiente, esta revolución se está produciendo a una velocidad vertiginosa, con el potencial de redirigir todas las industrias clave de nuestra sociedad y la realidad cotidiana de nuestras existencias. Pero ¿hacia dónde? Tal como demuestra este libro, el negocio del litio está lleno de claroscuros: así, nos encontramos con el yerno de Pinochet manejando entre bambalinas una de las mayores empresas productoras de este material, y descubrimos que el reciente golpe de Estado contra Evo Morales ha sido renombrado el «golpe del litio» (lo adivinaste: Bolivia ostenta la mayor reserva mundial de este mineral). Por otro lado, incontables informes y activistas medioambientales están demostrando cómo las minas de litio contaminan gravemente los acuíferos y hasta qué punto se ha generalizado la falsificación de los informes de emisiones que hacen las grandes marcas de automóviles en relación con sus vehículos eléctricos. Desde los lagos salados de la meseta tibetana (bajo la despótica ocupación china), hasta los salares de Latinoamérica (el tradicional patio trasero de Estados Unidos); a lo largo de los pasadizos de las minas del Congo y de los oscuros pasillos de los contratistas japoneses, coreanos y norteamericanos hasta el despacho del presidente Xi Jinping, este libro se infiltra en la lucha de las gran- des superpotencias por asegurarse los suministros estratégicos con los que controlar el mundo que viene, advirtiéndonos a un tiempo del impacto medioambiental de esta revolución y de los límites objetivos de la electrificación y del reciclaje.
Si hay un conflicto que está definiendo ahora mismo la geopolítica mundial es la guerra de los chips. Todas las tecnologías actuales, de los misiles a los microondas, de los smartphones a los coches, funcionan con semiconductores. La economía mundial, el equilibrio de poderes, la supremacía militar y el desarrollo industrial dependen de su producción constante. Hasta hace poco, Estados Unidos era el principal productor de semiconductores, lo que le permitía mantener su liderazgo como primera superpotencia mundial. Sin embargo, su posición dominante se ve cada vez más amenazada por competidores de Taiwán, Corea, Europa y, sobre todo, China, que inyecta anualmente miles de millones en un programa de fabricación de procesadores con el fin de alcanzar a su competidor estadounidense. No solo está en juego la prosperidad económica de Estados Unidos, sino también su superioridad militar.
Esta guerra se librará desde Ucrania hasta Taiwán, desde el fondo del mar hasta el espacio exterior, en las minas de litio y en el ciberespacio. Será larga y enfrentará no solo a dos bloques, sino a una familia occidental, más bien liberal, contra una autoritaria familia euroasiática. Será una lucha por la influencia a escala global, marcada por las crisis y los conflictos regionales. ¿Estamos, como en la década de 1910, en vísperas del gran choque de imperios? ¿O, como en la de 1930, ante el surgimiento de un totalitarismo agresivo? ¿O, como en los años cincuenta, al comienzo de una nueva forma de Guerra Fría? ¿Qué pasaría si Occidente no estuviera en tan mala posición para ganar esta nueva guerra? ¿Y si sus debilidades fueran menos importantes que las de sus oponentes?
¿Cuándo y cómo se optó por la adopción de la vía insurreccional en el Viejo Continente sobre la base de los modelos extraeuropeos? ¿Por qué razón gozaron sus protagonistas de tanta presencia mediática y cierto arraigo social? En coincidencia con el proceso de desestalinización implementado en la Unión Soviética a partir del XX Congreso del PCUS y los levantamientos de Praga y Budapest, la izquierda occidental desarrolló una serie de visiones del marxismo alternativas a la tradicionalmente procedente del bloque oriental. Los intelectuales de izquierda trataron de reinterpretar el marxismo adaptándolo a la realidad política del momento, en el que la pujanza de los procesos revolucionarios anticoloniales de Asia y África, así como la prolífica experiencia de la guerrilla latinoamericana, abrieron un vasto campo para la experimentación de las diversas variantes tácticas e ideológicas dentro del campo del marxismo que hasta entonces parecían constreñidas exclusivamente al sovietismo. El modelo revolucionario insurreccional no tardó en aplicarse en Europa en forma de guerrilla urbana, iniciándose así una eclosión de organizaciones que a imitación de la insurgencia asiática, africana o latinoamericana trataron de desestabilizar al sistema capitalista mediante el uso de la violencia armada. Se dio inició así a una de las grandes etapas del terrorismo europeo, que principalmente entre los últimos años 50 y finales de los 80 acaparó portadas diariamente, llegando a poner en serios aprietos a distintos gobiernos occidentales. Esta obra trata de comprender la génesis y el desarrollo del terrorismo europeo de izquierda de la segunda mitad del siglo XX bajo una doble vertiente. Primero, entendiéndolo como resultado de un movimiento intelectual de adecuación de las lógicas y estrategias antiimperialistas. Segundo, desde una perspectiva exclusivamente política, poniendo el énfasis en la evolución de los procesos internos de cada una de las organizaciones terroristas estudiadas. Consciente de su misión de aportar una visión panorámica del fenómeno del terrorismo de izquierda europeo de la segunda mitad del siglo XX, el libro trata de no caer en tecnicismos y excesos informativos que hagan decaer el interés, haciéndolo una lectura dinámica y apta para cualquier tipo de lector. Por ella desfilan los nombres de las grandes organizaciones terroristas como la Fracción del Ejército Rojo (RAF), las Brigadas Rojas (BR), el Ejército Republicano Irlandés (IRA) o Euskadi Ta Askatasuna (ETA), aunque sin olvidar a otras que por duración o intensidad podrían catalogarse de menor entidad pero sin duda de mucho peso como los Grupos Revolucionarios Primero de Octubre (GRAPO) o el Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC).
Es posible estudiar cómo el pensamiento político-jurídico del quinientos y seiscientos entiende el problema de la guerra columbrándolo en función de dos épocas: Renacimiento-Reforma, y Barroco. Durante la primera encontramos dinastismo medieval (Seyssel), republicanismo (Castrillo), realismo político (Maquiavelo), idealismo humanista-cristiano (Erasmo, Moro, Valdés, Vives), guerra justa (Vitoria), prudencia estoica (Lipsio), resistencia (calvinismo), pacifismo (Simons).
En el Barroco, el paradigma vigente es la libertad, acotada y restringida por (a) la ley natural; (b) un ius subjetivo que dota al hombre del derecho inalienable a la defensa propia; (c) una nueva filosofía de la naturaleza, causa eficiente en lugar de causa final, separación de las cualidades primarias y secundarias, una naturaleza independiente de Dios (Grotius) y caótica origen del ius naturale.