Desde hace algunas décadas, las solicitudes de cambio de sexo entre niños y adolescentes se han disparado de forma alarmante, tanto en Estados Unidos como en Europa. El peso de la cultura LGBTQI ha dado una mayor visibilidad a la «disforia de género», que traduce una sensación de inadecuación entre el sexo de nacimiento y el que se «siente».
Bajo la premisa progresista de que librarse de las diferencias anatómicas y genéticas entre los sexos es algo emancipador, el transgenerismo pretende abolir el «binarismo» de género y legitimar la sensación de haber nacido en el «cuerpo equivocado».
Se le hace creer así al niño que puede estar experimentando problemas de identidad sexual en su etapa de inmadurez, que puede «autodeterminarse» y elegir su sexo en función de sus vivencias. Varios países están avanzando hacia una legislación en la que basta con querer cambiar de sexo para poder hacerlo, sin el consentimiento de los padres ni el consejo médico, y basándose únicamente en los sentimientos, que se erigen como la verdad.
La construcción de la sociedad comunista, donde se da a cada cual según sus necesidades, permanece siempre como objetivo fundamental, independientemente de las condiciones, los cambios y los procesos que determinan las relaciones de fuerza existentes". En este libro, Antonio Negri toma la intervención de Lenin en el pensamiento obrero ante la primera gran crisis capitalista en torno a la denominada guerra imperialista para explicar la mutación de la composición de clase que componía la fuerza de trabajo. Negri defiende la capacidad del leninismo para adaptarse a diferentes configuraciones de la clase trabajadora en Rusia, China, América Latina y otros lugares. Con esta reflexión de las tesis leninistas, Negri trata de renovar la lectura marxista un siglo después con los escritos de Lenin
La explosión populista no sólo recorre los movimientos populistas de más estricta actualidad, sino que busca sus raíces en corrientes del pasado, tanto estadounidenses como europeas. Con ello, demuestra el gran talento que tienen éstos para abordar y sobredimensionar problemas que, aunque pueden tener una parte veraz como las imperfecciones del siste democrático o la desigualdad económica, convierten en un discurso demagógico que con frecuencia resulta muy efectivo electoralmente. Y permite vislumbrar por qué el populismo nos acompañará durante mucho tiempo.
Los procesos racionales que nos llevan a convencernos de fenómenos irracionales, al descubierto, de mano de uno de los mejores gurús en psicología cognitiva.
La desconfianza, la incredulidad o la sospecha son reacciones racionales que, combinadas con diferentes factores como el estrés, el nivel socioeconómico o la personalidad, pueden llevarnos a creer en las más disparatadas teorías y a vivir en un mundo paralelo. Dan Ariely, a partir de una experiencia personal, desentraña e ilumina los engranajes que pueden llevar a cualquier persona a rechazar la confianza en la ciencia o sus conciudadanos y sumirse en la soledad y el miedo de las conspiraciones y las convicciones infundadas. No hay esfera de nuestra vida que no esté contaminada por los altavoces de la desinformación así que entender cómo funcionan y cómo consiguen calar es fundamental para vivir el mundo que habitamos.
Pensábamos que conectar el mundo traería una paz duradera. Pero, más bien, nos está separando. En las tres décadas desde el fin de la Guerra Fría, los líderes mundiales han estado integrando la economía, el transporte y las comunicaciones del mundo, derribando fronteras con la esperanza de hacer imposible la guerra. Pero han creado, sin pretenderlo, un formidable arsenal de armas para conflictos de nueva generación.
Crece el conflicto entre individuos en las redes sociales, en Europa del Este, y entre Estados Unidos y China; se extiende la guerra cibernética y la amenaza de grandes flujos migratorios; hay incapacidad para cooperar en el cambio climático o en el modo de afrontar una pandemia; no hay un consenso que permita distinguir entre guerra y paz, y que establezca sanciones aprobadas por todos.
Como líder autorizado en relaciones internacionales, Mark Leonard ha estado en muchas de las salas donde se decide nuestro futuro, desde la sede de Facebook y los laboratorios de reconocimiento facial en China hasta los palacios presidenciales y los centros militares más remotos. Al tratar de comprender cómo la globalización ha roto su promesa de hacer nuestro mundo más seguro y próspero, Leonard explora cómo alcanzar un futuro más esperanzador en una era sin paz.
La tecnología está transformando el mundo que nos rodea y a nosotros mismos: la Era Digital es la nueva era de la historia de la humanidad. ¿Cuáles son sus herramientas? ¿Cuáles son sus lenguajes? ¿Quién es el nuevo ser humano de la Era Digital? ¿Qué relación existe entre tecnología y calidad de vida y entre la cultura pop actual, los jóvenes y la familia? Paolo Benanti, experto en inteligencia artificial y ética de las tecnologías, nos regala un apasionante viaje a través de la realidad virtual, la comunicación veraz y fiable y las fake news, la robótica, el transhumanismo y el nuevo concepto de ser humano. Un verdadero viaje al corazón del hombre contemporáneo, tratando de comprender cómo busca hoy la verdad, cuál es su actitud ante la finitud y radicalidad de la existencia humana. Un libro idóneo para todos aquellos que sientan la necesidad de encontrar las coordenadas del tiempo en que viven para captar los cambios que se están produciendo e imaginar hacia dónde vamos.
Desde el comienzo del milenio, cuando Vladimir Putin tomó el poder en Rusia, diferentes líderes autoritarios han llegado a dominar la política mundial. Autodenominados hombres fuertes han llegado al poder en Moscú, Beijing, Delhi, Brasilia, Budapest, Ankara, Riyadh y Washington.
¿Cómo y por qué llegó este nuevo estilo de liderazgo de hombre fuerte? ¿Qué posibilidades hay de que conduzca a una guerra o al colapso económico? ¿Y qué fuerzas existen no solo para mantener a raya a estos hombres fuertes, sino también para revertir la tendencia?
Estos líderes fomentan el culto a la personalidad. Son nacionalistas y conservadores sociales, con poca tolerancia a las minorías, la disidencia o los intereses extranjeros. En casa afirman defender a la gente común contra las élites globalistas; en el extranjero, se presentan como las encarnaciones de sus naciones. Y no solo están operando en sistemas políticos autoritarios, sino que han comenzado a surgir en el corazón de la democracia liberal.
La era del progreso, a todos los efectos, ha terminado. Frente a la crisis climática, la raza humana necesita repensar todo.
La comunidad empresarial, el gobierno, el mundo académico y el público en general han comenzado a hablar de «resiliencia» a raíz de la pandemia del COVID y el cambio climático, pero nadie puede asegurar todas las maneras en que esta transformación fundamental afectará a nuestras vidas. Lo que podemos afirmar es que la era del progreso, dominada por el dogma de la eficiencia, ha de dar paso a la era de la resiliencia, en la que la adaptabilidad sea la nueva máxima.
Por fortuna, una generación más joven ha comenzado a extender el impulso empático más allá de nuestra propia especie para incluir a nuestros semejantes, todos los cuales son parte de nuestra familia evolutiva. Ahora es posible que nuestro largo viaje finalmente nos lleve de regreso a casa.
De entre los diferentes fantasmas que acechan el Estado de Derecho y las democracias, la fragmentación política se erige como uno de los más significativos en nuestro actual panorama. Es muy normal escuchar con asiduidad en los medios de comunicación sobre la deriva fragmentada que ha tomado la esfera política de nuestro país y de otros países vecinos. Políticos, juristas, académicos, expertos debaten sobre cuáles han sido los condicionantes que nos han llevado hasta aquí y cuáles son las consecuencias de esta situación. Todo ello se encuadra dentro de la trayectoria que desarrollan los partidos políticos como eje central de nuestra organización constitucional. Ya desde finales del siglo XIX, el protagonismo de los partidos fue palpable y éste no ha dejado de aumentar a lo largo de las décadas y de los siglos. Ni siquiera la irrupción del 15-M y la aparición de las «nuevas» formaciones políticas acabó con el sistema de partidos heredado del Estado social de Derecho. La influencia de éstos irradia no sólo el itinerario de las instituciones del Estado sino también el día a día de la ciudadanía. Por eso, es indispensable conocer cómo funcionan y cómo actúan estas asociaciones para poder entender la fragmentación política. De ahí que esta obra se dedique, en primer lugar, a profundizar en cómo todas estas cuestiones afectan al poder judicial, a la Unión Europea o a las minorías parlamentarias, en definitiva, al propio concepto de Estado de Derecho y al concepto de democracia. Todo ello para adentrarse después en el análisis de la ley de partidos políticos que se aprobó en España en el año 2002, hace más de veinte años, y que introdujo importantes novedades en nuestro país.