La pandemia ha acelerado una nueva tipología de políticos, de instituciones y de gobiernos. De esta forma, todas las estrategias mecánicas y vacías utilizadas para posicionar la imagen de un candidato empiezan a ser rechazadas por la opinión pública, mientras surge un nuevo estilo de imagen política basado en los ejes de la pasión, la compasión y la fascinación. Esta autenticidad que practican los líderes más impactantes y aclamados actualmente es una manifestación potente de la firmeza y la compasión.
En este libro, Imelda Rodríguez Escanciano, referente en Comunicación estratégica e Imagen pública, nos muestra el recorrido que va desde la autenticidad al poder, a través de personajes históricos y actuales, de instituciones, ideas y autores, a partir de los cuales despliega un modelo sobre la autenticidad. Su pionero Método de Imagen Política revela los cimientos de la autoridad útil y del carisma anhelado por los ciudadanos.
Con conceptos novedosos como la «misericordia activa» o el «liderazgo femenino abierto», protagonizado por figuras de la talla de Angela Merkel, Jacinda Ardern o el tándem formado por Joe Biden y Kamala Harris, la autora analiza la imagen de los dirigentes más trascendentales del mundo, deteniéndose también en los puntos ciegos de distintos políticos, en el análisis del fenómeno de Isabel Díaz Ayuso o en las claves de las tácticas empleadas por conocidos asesores.
Moisés Naím expone en este libro la contundente tesis de que los traficantes están cambiando el mundo. El autor, director de la influyente revista Foreign Policy y uno de los analistas más prestigiosos del mundo, desvela por qué ningún gobierno ha podido contener el crecimiento de este comercio ilícito, llevando al lector a mundos inexplorados que muestran gráficamente las fuerzas tecnológicas, económicas, sociales, culturales y políticas que dan forma a este siglo XXI.
Thomas Piketty y Michael J. Sandel abordan aquí temas que abarcan la economía, la filosofía y la historia, y valoran cuánto hemos avanzado en la lucha por lograr una mayor igualdad entre las personas de todo el mundo. Al mismo tiempo, afrontan las profundas divisiones que aún persisten a causa de la desigual riqueza, el mal uso del poder y el deseo de estatus y muestran tanto sus acuerdos como sus discrepancias.
Este diálogo nos permite vislumbrar nuevas posibilidades para el cambio y la justicia sociales, pero también es un recordatorio de que el lento progreso hacia una mayor igualdad para todos nunca llega sin un profundo conflicto social y la lucha política.
El concepto de ideología forma parte de nuestro vocabulario política habitual. Sin embargo, no por ello deja de ser un concepto sujeto a constante polémica y debate sobre su verdadero significado y utilidad. El profesor Michael Freeden, a quien no escapa el descrédito que la noción de ideología ha sufrido en el siglo XX, ofrece en este libro un pormenorizado análisis del origen, historia e interpretaciones del concepto en el mundo contemporáneo. Por añadidura, Freeden polemiza con quienes consideran superado el tiempo de las ideologías y brinda al lector una defensa de la ideología como forma de pensamiento indisociable de la política occidental.
Fue un sociólogo de origen húngaro. Estudió en las Universidades de Budapest, Berlín, París y Friburgo. Entre 1920 y 1933 fue profesor en Alemania, fundamentalmente en la Universidad de Fráncfort, pero tras la llegada del nazismo decidió salir de Alemania y desde 1934 hasta la fecha de su muerte desarrolló su labor docente en Inglaterra. Muy influenciado por el pensamiento de Karl Marx, y contemporáneo de Georg Lukács, fue uno de los sociólogos considerados por Raymond Aron en su ensayo "Sociología alemana contemporánea" (1935). Es una personalidad de gran relevancia en el debate acerca de la sociología del conocimiento, muy candente en Alemania en los años 20. Mannheim otorgaba mayor valor a las creencias subjetivas que a los hechos comprobables.
En algún momento a mediados de la segunda década del siglo XXI, la política mundial cambió drásticamente. Desde entonces, ha estado guiada por demandas de carácter identitario. Las ideas de nación, religión, raza, género, etnia y clase han sustituido a una noción más amplia e inclusiva de quiénes somos: simples ciudadanos. Hemos construido muros en lugar de puentes. Y el resultado es un creciente sentimiento antiinmigratorio, además de agrias discusiones sobre víctimas y victimarios y el retorno de políticas abiertamente supremacistas y chovinistas.
En Estados Unidos, el declive de las instituciones ha facilitado el auge de una serie de aventureros políticos cuyo nacionalismo económico y tendencias autoritarias amenazan con desestabilizar el orden internacional. Pero también en Europa están surgiendo nacionalismos populistas que buscan una conexión directa y carismática con «el pueblo», que a menudo se defi ne con unos términos identitarios restringidos que dejan fuera a gran parte de la ciudadanía.
Francis Fukuyama, uno de los pensadores políticos más importantes de las últimas décadas, hace un alegato urgente y necesario en defensa de la recuperación de la política en su sentido más elevado y generoso. Un ensayo compacto y combativo sobre la importancia de conformar una idea de identidad que profundice en la democracia en lugar de destruirla.
Con las cámaras de los teléfonos convertidas en apéndices humanos generamos muchas más imágenes de las que podemos consumir, imágenes que nos someten y ante las que, a veces, no queda más que sublevarse. Imágenes que nos degluten y a las que de vez en cuando conviene deglutir. Imágenes que, bajo la alfombra inabarcable de las millones de reproducciones, casi siempre nos ocultan los imaginarios de esta era, que empezó con la nueva derecha poniendo a volar la cabeza sin cuerpo de Lenin sobre el cielo de Berlín y se alarga hasta un presente en el que la nueva izquierda ha echado a cabalgar el cuerpo sin cabeza de Franco en el suelo de Barcelona.
Un llamamiento a involucrarnos cívicamente para tomar las riendas de nuestro futuro
Los ciudadanos tendemos a culpar al Estado, al mercado o a cualquier otra entidad abstracta cuando estamos insatisfechos. Los actores económicos, ocupados únicamente en la maximización del beneficio propio, no tienen ninguna motivación racional para interrogarse por el bien común. Asimismo, los poderes públicos se desentienden de las consecuencias finales de sus acciones.
El jurista Rodrigo Tena sostiene que la huida de la responsabilidad es el fenómeno más importante en la vida pública actual, que ha contaminado a todos los agentes sociales y que tiene múltiples manifestaciones. Delegamos en el sistema nuestros compromisos individual y colectivo, y a su vez el sistema se rige por incentivos perversos que fomentan el comportamiento irresponsable.
El fenómeno del Calentamiento Global ha desatado en cascada una serie de medidas gubernamentales nacionales e internacionales, políticas, económicas y sociales que afectan y van a afectar a la vida cotidiana de la ciudadanía. Además se ha producido un fenómeno de sobreinformación en los medios amplificado por unos estilos de comunicación sensacionalistas e incoherentes. Por ese motivo, la ciudadanía se sigue manteniendo en la indiferencia, el conformismo, el negacionismo o el fatalismo hacia este tema de importancia global y fundamental para el futuro de la humanidad.
Algunos científicos expertos han cruzado la línea de su trabajo en la sombra y han sentido la necesidad de comprometerse y alzar la voz para luchar contra el negacionismo del Calentamiento Global..., sin demasiado éxito.