Las feministas han sido ridiculizadas y acosadas en todo el mundo y en todos los tiempos. En el siglo XVIII, unas acabaron decapitadas en la guillotina; en el siglo xix, otras, las sufragistas, terminaron en prisión. Hoy, en países como Irán y Arabia Saudí, se sigue encarcelando a activistas feministas. Se las retrata como mujeres amargadas, enfadadas y nada atractivas. Sin embargo, las nuevas generaciones levantan su bandera con orgullo.
La pandemia ha sumido a países como España en una profunda crisis que exige reconstruir las bases de nuestro modelo económico. Pero, al mismo tiempo, la alarma sanitaria ha permitido en un año avances tecnológicos que sin ella hubiéramos necesitado más de un lustro en conseguir.
Los autores de este libro, Iñaki Ortega y José María de la Torre, un tecnólogo y un economista, apuestan por la tecnología como la palanca de reconstrucción de los países a los que la COVID-19 ha situado en una recesión económica y social inédita.
Para ello, defienden las bondades y las potencialidades de la disrupción tecnológica y proponen una serie de herramientas para la recuperación. Emprendimiento, agilidad, innovación abierta, sostenibilidad, propósito, ética y mucha capacitación son algunas de las claves mencionadas.
La buena tecnología es un alegato a favor de los grandes avances que ha traído y puede seguir trayendo la innovación de la mano del talento de las personas y el impulso de aquellos territorios que sepan apalancarse en ella.
El afamado escritor, politólogo, y conferencista Agustín Laje presenta La batalla cultural: Reflexiones críticas para una Nueva Derecha – un manifiesto que informará, animará y facultará a los “guerrilleros culturales” para no bajar los brazos en la batalla que sigue perjudicando a nuestras familias y a la sociedad en general.
En el mundo contemporáneo, la sociedad y la cultura cambian a gran velocidad. La voluntad de dirigir esos cambios está en la base de las batallas culturales que hoy se viven en todas partes. Bien investigado y argumentado inteligentemente, este libro define el concepto de batalla cultural y muestra hasta qué punto la cultura ha llegado a ser el botín principal del poder, cómo se han desarrollado estas batallas desde los tiempos modernos hasta la actual posmodernidad y cómo enfrentarlas.
El marxismo ha venido tratando lo nacional como un“problema”o“cuestión”, sin desarrollar un concepto propio de nación. Contribuyónegativamente a ello la noción simplista de Stalin, descriptiva y cerrada. Imperóel interés puramente político y externo al hecho nacional. En el libro de Carlos Barros, partiendo de la intuición del judío bolchevique Ber Borojov sobre el uso del concepto“condiciones de producción”, profusamente utilizado por Marx y Engels, se investigan todos sus escritos, tanto teóricos-metodológicos como periodísticos o cartas, a fin de sacar a la luz la noción subyacente de nación, materialista y dialéctica, que informaba sus posicionamientos sobre los hechos nacionales de su tiempo, que les llevóa apoyar con entusiasmo al nacionalismo irlandés y polaco, al tiempo que la unificación alemana. Combinaron los fundadores con destreza lo material-objetivo (geográfico y económico) con lo ideal-subjetivo (histórico, político y cultural), con sus frecuentes y paradójicos cruces, partiendo de la división histórica de la humanidad en clases y naciones, devolviendo al primer plano explicativo las condiciones económicas, entrelazadas con las condiciones naturales e históricas, para aprehender la historicidad, la viabilidad y la durabilidad de las naciones.
En la Convención Nacional Demócrata de julio de 2004, Barack Obama alzó la voz con un discurso dirigido a todos los ciudadanos americanos, sin importar sus ideologías ni inclinaciones políticas. Una frase en particular de esa charla caló hondo en la audiencia: un recuerdo de que, pese a las adversidades y enfrentamientos sufridos en el pasado, algo nos ha empujado siempre a seguir hacia adelante, a no desfallecer. A esto Obama lo llamó «la audacia de la esperanza».
El presente libro es la llamada de Barack Obama para una nueva forma de hacer política. Una política para quienes les hastían los choques de trenes que presenciamos cada día entre opositores. Una política basada en su lugar en la fe, la inclusión y la nobleza de espíritu. Así, explora las fuerzas -desde el miedo a la derrota a la perpetua necesidad de ganar dinero- capaces de corromper a la persona mejor intencionada y los secretos de un equilibrio entre la vida pública y la personal.
Este libro es una indagación valiente y demoledora de la obsesión arquitectónica de presidentes, primeros ministros, alcaldes, dictadores, magnates y otros personajes poderosos y en el endiosamiento de los arquitectos que se han puesto a su servicio. El resultado es una mirada ácida, rebosante de anécdotas entre bambalinas, sobre la arquitectura convertida en representación del poder y arma propagandística, y una reflexión crítica y polémica sobre las relaciones -interesadas, turbias, tensas- entre los arquitectos y los poderosos a lo largo del convulso siglo XX, y sobre los excesos de la arquitectura moderna, representada por popes como Le Corbusier, Albert Speer, Philip Jonson, Norman Foster, Frank Gehry, Yung Ho Chang, Arata Isozaki, Reem Koolhaas, Daniel Libeskind.