En 2006 le dijeron que durante unas semanas iba a vivir bajo custodia, pero aquel día la vida de Roberto Saviano cambió para siempre. Esta es la historia de un superviviente que se niega a rendirse.
«Aquí se cuenta una resistencia llevada a cabo con la palabra como única artillería y dentro del perímetro del propio cuerpo, partiendo de la base de que con cualquier lucha se aprende una única regla. Es esta: no es cierto que de la batalla o vuelves vivo o no vuelves; en caso de que vuelvas, volverás herido. Lo que estáis a punto de leer es mi herida.»
Todavía estoy vivoes un libro único, una colaboración insólita entre dos grandísimos narradores. Se trata del relato íntimo y descarnado de los últimos quince años en la vida de Roberto Saviano, en los que se ha visto obligado a vivir en la clandestinidad, por estar amenazado de muerte por la Camorra. Sus palabras dialogan con el trazo ágil y simbólico de Asaf Hanuka; recuerdan los días de una libertad perdida, la del niño apasionado de las historietas y que disfrutaba jugando con su hermano, hasta transformarse en un presente claustrofóbico, el precio a pagar por haber alzado la voz y que lo obliga a la vivir siempre pegado a sus escoltas. Es la vida de un hombre herido, pero que sigue luchando.
Un manifiesto contra las narcotizantes rutinas que llevamos a cabo en la red como sinónimos de vida.
En las próximas décadas nos enfrentaremos a un mundo poscapitalista: una sociedad inmersa en el ininterrumpido consumo tecnológico; una tierra chamuscada, llena de plástico y pesticidas; una naturaleza devastada por el expolio de los recursos naturales.
En este ensayo tan pertinaz como demoledor, Jonathan Crary denuncia la manipulación a la que nos somete lo que él denomina el «complejo de internet», cuya presencia en todas las esferas de la vida hace que cualquier idea que contemple su marginación o ausencia resulte impensable. Pero, tal como argumenta Crary, la cultura y la economía tecnoconsumistas son intrínsecamente incompatibles con una tierra habitable y con la interdependencia necesaria para vivir de un modo más humano y menos alienante. Se trata de una obra que se alza en contra de la atomización social, característica de las redes y plataformas digitales, y reivindica la importancia de organizarnos colectivamente.
En los cuatro años transcurridos desde Manual de resistencia, Pedro Sánchez ha formado el primer Gobierno de coalición de la historia reciente de España, ha liderado el país durante una pandemia, una guerra en Ucrania y sus consecuencias económicas en toda Europa, y ha lidiado con otras muchas crisis, como la erupción de un volcán en La Palma.
Pese a todas las dificultades, en esta pasada legislatura se han sentado las bases de grandes transformaciones, con el medio ambiente, la lucha contra la desigualdad y la transición digital como ejes principales. Se trata de cambios que requieren maduración, coherencia en las políticas y constancia para consolidarse. En el futuro se abre un panorama complejo, con numerosas incertidumbres, en el que está en juego algo tan elemental como el avance o el retroceso de nuestro país.
Ante una derecha cada vez más escorada y más ruidosa, este libro —una crónica en primera persona que abarca hasta la noche electoral del 23 de julio de 2023— es una apelación, sin intermediarios, a la ciudadanía. Aborda la acción de Gobierno, pero también «lo que es posible lograr como nación en el futuro: pasar de la resistencia a esa tierra firme que España alcanzará cuando culminen todas las transformaciones ya en marcha».
Sobre el nacionalismo se escribe mucho: a favor, los que aspiran a tener un Estado propio; en contra, los que ya lo tienen. De nacionalismo habla este libro, pero en otro sentido, porque cuestiona toda forma de pertenencia, llámese esta Estado, Patria o Nación. El libro arranca con una mención de la torre de Babel. Aquella gente quiso construir una ciudad monolítica que fracasó porque no se pudo impedir que se hablara y pensara por su cuenta. Se insinúan ahí dos modelos de convivencia: el de la ciudad cerrada, apegada a la tierra, o el de la dispersión que siguió tras el fracasado experimento. La humanidad no aprendió la lección. Pensó, con Aristóteles, que solo es humano el que pertenece a una polis e inhumano el apátrida. «Tierra de Babel» desmonta ese equívoco originario siguiendo la pista de la minoría que sí supo leer lo ocurrido convirtiendo la diáspora en forma de existencia. En un momento como el actual donde el Estado da signos de agotamiento, porque hay emigración y porque hubo Auschwitz, la diáspora se presenta como la alternativa posnacional al nacionalismo.
UN INCISIVO ESTUDIO GEOPOLÍTICO SOBRE CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ Y HACIA DÓNDE VAMOS.
Guerras, cambio climático, rivalidad entre potencias, avances tecnológicos, el fin las monarquías y el de los imperios: ¿qué futuro nos espera?
Robert D. Kaplan presenta en su nuevo libro un argumento novedoso que conecta el panorama geopolítico actual con los fenómenos sociales contemporáneos, incluida la urbanización y los medios de noticias digitales, basándose en obras modernas fundamentales de filosofía, política y literatura, incluido el poema del que toma prestado el título.
Mientras que la obra de T. S. Eliot, publicada después de la Primera Guerra Mundial, trataba la ruptura y el colapso de la civilización, y las obras de Sartre y Camus, escritas tras la Segunda Guerra Mundial, abordaban la falta de sentido y la primacía de la neurosis, Kaplan sostiene que el mundo después de la Guerra Fría ha girado en torno a la obsesión por uno mismo.
En esta crónica ensayística, Kaplan hace predicciones audaces y contraintuitivas sobre hacia dónde se dirige el mundo. Al igual que muchos de sus títulos anteriores, este texto está predestinado a ser un documento histórico, citado y comentado con reverencia durante las próximas décadas.
La caracterización de la modernidad como un «tiempo líquido» es uno de los mayores aciertos de la sociología contemporánea. La expresión, acuñada por Zygmunt Bauman, describe con precisión el tránsito de una modernidad «sólida» –estable, repetitiva– a una «líquida» –cambiante, voluble– en la que las estructuras sociales ya no perduran el tiempo necesario para solidificarse y no sirven como marcos de referencia para la acción humana. Pero la incertidumbre en la que vivimos se debe también a otras transformaciones, entre las que, en el lúcido análisis de Bauman, se contarían la separación del poder y la política, el debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo, o la renuncia al pensamiento y a la planificación a largo plazo: el olvido se presenta como condición del éxito.
Un lúcido retrato de las incertidumbres del tiempo presente, escrito por el gran sociólogo de origen polaco.
La expresión «tiempos líquidos», acuñada por el gran sociólogo Zygmunt Bauman, da cuenta con precisión del tránsito de una modernidad «sólida» —estable, repetitiva— a una «líquida» —flexible, voluble—, en la que las estructuras sociales ya no perduran el tiempo necesario ni pueden servir como marcos de referencia para la acción humana. Pero la incertidumbre en que vivimos se debe también a la separación del poder y la política, el debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo o la renuncia al pensamiento y a la planificación a largo plazo. Este nuevo escenario implica la fragmentación de las vidas y exige de los individuos que estén dispuestos a cambiar de tácticas y abandonar compromisos y lealtades.
Una brillante investigación sobre los efectos políticos y psicológicos de nuestra cambiante relación con los medios sociales.
Los antiguos ejecutivos de la industria social nos dicen que el sistema es una máquina de adicción. Somos usuarios que esperamos histéricos nuestro próximo éxito, con sus likes, sus comentarios y su difusión compartida. Escribimos a la máquina como individuos, pero esta nos responde agregando nuestros deseos, fantasías y debilidades, y convirtiéndolo todo en datos. Nos transformamos, queramos o no, en una experiencia de mercancía.
En la obra de Paul Klee Die Zwitscher-Maschine (The Twittering Machine o La máquina de trinar, 1922), la canción del pájaro de una máquina diabólica actúa como un cebo para atraer a la humanidad a un pozo de condenación. De igual forma, las redes y la industrial social nos ofrecían la promesa de construir nuestra propia historia, pero ¿hasta qué punto elegimos la pesadilla en la que se ha convertido?
Muchas sociedades democráticas están experimentando una crisis de fe. Mientras los ciudadanos expresan públicamente una honda frustración con sus gobiernos, estos, por su parte, parecen estar más alineados con los intereses de las grandes empresas, de los grupos de presión más adinerados o los de los individuos con poder. ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Cómo arreglamos la democracia y hacemos que se escuchen nuestras voces? La respuesta, según Alberto Alemanno, es convertirnos en agentes de cambio: ciudadanos con capacidad de hacer lobby. Usando con inteligencia nuestras capacidades, talentos y destrezas, podremos conseguir movilizar a otros, logrando un cambio social y político. Seas quien seas, tienes poder, y este libro te mostrará cómo liberarlo.