Un murmullo creciente de soledad y angustia puede oírse, a veces, en las secciones de libros de autoayuda. Las historias que esos libros cuentan no están lejos de la ficción. Aunque no siempre, a menudo contienen falsas promesas, y hay una que se repite: aparecerán atajos para resolver determinados problemas, de pronto ya no será necesario pasar por la organización colectiva, necesaria y costosa en términosde fuerza, paciencia y medios. ¿Es posible no desoír ese murmullo, ese deseo, y responder con argumentos que no mientan?
Para su doctorado, la novelista Belén Gopegui se sumergió en la literatura de autoayuda y escribió la tesis que da lugar a las dos partes de este ensayo: por un lado, un pequeño estudio del género desde el punto de vista de la ficción; por otro, a modo de experimento, un manual sereno y perspicaz para el uso de la desesperación silenciosa leve.
¿Qué deseas saber sobre el ala oeste de la Casa blanca? Todas las crisis internacionales de la presidencia de Obama contadas desde dentro. Durante más de ocho años Ben Rhodes fue testigo de todo lo que sucedió en el Gobierno de Barack Obama, primero como redactor de discursos, después como asesor adjunto de Seguridad Nacional y finalmente como ayudante polifacético y estrecho colaborador. Sin embargo, Rhodes no fue el típico testigo presidencial y estas no son las típicas memorias sobre la Casa Blanca. Escrita con desbordante personalidad y un gran énfasis en el detalle, esta es una excepcional mirada a algunos de los momentos más conmovedores, tensos e importantes de la Administración Obama: la captura de Bin Laden, la respuesta a la Primavera Árabe, el acuerdo nuclear con Irán, las negociaciones secretas con el Gobierno cubano para normalizar las relaciones entre ambos países o la confrontación del resurgimiento del nacionalismo y el nativismo que culminaron con la elección de Donald Trump. En El mundo tal y como es, Rhodes nos comparte los momentos vividos en el ala oeste junto a un hombre que cambiaría la historia de Estados Unidos, pero sobre todo nos contagia el frenesí que supuso escribir con un simple bolígrafo palabras destinadas a transformar el mundo. En definitiva, una crónica de la educación política de un talentoso escritor que nunca perdió su idealismo y que registró de forma excepcional las fuerzas que han dado forma a la última década.
El futuro ecológico del planeta no tiene por qué ser tan negro como lo pintan: este libro lo demuestra con datos.
En la información que recibimos sobre el futuro del planeta prima lo apocalíptico. Desayunamos con titulares sensacionalistas y nos acostamos con noticias alarmantes sobre el calentamiento global, el cambio climático, la contaminación atmosférica, la pérdida de biodiversidad, la deforestación, la ganadería extensiva, la sobrepesca, los plásticos no biodegradables, la superpoblación…
Este libro, escrito por una científica que trabaja con datos, propone una visión radicalmente distinta y esperanzadora. Esta es una obra optimista, sí, pero no de un optimismo ingenuo, sino basado en el análisis de la información fiable de la que disponemos. Datos que nos dicen que hemos avanzado mucho más de lo que pudiera parecer por la senda correcta, y que tenemos mucho camino positivo por recorrer. No es el momento de tirar la toalla, sino de seguir luchando –con grandes y pequeños gestos, algunos de ellos al alcance de nuestra mano– por el futuro del planeta, por el nuestro y el de las próximas generaciones. En este libro valeroso, práctico y documentado, transformador, Hannah Ritchie nos explica cómo hacerlo: cómo sobreponernos al ruido para encontrar las respuestas correctas y los cambios necesarios.
Alexander Batthyány y Elisabeth Lukas conversan sobre los desafíos psicológicos y sociales de nuestros días, y responden a estas preguntas desde la perspectiva de la logoterapia de Viktor Frankl y los descubrimientos psicológicos actuales. ¿Cómo mantenerse mentalmente sano en las fases difíciles de la vida? ¿Cómo podemos abordar adecuadamente las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial? ¿Cómo proteger y mejorar la salud mental en tiempos de crisis, aportando además efectos positivos y sanadores para la sociedad?
Un libro que desmonta los mitos más arraigados.
¿Estaba prevista una epidemia como la del coronavirus? ¿La crisis económica y el cambio climático desplazaron las crisis sanitarias de la agenda política? ¿Hacer un voluntariado es la mejor forma de ayudar? ¿La violencia contra la mujer es más alta en los países nórdicos?
En tiempos de desinformación yfake news se ha vuelto más necesario que nunca entender el mundo que nos rodea no solo por mera curiosidad, sino por el impacto que tiene en nuestras vidas en multitud de aspectos, desde la política hasta la salud y la economía, pasando por cuestiones culturales, sociales o medioambientales. Y lo cierto es que algunas de las cosas que ya creemos saber sobre el mundo se basan en historias erróneas o falsas. En este libro, el equipo de El Orden Mundial se propone desarmar algunos de los mitos, estereotipos y confusiones más comunes que encontramos en nuestro día a día, como el de que las guerras actuales se dan por el petróleo o que la COVID-19 será el fin de la globalización.
Las empresas encargadas de la compraventa de materias primas mueven 17 billones de dólares al año. O lo que es lo mismo: un tercio de la economía global. Nos proporcionan el café que bebemos, los metales con los que se fabrican nuestros teléfonos y la gasolina de los coches que conducimos y, sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar quiénes son, así como de dónde proceden esas materias primas. Javier Blas y Jack Farchy sacan a la luz uno de los aspectos menos conocidos de la globalización: las actividades de las empresas que compran, acumulan y venden los recursos del planeta.
Esta es la historia de un pequeño grupo de empresarios que se convirtieron en los principales actores de la economía internacional. Bajo la mirada de los reguladores y las autoridades de Occidente, ayudaron a Saddam Hussein a vender su petróleo, financiaron a las fuerzas rebeldes libias durante la Primavera Árabe, y permitieron que Vladímir Putin sorteara estrictas sanciones económicas. Desconocidos, apolíticos y con contactos en todas las esferas se saltan embargos, leyes y conflictos con tal de mantener a la población de Occidente alimentada y las estanterías de sus comercios llenas.