"De los libros y herejes incinerados en las piras de la Inquisición a las autoinmolaciones en las concentraciones de protesta, de la quema masiva del calentamiento global al crisol de razas, de la imagen de las chispas revolucionarias prestas a encender los espíritus de los oprimidos hasta los atentados con coches de Oriente Medio, el fuego resulta ser la condición sine qua non de la política. Piropolítica en un mundo en llamas pretende crear un campo semántico-discursivo que atraiga hacia sí, como un imán, los casos en que incendios, llamas, chispas, inmolaciones, incineraciones y quemas han hecho su aparición en las teorías y prácticas políticas. Basándose en la teoría política clásica, la teología, la filosofía, la literatura y el cine, así como en un análisis de la actualidad, Michael Marder sostiene que la geopolítica, o política de la Tierra, siempre ha tenido un reverso inestable, a la vez sombrío y cegador: la piropolítica, o política del fuego.
¿Qué pasaría si un día, de repente, el planeta en el que vivimos nos pareciera tan siniestro como extraño, como si nos hubieran teletransportado a un planeta lejano? Ese aterrador futuro ya es nuestro presente. La hidrosfera, que sustenta toda la vida del planeta, se está revelando ante el calentamiento global: nos enfrentamos a diluvios primaverales casi bíblicos, sequías devastadoras, olas de calor, incendios forestales y mortíferos huracanes y tifones otoñales que causan estragos en los ecosistemas y en la sociedad.
Durante demasiado tiempo hemos juzgado erróneamente la naturaleza misma de nuestra existencia y sobre lo que se sustenta. Hemos creído que vivíamos en un planeta de tierra, cuando la realidad es que vivimos en un planeta de agua, y ahora la hidrosfera del planeta se está resilvestrando en medio de un clima que no deja de cambiar, y está llevando a nuestra especie, así como a todas las demás, a una extinción masiva en su búsqueda de un nuevo equilibrio.
Este volumen incluye veintiséis perfiles ?con cinco nuevas incorporaciones a la edición original publicada en 2013? de escritores, artistas plásticos, periodistas, fotógrafos, cineastas, editores, diseñadores y músicos hispanoamericanos que la periodista argentina Leila Guerriero ha publicado a lo largo de más de una década en algunos de los principales diarios y revistas de América Latina y de España.Esta personalísima cartografía reúne retratos de personas diversas que van del incendiario Nicanor Parra a la inquietante Idea Vilariño, del rabioso Fogwill al discreto Guillermo Kuitca, de la espléndida Sara Facio a la desbordada Marta Minujín, del laberíntico Ricardo Piglia al enigmático Roberto Arlt, y ofrecen, a través de la voz y el ojo de Guerriero, un acercamiento a la sensibilidad creativa de todo un continente. Planoamericano funciona, además, como un intrincado sistema de vasos comunicantes en el que diversos personajes aparecen y reaparecen en sucesivas piezas que terminan por dibujar el retrato de una época.Cada uno de estos textos es un gran ejercicio de periodismo cultural y una propuesta literaria de altura. Con dotes de orfebre ?minuciosidad, precisión, elegancia?, la autora propone, en cada perfil, una inmersión total en el universo de un creador.
A lo largo de últimas décadas, la producción y el consumo de plástico han aumentado de una manera imparable, y esta situación se ha visto agravada a causa de la pandemia mundial de covid-19. En la actualidad, las toneladas de envases y bolsas realizados con plásticos de un solo uso acumuladas en los vertederos es tan elevada que supone un problema medioambiental inmanejable. Hay plásticos que no se pueden reutilizar y solo disolviendo su estructura, a través de calor y abrasión, es posible reciclar sus componentes; pero este proceso tiene grandes riesgos para la salud debido a la emisión de micropartículas que terminan en el aire que respiramos. Esto lo saben las empresas que producen plástico y las distribuidoras que lo utilizan, pero no parece importarles. Mediante campañas de desinformación tejidas de manera irresponsable por dichas empresas y sus lobbies pertinaces, el plástico se ha introducido progresivamente en la economía productiva.
En este libro de referencia, el aclamado sociólogo Matthew Desmond se basa en la historia, la investigación y en reportajes para mostrar cómo los estadounidenses adinerados, consciente o inconscientemente, mantienen pobres a los pobres. Aquellos de nosotros que tenemos seguridad financiera explotamos a los pobres, reduciendo sus salarios y obligándolos a pagar de más por la vivienda y el acceso al efectivo y al crédito. Escrito con elegancia y bien argumentado, este libro nos brinda nuevas formas de pensar sobre un problema moralmente urgente.
Este libro no trata de una institución llamada «el ejército» y de su relación con una institución llamada «la policía». Dicha distinción es irrelevante desde un punto de vista crítico, porque responde a las simplificaciones de la ideología liberal: ley frente a administración, lo constitucional frente a lo excepcional, lo normal frente a lo urgente, juzgados frente a tribunales, el poder legislativo frente al ejecutivo, Estado frente a sociedad civil, o ejército frente a policía. Por el contrario, la guerra y la policía son procesos que operan conjuntamente como un poder estatal. Las nuevas jergas sustituyen las categorías clave de la teoría crítica por los tropos del pensamiento burgués contemporáneo, establecidos por el Estado, por el capital, por el poder de la guerra, por el poder policial. El trauma sustituye a la alienación y el poder de la guerra continúa, sin cesar. La ansiedad sustituye a la explotación y el poder de la policía avanza, sobre la clase obrera y sus sindicatos, sobre sus derechos y puestos de trabajo, siempre en aumento, consumiendo, devorando. La perspectiva de la resiliencia sustituye a la posibilidad de la revolución y la guerra-policía sigue avanzando, cada vez más. Mientras tanto, el capital se transforma, el capital crece, el capital gana.