¿Puede una paloma marcar el destino del próximo líder espiritual de mil millones de personas? ¿Qué reunión arranca con el golpe de un martillo de plata sobre la cabeza de un cadáver ilustre? ¿En qué elección mundial reina el silencio absoluto... mientras muchos sospechan que el Espíritu Santo ya ha elegido? Eso no estaba en mi libro de historia de los cónclaves se adentra en el engranaje más cerrado, simbólico y desconcertante de la Iglesia católica: la elección del papa de Roma. El sacerdote y vaticanista Mateo González Alonso combina historia, crónica y singularidades para mostrar lo que rara vez se revela durante un proceso de sucesión pontificia: cardenales que entran con maletas registradas, chistes sobre perritos antes de comer, votos susurrados bajo los frescos de Miguel Ángel y ujieres que apremian a los rezagados antes de cerrar las puertas con llave. A medio camino entre el poder terrenal y una fe que sobrepasa lo visible, el cónclave es una ceremonia sagrada que apenas ha cambiado desde el siglo XIII, aunque hoy las sotanas pasen por escáneres antiespías y las normas se actualicen. Y, pese a todo, continúa siendo un acto de fe. Aunque haya intrigas, acuerdos tácitos y candidaturas disfrazadas de humildad, siempre queda espacio para lo inesperado. Como aquel día en que un cardenal olvidó preparar discurso y acabó saludando al mundo como sucesor de san Pedro. Entre anillos, votos secretos, rezos y pasillos, se decide algo más que un liderazgo espiritual. Se mide el pulso de una institución que resiste, se transforma y aún sorprende. Allí no solo se elige a una person se escenifica un misterio.
Apenas somos conscientes de cómo la reforma protestante ha influido en nuestras vidas. Tras el atormentado antihéroe de las películas americanas, la autoimposición de la felicidad como un deber absoluto, la necesidad imperiosa de un triunfo profesional o las angustias de la soledad y el individualismo que nos abaten, podemos descubrir los ecos de una nueva antropología que trajo la Reforma protestante. La eclosión espiritual que implicó, llevó a innumerables grupos y congregaciones a buscar la pureza espiritual pero reflejada una moral y control público que hoy nos asustaría. En ciudades como la Ginebra de Calvino se prohibieron los juegos, se cerraron las tascas e incluso se impidió celebrar la Navidad. No fue extraño que, en países como Inglaterra, y en determinadas sectas, se llegara a reglamentar el número de platos permitidos o prohibir postres y dulces. Buena parte del protestantismo vivió bajo el terror del inminente fin del mundo. Isaac Newton fue uno, entre muchos, de los que escudriñó el Apocalipsis para profetizar la fecha exacta del esperado acontecimiento. Por su parte, los Wasp (Whites, Anglosaxons and Protestantes), quisieron configurar una América racial donde otras razas y religiones no tendrían cabida. Y en los lands alemanes, donde dominaba el protestantismo, es donde el partido Nazi consiguió obtener su mayor apoyo. La mujer, en el mundo protestante, creyó que podía encontrar su liberación, pero a la postre se vio sumergida en un mundo donde la sospecha recayó sistemáticamente sobre ella, convirtiéndose en una potencial bruja o adúltera. En paralelo, en la Alemania luterana estallaron como nunca las persecuciones contra los judíos o en América se recluían los Amish huidos de Europa, deteniéndose para ellos el tiempo. Este libro invita al lector a un apasionante recorrido a través de estos acontecimientos que dejaron una marca perdurable en el mundo contemporáneo.
Creer, como concepto, es un misterio sin el cual no podríamos vivir. En un mundo lleno de certezas aparentes y dogmas rígidos, este libro nos invita a emprender el camino hacia la duda, la introspección y la búsqueda de una espiritualidad real.
Josué Moreno mezcla como nadie religión, filosofía, teología y práctica espiritual. Gracias a sus reflexiones y narrativas personales, en Dios y el misterio de creer el lector se planteará cuestiones acerca de la fe (tanto si es ateo, escéptico o religioso), la persecución de la verdad sin sesgos ni conclusiones precipitadas, o el acercamiento al concepto de Misterio a través de los grandes pensadores de la historia.
Se trata de un libro reflexivo, pero asequible y práctico. Esta obra desafía a abrirnos a la incerteza y a la observación desprejuiciada, y a descubrir una espiritualidad plena y, sobre todo, real.
La Fuente de los dichos de Jesús, denominada por los estudiosos Documento Q, es uno de los textos más antiguos del cristianismo. A pesar de su carácter hipotético y de no ser un texto canónico, el Documento Q es de un gran valor para la investigación bíblica, pues no solo ayuda a conocer con mayor detalle el proceso de formación de los evangelios, sino que permite acceder a la vivencia de uno de los primeros grupos de discípulos de Jesús que se esforzó por continuar su proyecto. En este libro, además de incorporar las conclusiones que han logrado el consenso de los expertos, el autor defiende la necesidad de leer el texto del Documento Q en el contexto actual. La presente edición revisada incorpora precisamente un nuevo capítulo sobre la forma de entender el seguimiento de Jesús que incluye a hombres y mujeres por igual.
Para poder entender la identidad y participación de las mujeres en las primeras comunidades cristianas, hay que estudiar el papel que jugaron, con su enorme riqueza y variedad, en el mundo social del siglo I.
El pontífice nos propone en estas páginas quince pasos concretos para alcanzar la felicidad, pero no se trata de la que nos ofrece el mundo, sino de aquella permanente y eterna que viene de Dios. «El camino de Jesús siempre conduce a la felicidad. Siempre». Como él mismo explica: «Hemos sido creados para una felicidad más grande», y a través de sus palabras nos anima a salir de nuestra zona de confort, de miedo, de tristeza, para soñar en grande, para vivir plenamente nuestra vida aprendiendo a levantarnos tras los fracasos y a caminar de la mano de los demás: «En el arte de caminar lo que importa no es no caer, sino saber levantarse».