El parque Colibrí y todos sus habitantes cuentan con Gaetano y su abuelo Papou como guardianes. Papou ha contado a su nieto todas las maravillas de la naturaleza a través de ese pequeño bosque. Una mañana el parque y sus criaturas corren peligro, pero un requeteplan del abuelo y los brincaminos salvan a todos los seres vivos del Colibrí.
Este es un libro súper divertido, que cuenta la historia de Valentín, un niño que busca una abuela. Según el protagonista de la obra, todos los niños tienen abuelas, pero algunas se van muy temprano al cielo y ese era su caso. Razón por la que salió a buscar la suya a toda costa, pues las abuelas son esos seres que huelen a dulces, galletas y brindan mucho amor.
Enrique y Elisa aman las ranas, pero su mamá las detesta. Un sábado Enrique amanece muy enfermo. Temiendo que un mosquito le haya ocasionado dengue, su familia procura bajarle la fiebre, con un baño de agua fría. Todo estará bajo control siempre y cuando a su madre no se le ocurra mirar entre las poncheras que hay en el baño. Podría saltar una rana.
En esta ocasión Mía nos trae dos historias. En «Mía y los colores de su paleta», la protagonista nos cuenta de sus amigos y de lo distintos que son. Aprende de sus tradiciones y celebraciones pero, así como son de interesantes, a Mía también les parecen complicadas. En «Mía, Esteban y las luces», nos sumergimos en las maravillosas fiestas de fin de año: ella y su familia esperan a los Tres Reyes Magos, mientras que Norita y Nico esperan con ansias a Santa Claus. ¿A quién espera Esteban si ni siquiera árbol tiene?