«Toda mi vida he sentido que soy diferente. De niña, fui tirando, pero con los años acumulé un montón de ansiedad, mucha tensión; estaba agotada de vivir tratando de ser como los demás y cargando con la frustración de no lograrlo.»
Después de décadas buscando respuestas a porqués que pesaban demasiado, a los 41 años Sara Codina recibió un diagnóstico de autismo y por fin las piezas de ese puzzle que parecía imposible de resolver empezaron a encajar: ese día pudo poner nombre a lo que le pasaba, ese día descubrió que no estaba rota ni defectuosa.
La vida nos enfrenta a muchas pérdidas: desde la muerte de un ser querido, las rupturas amorosas, los divorcios, las mudanzas o cambios de trabajo hasta enfermedades, trastornos alimentarios, adicciones, suicidios.
No tenemos que cargar con esos duelos no resueltos ni con resentimiento, enfrentémonos a la tristeza y sanemos las heridas que están marcando nuestra vida.
Este es un manual directo y práctico de sanación y crecimiento; es un tanatólogo de cabecera que te acompañará durante todas las etapas de tu duelo. Pero, sobre todo, es un libro que te alentará a encontrar tranquilidad y vivir con intensidad, responsabilidad y sentido.
Muchas personas son víctimas de lo que Walter Riso denomina mandatos irracionales perfeccionistas o «antivalores exitosos».
Estos mandatos pretenden que seamos «hombres y mujeres que han alcanzado el top 10», es decir, seres excepcionales en algún área, no importa el costo emocional que esto implique.
Preceptos publicitados y transmitidos que se convierten en una forma de autoexigencia cruel e injustificada, o en la búsqueda de una «perfección psicológica» agotadora e irracional. Un sufrimiento inútil que se instala y echa raíces en nuestra mente, con la anuencia y premeditación de una cultura obsesionada por los «ganadores» y los «fuera de serie».
Este libro nos enseña a rebelarnos contra esos mandatos y promover una autoaceptación incondicional y sin excusas.
Muchas personas sufren problemas relacionados con la ansiedad, que en la actualidad es uno de los motivos más frecuentes de consulta en terapia. Sin embargo, la ansiedad en sí misma no es mala, sino un mecanismo inherente al ser humano con una función clara: ponernos en alerta y preparamos ante un posible peligro. El problema viene cuando este mecanismo se descontrola y la ansiedad aparece sin motivo o se niega a marcharse, impidiéndonos vivir nuestra vida con normalidad y plenitud.
La clave está en que, cuando aparece, sepamos encontrar el camino para apaciguarla y evitar que nos domine.
Imagínate que pudieses elaborar un manual de cómo quieres ser y de cómo quieres que sea tu relación con los demás. ¿Qué pedirías?
Cuando te enfadas o sientes emociones que te dificultan actuar racionalmente, reaccionas de manera impulsiva: pierdes los papeles, tomas malas decisiones o dices cosas de las que luego te arrepientes.
Sin embargo, a veces hay que parar y preguntarse: «¿Qué haría ahora la persona que quiero ser?».
Intentar comportarte acorde con tus valores es una forma de amor propio, pero para conseguirlo es imprescindible conocerte, saber quién quieres ser y actuar de forma consciente.
Al fin y al cabo, la persona que mejor te tiene que caer en este mundo eres tú.
Casi todos, en algún momento, hemos atravesado períodos de tristeza, duelo, frustración o fracaso tan duraderos y angustiosos que podrían calificarse de "noches oscuras del alma". Así los denomina el teólogo y psicoterapeuta Thomas Moore que, a lo largo de años de práctica clínica, ha aprendido a extraer los grandes dones que encierran. Con su tono afectuoso y su filosofía accesible, nos guía en esta obra apasionante por las distintas fases del viaje a la oscuridad, a la vez que ofrece herramientas para comprender su sentido: esta metafórica "noche oscura" -dice Moore- es una verdadera iniciación espiritual y una oportunidad única de conocer las necesidades más profundas del alma. Un matrimonio difícil, un hijo con problemas, la pérdida de un cónyuge o de un pariente cercano, una traición... La aflicción forma parte de la vida humana, tanto como la alegría.