¿Se puede leer toda la historia de la literatura a través de una sola novela? ¿Cuál es el hilo invisible que une a Homero, Platón, Virgilio, Shakespeare, Nietzsche o Thomas Mann? ¿Una obra y su protagonista pueden cobrar una vida más auténtica que la nuestra?
Hay una obra genial a través de la cual se puede recorrer la sutil frontera que separa la literatura de la vida. Una novela que lo cambió todo para siempre, con una poética marcadamente dionisíaca, que transita entre lo cómico y lo trágico, el pasado y el futuro, la lectura y la locura: Don Quijote de la Mancha.
En los sueños proféticos del hidalgo, en sus discursos de retórica encantada, en la íntima intuición de la cercanía entre lo romántico y lo risible, se va esbozando una mascarada clásica que trasciende géneros y convenciones, una literatura que ofrece saberes y experiencias fundamentales para el lector.
Javier de Hoz (1940-2019) ofrece una síntesis de la literatura griega en sus fases arcaica y clásica enraizada en la historia cultural, que permite comprender no sólo el desarrollo de la literatura en su tiempo, sino la forma en que la hemos recibido y transformado en canon a lo largo de los siglos. Los géneros y los autores aparecen aquí en el marco de la pólis desde su origen, atendiendo a los distintos grupos sociales, las circunstancias que marcan cada momento de la historia de Grecia y las vicisitudes de la composición literaria según la etapa: desde las obras impulsadas por el propio gobierno de la pólis para ser disfrutadas por toda la comunidad, como el drama, hasta las que se representaban para un selecto auditorio, como buena parte de la lírica.
Publicada por primera vez en 1988, El orden de los acontecimientos es la primera obra en que Miguel Morey explora el problema de la relación entre la expresión filosófica y la expresión narrativa del pensamiento. En ella trata de esclarecer las reglas del juego que se establecen entre una y otra, partiendo de la contraposición entre las cosas que son -objetos y hechos- y las cosas que pasan -acontecimientos-, concediendo en principio la verdad (positiva) a las primeras y el sentido (narrativo) a las segundas. En esta nueva edición revisada del texto, el autor incluye, además de algunos textos complementarios -entre ellos, Del pensar como forma de indisciplina (1990), considerado una "continuación natural" de la obra-, un prólogo de sumo interes en el que informa de la genesis y desarrollo del trabajo, y se interroga acerca de su sentido tras más de tres decenios en los que la alfabetización se ha deteriorado, quizá, de forma irreversible. Otras obras de Miguel Morey en esta colección: Vidas de Nietzsche y Monólogos de la bella durmiente: Sobre María Zambrano.
Primero llega la muerte y después el duelo, la desolación infinita.
Casi siempre acompañada de dolor, desconcierto y la pena y la tristeza más absolutas. También de intentos de consuelo, sin excepción destinados al fracaso.
Nada nos prepara para la pérdida, por más que la razón nos diga que es una posibilidad. Y la realidad es que, si llega, no sabemos cómo afrontarla.
Antonio Sáez Delgado es profesor de Literatura Española y de Literaturas Ibéricas en la Universidad de Évora (Portugal). Ha dedicado varias monografías a las relaciones entre las literaturas española y portuguesa de principios del siglo XX: Órficos y ultraístas. Portugal y España en el diálogo de las primeras vanguardias literarias (1915-1925) (2000), Adriano del Valle y Fernando Pessoa: apuntes de una amistad (2002), Corredores de fondo. Literatura en la Península Ibérica a principios del siglo XX (2003), Espíritus contemporáneos. Relaciones literarias luso-españolas entre el Modernismo y la Vanguardia (2008) y Fernando Pessoa e Espanha (2011). Colaborador habitual de Babelia, suplemento de cultura del diario El País, es traductor de autores portugueses como António Lobo Antunes, Almeida Faria, Manuel António Pina, Fialho de Almeida o Teixeira de Pascoaes, y fue reconocido en 2008 con el premio de traducción Giovanni Pontiero. Es director de Suroeste. Revista de literaturas ibéricas.
«En nuestro propio presente, en el que el mito y la mentira regresaron al centro de la política, las críticas antifascistas de Borges y Freud vuelven a tomar fuerza».
Para el fascismo el mito podía ser más real que la realidad. Las nociones fascistas de líder, nación, poder y violencia, impregnadas de imaginería mítica, tenían inscripta la fantasía de trascender la historia: un pasado primordial mitificado inspiraría el derrocamiento heroico de un presente degradado para lograr un futuro violentamente redimido. Asumiendo que comprender acabadamente lo distintivo de la mitología del fascismo es condición de posibilidad para la explicación de su peligro en el pasado y en el presente, Federico Finchelstein acude a una sorprendente combinación de pensadores para dar cuenta del fascismo como una maquinaria de creación de mitos políticos. Así, muestra cómo la obra literaria y crítica de Borges y la escritura psicoanalítica de Freud sirven para entender las dimensiones míticas e inconscientes de la política fascista, lo mismo que el análisis de variedad de intelectuales latinoamericanos y europeos, con especial énfasis en la teología política de Carl Schmitt. En un momento regresivo en que los asuntos mundiales tienden a ensombrecerse cada vez más, el análisis crítico de los peligros del mito en la política contemporánea que aquí se presenta puede leerse como herramienta para la resistencia.