¿Quién fue realmente Miguel de Cervantes? ¿Un genio literario o un aventurero con más intereses en el comercio que en las letras? ¿Por qué fue un escritor tardío? ¿Su objetivo era entrar en la corte? Este libro desafía la versión clásica del autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, revelando a un hombre rodeado de ambigüedades y secretos. Soldado en Lepanto, cautivo en Argel, comerciante y cobrador de impuestos, Cervantes vivió entre aventuras y constantes reinvenciones, con una vida marcada por intrigas, dudas sobre su fe y relaciones tan misteriosas como polémicas.
¿Fue realmente el autor de el Quijote, o los negocios y los conflictos personales desviaron su atención? Con amantes, hijos no reconocidos y rumores de una conversión religiosa, la figura de Cervantes aparece entretejida con los altibajos de una época llena de genios rivales: Lope de Vega, Mateo Alemán y otros pesos pesados del Siglo de Oro que lo desafiaron, despreciaron y lo empujaron a vivir en los márgenes de la gloria literaria.
Estas páginas nos sumergen en los claroscuros de un hombre que vivió y murió en la ambigüedad, un personaje que se reinventó entre sombras de una sociedad que nunca lo reconoció del todo. Una lectura intrigante y reveladora que cuestiona el verdadero rostro de un personaje cuyo legado parece estar tan lleno de ficciones como la propia obra que lo inmortalizó.
«Cervantes es un enigma, un misterio insondable. Sabemos menos de él de lo que desearíamos, y quizá por eso su obra es aún más fascinante, porque trasciende al hombre que la creó». Francisco Rico, especialista en literatura del Siglo de Oro.
Helen Vendler, una de las críticas de poesía más autorizadas, analiza cómo cinco grandes poetas modernos estadounidenses, al escribir sus últimas obras, intentan encontrar un estilo que haga justicia tanto a la vida como a la muerte. Al no disponer ya de los consuelos religiosos tradicionales, estos poetas deben inventar nuevas formas de expresar la crisis ante la muerte y la paradójica coexistencia de un cuerpo en decadencia y una conciencia intacta. En La roca, Wallace Stevens escribe narraciones simultáneas de invierno y primavera, en Ariel, Sylvia Plath presenta el melodrama con una fría formalidad y, en Día a día, Robert Lowell resta plenitud. En Geografía III, Elizabeth Bishop queda atrapada y liberada, mientras que James Merrill, en El rocío de la sal, crea una serie de autorretratos mientras muere, representándose a sí mismo con cosas como un árbol de Navidad.
En 1877, Henry Spencer Ashbee, famoso coleccionista inglés de ediciones de El Quijote pero también de obras eróticas en todos los idiomas, se refería a España como un «país desafortunado» en el campo de la producción erótica impresa. La erótica publicada en castellano y en catalán en los siglos XIX y XX, poco o nada presente en las grandes colecciones públicas europeas y muy poco en las colecciones privadas, sigue siendo la gran desconocida de las bibliografías y estudios especializados. Sin embargo, la producción erótico-pornográfica existió en España desde comienzos del siglo XIX y fue bastante más variada y extensa de lo que, por mero desconocimiento, se pensó en un primer momento tanto dentro como fuera del país. Diez años después de una primera tentativa publicada bajo el título de Un infierno español (Madrid, 2011), presentamos esta nueva versión, notablemente corregida y aumentada, de nuestra bibliografía erótica. Con este actualizado inventario de las publicaciones eróticas clandestinas españolas (casi quinientos títulos en sus diversas ediciones, consultadas directamente siempre que ha sido posible) queremos reconstruir lo que pudiera haber sido el «Infierno español», o al menos parte de él, de haberse conservado todas ellas en alguna biblioteca, como ha ocurrido en otros países.