Durante dieciséis años, Angela Merkel asumió la responsabilidad de gobernar Alemania y dirigió el país a través de numerosas crisis, moldeando la política nacional, europea e internacional con su actitud y sus decisiones. En sus memorias, la política recuerda su vida en dos Estados alemanes: en la RDA hasta 1990, y luego en la Alemania reunificada. ¿Cómo logró ella, una mujer del Este, llegar a la cima de la CDU y convertirse en la primera canciller de una Alemania unida? ¿Y cómo llegó a convertirse en una de las jefas de gobierno más poderosas del mundo occidental? ¿Qué la guio?
En Libertad, Angela Merkel nos habla de la vida cotidiana en la Cancillería, así como de los dramáticos días y noches en que tomó decisiones trascendentales en Berlín, Bruselas y otros lugares. Traza las largas líneas de cambio en la cooperación internacional y revela la presión que soportan los políticos hoy en día cuando se trata de encontrar soluciones a problemas complejos en un mundo globalizado. Nos lleva entre bastidores de la política internacional y muestra la importancia que pueden tener las conversaciones personales, así como sus límites. Merkel reflexiona sobre las condiciones para la acción política en una época de creciente confrontación. Sus recuerdos ofrecen una visión única de los entresijos del poder y constituyen un decidido alegato en favor de la libertad.
A finales del siglo XVIII, con el estallido de las revoluciones liberales, las declaraciones de derechos se convirtieron en protagonistas irremediables del ámbito político, social, filosófico y jurídico. Algunos de estos grandes textos, como la Declaración de Derechos del buen Pueblo de Virginia, la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano o las Diez Primeras Enmiendas de la Constitución de los Estados Unidos de América, consolidaron una idea esencial que se ha transmitido a lo largo de las siguientes generaciones: los derechos y libertades son inherentes a las personas por el mero hecho de serlo. Lo que viene a significar que nuestras acciones no determinan si somos merecedores o no de los derechos que, entre otras cosas, ayudan a conformar nuestra dignidad. En el año 2015 se introdujo en España la pena de prisión permanente revisable, ocasionando una fuerte polémica en la doctrina constitucional y penal, que no ha dejado de analizar las fricciones del encaje constitucional de esta pena con los derechos, libertades y principios fundamentales, la dignidad humana y el propio concepto de Estado social y democrático de Derecho. Todo ello ha deparado una larga discusión jurídica, que comenzó con la presentación de diversos anteproyectos de ley orgánica que incluían esta pena de privación de libertad y que ha continuado hasta la Sentencia del Tribunal Constitucional 169/2021, que ha establecido la constitucionalidad de la prisión permanente revisable. Esta monografía examina y escruta los elementos que acompañan a esta pena, poniendo el foco en la importancia de la investigación interdisciplinar desde las metodologías y elementos propios del Derecho Penal y del Derecho Constitucional, basándose en el respeto a los derechos y libertades.
De entre los diferentes fantasmas que acechan el Estado de Derecho y las democracias, la fragmentación política se erige como uno de los más significativos en nuestro actual panorama. Es muy normal escuchar con asiduidad en los medios de comunicación sobre la deriva fragmentada que ha tomado la esfera política de nuestro país y de otros países vecinos. Políticos, juristas, académicos, expertos debaten sobre cuáles han sido los condicionantes que nos han llevado hasta aquí y cuáles son las consecuencias de esta situación. Todo ello se encuadra dentro de la trayectoria que desarrollan los partidos políticos como eje central de nuestra organización constitucional. Ya desde finales del siglo XIX, el protagonismo de los partidos fue palpable y éste no ha dejado de aumentar a lo largo de las décadas y de los siglos. Ni siquiera la irrupción del 15-M y la aparición de las «nuevas» formaciones políticas acabó con el sistema de partidos heredado del Estado social de Derecho. La influencia de éstos irradia no sólo el itinerario de las instituciones del Estado sino también el día a día de la ciudadanía. Por eso, es indispensable conocer cómo funcionan y cómo actúan estas asociaciones para poder entender la fragmentación política. De ahí que esta obra se dedique, en primer lugar, a profundizar en cómo todas estas cuestiones afectan al poder judicial, a la Unión Europea o a las minorías parlamentarias, en definitiva, al propio concepto de Estado de Derecho y al concepto de democracia. Todo ello para adentrarse después en el análisis de la ley de partidos políticos que se aprobó en España en el año 2002, hace más de veinte años, y que introdujo importantes novedades en nuestro país.