Se conoce con el nombre de «apócrifos» todos aquellos textos que por una razón u otra no han sido incluidos a lo largo del tiempo entre los libros sagrados canónicos del judaísmo y del cristianismo, cuyo establecimiento definitivo culminó (por lo que concierne a la Iglesia católica) en el Concilio de Trento (1546). De índole sumamente variada, narran desde vidas y episodios de los más diversos personajes de ambos testamentos hasta textos sapienciales. No pocas vece versan sobre etapas o puntos oscuros de la vida de Jesús y sus discípulos, no se pliegan a la doctrina oficial y son rechazados como «heréticos», Apócrifos del Antiguo y del Nuevo Testamento es una antología a cargo de Antonio Piñero, destacado especialista en este tema, que reúne los más sustanciales y controvertidos de ellos. La introducción, a cargo del propio Piñero, aclara de forma ejemplar la problemática que suscitan estos textos, así como el justo lugar que se les debe asignar, principalmente como elementos válidos para la historia de la teología y de las ideas religiosas, así como para la historia de la iconografía y de la literatura cristiana.
En un mundo construido sobre el contrato político, económico y social, los pobres parecen quebrar el juego de dar y recibir, y por eso prospera la tendencia a excluirlos. El problema no es de xenofobia, puesto que la acogida entusiasta de turistas extranjeros contrasta con el rechazo de refugiados e inmigrantes. Hablamos de aporofobia, de rechazo al pobre. Es el pobre el que molesta, incluso el de la propia familia. La aporofobia es un atentado diario contra la dignidad, el bienestar y el bienestar de las personas, y contra la democracia. Además tiene un alcance universal: todos los seres humanos son aporófobos, y esto tiene raíces cerebrales y sociales que se pueden y se deben modificar si tomamos en serio las claves éticas de una sociedad democrática que pretenda ser justa. En Aporofobia,el rechazo al pobre, Adela Cortina expone uno de los conflictos morales más arraigados y obviados de nuestro tiempo, no sólo para darle un nombre sino también para significarlo y darnos las herramientas para que nos enfrentemos a una realidad muy nuestra.
"PREMIO CATARATA DE ENSAYO Las dictaduras de Mussolini en Italia, Salazar en Portugal y Primo de Rivera y Franco en España se valieron de un amplio abanico de mecanismos represivos para conseguir el control político-social sobre el profesorado, que presenta tanto notables analogías como divergencias entre los tres países. Los nuevos gobiernos conscientes del poderoso instrumento de socialización y nacionalización que es la enseñanza no quisieron dejar en manos de profesores antifascistas los apóstoles de la razón, identificados con el ideario ilustrado del siglo XVIII la formación de las futuras élites dirigentes. Para Mussolini, Salazar y Franco la segunda enseñanza debía tener una función estratégica de doble importancia."