Russ Callaghan y Aurora Roberts coinciden en una fiesta, se dejan llevar por un juego y terminan juntos. Sin embargo, ella se escabulle antes de que él tenga la oportunidad de pedirle una cita. Sin saberlo, ambos van a trabajar en el mismo campamento de verano: él, para alejarse de su padre, y ella, para volver al último lugar donde se sintió como en casa. Russ sabe que tiene prohibido «fraternizar» con Aurora si no quiere que lo echen. Desgraciadamente para él, a ella no le importan tanto las reglas... Ahora solo les queda descubrir si las chispas que saltaron entre ellos durante su primera noche quedarán en nada o si, por el contrario, lo incendiarán todo.
Por primera vez en años, sus cuatro hermanos mayores estarán bajo el mismo techo. Charlie desea desesperadamente disfrutar de un último fin de semana perfecto, antes de que sus padres vendan la casa y todo cambie. Tomar decisiones sobre a qué universidad asistir o reencontrarse con Jesse Foster, el chivo por el que siempre ha estado colada... Todo eso puede esperar.
Sammy Santos pasa el verano descubriéndose a través de los ojos de Juliana, una chica hermosa, independiente y sumamente vulnerable que lo hará conocer el lado más dulce y más oscuro de la vida. Empezarán su último año de preparatoria en Hollywood ―un barrio chicano perdido en una ciudad en el desierto― y el mundo como lo conocen está por cambiar: la gente se manifiesta en las calles, los adolescentes se enlistan en el ejército y aunque las noticias de la guerra son devastadoras, el amor se respira en el aire. El amor no se acaba con la muerte, y eso es lo que más duele. El amor no se acaba con la muerte, y eso es lo que más duele.
Él es un chico perdido. Ella es la chica que podría convertirse en el hogar que nunca tuvo.
Joey Lynch, el segundo hijo de un matrimonio roto, lleva toda la vida recogiendo los pedazos de una familia en descomposición. Cuando su hermano mayor, Darren, abandona la ciudad, Joey se ve obligado con tan solo doce años a asumir el papel de protector de su madre y sus hermanos pequeños. Atormentado por el odio que siente hacia sí mismo y furioso con el mundo, afronta la vida adolescente y el inquebrantable sentido del deber que le profesa a su familia mientras avanza peligrosamente hacia una vida de adicción que amenaza con engullirlo por completo. La única luz en ese mar de oscuridad es la vivaracha hija de su jefe, una chica que nunca se echa atrás y que da la casualidad de que va a su clase.
Aoife Molloy nunca ha pecado de tímida. Su carácter dicharachero y seguro de sí mismo nunca la ha llevado por mal camino. Hasta que el primer día de instituto conoce a un chico de temperamento impulsivo que despierta en ella una curiosidad abrasadora que crece día a día.
Tras entablar una complicada amistad con el aprendiz de su padre, Aoife intenta desentrañar los secretos que rodean la vida de Joey Lynch, mientras que él lucha desesperadamente por mantenerla al margen.
Ella no le pertenece a él. Pertenece a la corona.
El trono nunca fue el destino de Tristan Faasa. Eso quedaba para su hermano, Michael, el mismo que fue responsable de la infancia atormentada de Tristan y de la cicatriz que le cruza la cara. Tras la muerte de su padre, Michael está decidido a subir al trono, y Tristan, a robárselo: como líder de una rebelión secreta, no se detendrá ante nada con tal de poner fin al reinado de su hermano. Pero la llegada de Lady Sara Beatreaux, la prometida de Michael, hace estallar otro tipo de guerra,una en la que Tristan ya no sabrá qué le importa más, si la corona o la mujer que está a punto de ceñirse las sienes con ella.
Sara tiene un plan: casarse con el rey y acabar con la dinastía Faasa, aunque eso ponga en peligro su propia vida. Pero no contaba con el Príncipe Marcado. Es peligroso. Está fuera de su alcance. Es uno de los hombres a los que tiene que matar. Pero la frontera entre el odio y la pasión nunca ha sido tan delgada y, cuandolos secretos salen a la luz, Sara ya no sabe en quién confiar, desgarrada entre la venganza y el villano al que no debería amar.
Dos años han transcurrido desde que Lovem Kennedy, la semidiosa hija de Zeus, muriera en la batalla para destruir el centro de la Tierra y, con él, a Escila, un veneno creado para robar a los semidioses su poder y ganar la guerra que enfrenta a los reinos del Olimpo.
Dos años hace que Tristan Drake, príncipe de los dragones, pena la muerte de su amor, como si el mundo no siguiera revuelto y la seguridad de todos amenazada: Escila no fue destruida por completo y ellos saben que se esconde en el Olimpo.
Los gigantes lanzan un ataque tras otro al Mundo Exterior en un intento de provocar a los semidioses y obligarlos a actuar. Pero ¿es su intención acabar con todos los semidioses o solo con uno? Porque Lovem sigue viva, aunque nada recuerda de sus amigos, va a la universidad y lleva la vida de humana que siempre quiso.