Théophile Gautier sintió desde muy niño un especial apego por los animales, y en particular por los gatos, seres en adelante indisociables de su paisaje íntimo y doméstico y del balance de su experiencia de vida. En Zoológico privado, involuntarias memorias de infancia y juventud y autorretrato al sesgo del autor, nos los presenta con profusión de detalles en su inquietante familiaridad, ya sea durmiendo a su lado o a los pies de la cama, sentados en el brazo del sillón que el autor empleaba para escribir, siguiéndolo en sus paseos matutinos por el jardín, jugando con sus libros o amenizando silenciosamente sus comidas, no sin robarle algún que otro bocado del plato. Pero el imaginario que Gautier nos revela en su recuento biográfico expande su mirada hacia otros seres afines, haciendo patente el vínculo que conecta sus trayectorias vitales y desplegando así toda una cosmovisión panteísta a través de su amor por la naturaleza.
Nunca has leído una novela erótica como esta. Una novela en la que tres mujeres -Alicia, Diana y Emily: quédate con sus nombres porque no vas a poder olvidarlas- deciden formar un club para cumplir todas sus fantasías sexuales, más allá de cualquier límite preestablecido.
«Somos zorras, malas, libres. Somos la tentación. Somos las dueñas de nuestro cuerpo y nuestras alas. La que nos tocamos dónde y cuándo queremos. Somos las que gritamos en las calles y gemimos en las almohadas. Nos pintamos los labios de rojo y dejamos los de abajo abiertos para explotar de placer. Aquellas a las que llamabas zorras ahora follan con la liberación.»
Tienes entre tus manos una novela que empodera y libera; una novela para lectoras valientes dispuestas a descubrir quiénes son realmente y no quienes los demás quieren que sean.
Una conmovedora reflexión acerca del duelo por la muerte de su padre de la mano de la mundialmente aclamada autora de Todos deberíamos ser feministas.
En este emotivo y poderoso ensayo, que nace de un artículo publicado en The New Yorker, la autora nigeriana pone palabras al inenarrable grado de dolor causado por la repentina muerte de su padre en Nigeria: la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19 impidió que la autora pudiese salir de Estados Unidos para reunirse con su familia.
En un intento por encontrar consuelo ante la sensación de vacío que la sacudió hasta la médula, Sobre el duelo es una breve pero inteligente y conmovedora crónica autobiográfica de las primeras etapas de la gestión de la pérdida, un revelador examen de la naturaleza del dolor, un tributo al padre que la llamaba «nwoke neli» («la que equivale a muchos hombres») y una profunda reflexión sobre la lengua y las tradiciones igbo.
Este libro se enmarca en la más rabiosa y dolorosa actualidad: la autora escribe desde la certeza de ser sólo una más de entre los millones de personas en duelo, sobre las dimensiones culturales y familiares del mismo y, también, sobre la soledad y la ira inherentes a él. Sobre el duelo es un libro imprescindible para estos momentos. Y, sin embargo, resultará atemporal, duradero, y una adición indispensable al canon de la autora. En el mismo formato que Todos deberíamos ser feministas, el lector lo atesorará y compartirá más que nunca.