«Encantado, hijo mío, de empezar a la vez a ser lo que seremos».
Un hombre aguarda el nacimiento de su hijo. Asiste fascinado a la gestación junto a la madre, imagina a ese ser que vendrá a revolucionar su casa, su lenguaje, su pareja y su propia historia familiar. A lo largo de un año memorable, el hombre narra los primeros compases de una existencia nueva: la suya como padre junto a la madre y el hijo, tres personajes de una historia universal que encuentra palabras recién nacidas.
Umbilical es un relato lírico cuyas búsquedas resuenan tanto en el plano íntimo como en el colectivo. Sus reflexiones sobre la experiencia de la paternidad sitúan a la masculinidad frente al milagro de la vida y su incesante relectura del presente, en una época de redefinición de los roles, aceptando así la invitación de la poeta Anne Waldman que encabeza estas páginas: «Que los hombres detengan su alboroto / frente a la maravilla del bebé». Pero es también, y sobre todo, una declaración de amor.
El libro más íntimo de un autor fundamental en el catálogo para lectores de todo el mundo.
Construido en 1961 para impedir el éxodo de ciudadanos de la República Democrática Alemana al sector aliado de la ciudad, el Muro de Berlín fue testigo de numerosos intentos frustrados que pagaron con la cárcel, e incluso con su vida, quienes trataron de atravesarlo, convirtiéndose en un símbolo universal de la oprobiosa impotencia de un régimen totalitario. A partir de incontables horas de entrevistas con los supervivientes, y miles de documentos provenientes de los archivos de la Stasi, Helena Merriman reconstruye de forma pormenorizada una página de la historia reciente tan asombrosa que supera con creces a la mejor obra de ficción.
El plan parecía desafiar tanto a la sensatez como a la geografía: construir un túnel para ayudar a los alemanes orientales a escapar por debajo de la llamada «franja de la muerte», el paso más fuertemente custodiado por guardias fronterizos y perros pastores alsacianos, y hacerlo en un suelo arcilloso entre corrientes de aguas. Sin embargo, en el verano de 1962 un grupo de valerosos excavadores, liderados por el joven estudiante de ingeniería Joachim Rudolph, que había conseguido huir de la RDA un año antes, logró lo imposible: cavar una angosta galería de ciento treinta y cinco metros de longitud entre una fábrica en el oeste y el sótano de un edificio abandonado en el este. Una proeza que ni los agentes infiltrados ni los espías de la Stasi pudieron impedir, y que permitió que veintinueve personas, entre hombres, mujeres y niños, hallaran la libertad.
Con un ritmo trepidante, propio de las mejores novelas de espionaje, El túnel 29 no es sólo una detallada crónica de la historia alemana desde la Segunda Guerra Mundial hasta la época del Berlín dividido, sino también un emocionante relato de amor, lealtad y traición.
Un regalo delicioso para los amantes de los libros y los gatos, por la autora de La elegancia del erizo.
La escritora... ¡qué ser tan misterioso! Sin embargo, si preguntáramos a sus gatos la entenderíamos mucho mejor. A través de las voces de sus aliados gatunos, Muriel Barbery revela el backstage de la creación literaria: cada uno de sus cuatro cartujos tiene su propio carácter pero todos han extendido el amor hacia su dueña hasta el punto de aprender a leer convirtiéndose, en la sombra, en sus asesores literarios.
Un delicioso y delicado relato que rinde homenaje a la poesía de la vida cotidiana, a la filosofía japonesa y al ingenio y el humor mordaz de los gatos, acompañado de las refinadas ilustraciones de Maria Guitart.
Con una larga y fructífera tradición en la novela de espías, la caza del topo -el agente infiltrado por el enemigo en la propia red- es el tema central de esta nueva entrega de Thomas Kell, ex espía del MI6 que lucha por reincorporarse a su puesto tras haber caído en desgracia y haber sido apartado del cuerpo.
En esta ocasión, la directora del Servicio Secreto de Inteligencia británico, Amelia Levene, confía a Kell la tarea de investigar, lo más rápida y discretamente posible, la muerte de un jefe del MI6 en un misterioso accidente aéreo ocurrido en Turquía, histórica zona de encuentro entre Oriente y Occidente. La misión, altamente comprometida, se inicia en Estambul, donde Kell descubre que las operaciones del servicio en la región están en estado crítico: demasiados incidentes y un reguero de intervenciones frustradas hacen que Levene sospeche de la existencia de un traidor en alguno de los servicios de inteligencia occidentales, un hecho que pone en peligro la seguridad global. Así pues, Kell se enfrasca en una búsqueda vertiginosa del topo, un periplo que lo llevará de Londres a Grecia, y de allí a Europa Oriental.
Sin embargo, al sentirse traicionado por quienes le son más cercanos, el asunto se convierte en una cuestión personal, por lo que Kell no cejará hasta culminar con éxito la operación, aunque eso suponga ponerse en el punto de mira.
«Hace poco un amigo me dijo que todavía sueña con la escolanía, con los pasillos por los que nos movíamos. Siempre que me junto con la gente de entonces las conversaciones acaban tratando sobre aquellos años, y así las historias se mantienen frescas. Creo que desde entonces he comido coliflor muy pocas veces. Le cogí manía. ¿Te acuerdas de la cubierta de bechamel? No sabíamos lo que había debajo. Veíamos las bandejas al entrar al comedor y pensábamos que eran canelones, y luego era una decepción cuando nos servían. [...] También me ocurre que hay conocidos de aquel entonces que han seguido trabajando en el mundo de la música, y cuando me topo con ellos empezamos a contar batallitas, y al final hay una red tan grande de recuerdos y anécdotas que uno no sabe dónde acaba aquella época y empieza esta, lo que sea que esté pasando ahora».
«Pasaron el tiempo y una multitud de cosas, tantas que ahora forman un torbellino. Estoy aquí solo, la sombra del cuerpo se ha ido alargando, a la vez que vuelven a mí mechas sueltas de aquellos tiempos».
Un hombre regresa, después de mucho tiempo, a su lugar de origen y, apostado en un punto desde el que puede ver todos aquellos sitios que marcaron su vida -su hogar, la escuela, donde jugaba con sus amigos, donde experimentó el dolor, la violencia, el miedo y el odio-, recuerda su infancia y esa frontera vital que es el paso a la adolescencia.
Mil doscientos pasos es la distancia exacta que separa a este hombre de la casa familiar en esta historia de iniciación, de amistad, de descubrimiento de la vida y también de la maldad, de secretos no confesados por el temor a las consecuencias. Esta novela es el relato emocionante de un momento crítico de nuestro pasado: los años duros y oscuros de la posguerra.