Publicada en 1906, Bajo las ruedas es una prodigiosa recreación del mundo de la adolescencia, pero en ella Hermann Hesse (1877-1962) formula también una severa acusación contra los sistemas educativos que se imponen a costa de la imaginación y del cultivo armónico de las facultades espirituales, emocionales y físicas. Separado del medio de su infancia y obligado por padres y profesores a una agotadora preparación para el ingreso en un seminario, su protagonista, Hans Giebenrath, logra finalmente su objetivo, pero al elevado precio de perder primero su sensibilidad y, más tarde, su equilibrio emocional.
La guaracha del Macho Camacho del escritor Luis Rafael Sánchez (Humacao, Puerto Rico, 1936) es un clásico de la literatura hispanoamericana contemporánea. Desde su publicación en 1976 se convirtió en el texto literario puertorriqueño más difundido en el siglo xx. Mediante la sátira, el autor levantó el telón isleño para que se vieran los cuerpos: el cuerpo político y el cuerpo de las palabras. Teatralizó zonas prohibidas del lenguaje oral y narró con humor cáustico el poder del deseo. La novela puede leerse como una fiesta de máscaras minada secretamente por la tragedia. Una obra cómica, trágicamente cómica, que alimenta su capacidad crítica con esa misma ambigüedad. Una obra tan bailable y tarareable como el género musical que se anuncia en el título y que se glosa continuamente en la novela: «la gozadera caribeña y el acabóse de los acabóses».
«He intentado, no sé con qué fortuna, la redacción de cuentos directos. No me atrevo a afirmar que son sencillos; no hay en la tierra una sola página, una sola palabra, que lo sea, ya que todas postulan el universo, cuyo más notorio atributo es la complejidad.» Este volumen reúne todos los cuentos de Borges, uno de los legados más influyentes y deslumbrantes de la literatura occidental. El universo borgia-no, con sus espejos, laberintos, tigres, bibliotecas, gauchos o máscaras, es ya uno de los paisajes fundamentales del siglo XX. En este libro, el verdadero libro de libros, se encuentran obras maestras como «El jardín de los senderos que se bifurcan», «Fierre Menard, autor del Quijote», «Funes el memorioso», «El Sur», «El Aleph» o «Ulrica». Leer estos cuentos supone releer la historia de la humanidad y emprender una de las aventuras más enriquecedoras, bellas y emocionantes de todos los tiempos.
El gran maestro de la narrativa de acción y suspense
nos transporta a la Edad Media, a un fascinante mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas. El amor y la muerte se entrecruzan vibrantemente en este magistral tapiz cuyo centro es la construcción de una catedral gótica. La historia se inicia con el ahorcamiento púbÜco de un inocente y finaHza con la humillación de un rey. Los pilares de la Tierra es la obra maestra de Ken Follett y constituye una excepcional evocación de una época de violentas pasiones. «Fantástico desde todos los puntos de vista.» El Mundo
En cuestión de pocos meses, fui testigo de dos de los acontecimientos que más temo en la vida: la muerte de un hijo para sus padres y la muerte de una mujer joven para sus hijos y su marido. Alguien me dijo entonces: eres escritor, ¿por qué no escribes nuestra historia? Era un encargo, y lo acepté. Empecé, pues, a contar la amistad entre un hombre y una mujer, los dos supervivientes de un cáncer, los dos cojos y los dos jueces, que se ocupaban de asuntos de sobreendeudamiento en el tribunal de primera instancia deVienne (Isére). En este libro se habla de la vida y la muerte, de la enfermedad, de la pobreza extrema, de la justicia y, sobre todo, del amor.Todo lo que se dice en él es cierto.
De esta manera presentaba Emmanuel Carrére la edición francesa de este libro verdaderamente extraordinario: inolvidable, desgarrador, de una potencia narrativa inaudita. De vidas ajenas recibió el Premio Globe y otros galardones, y la prensa cultural francesa lo eligió mejor novela del año.
En 1917, Yeats (1865-1939) compró una fortaleza normanda a pocos kilómetros de Galway. La convirtió en su residencia de verano e hizo de ella un símbolo, un monumento del alma a su propio esplendor al que le dedicó La torre (1928), el primer libro de poemas que escribió tras recibir el Premio Nobel en 1923. La torre es un otero desde el que contemplar, reflexionar y cantar con ironía y lucidez sobre un paisaje que es a la vez simbólico y real, interior y exterior, y, sobre todo, donde el pasado tiene el mismo peso que el futuro y donde el presente llegaba a llamar con la culata de un fusil a la misma puerta de la fortaleza: tras el estallido de la Primera Guerra Mundial se produjeron el Alzamiento de Pascua y la guerra civil irlandesa que daría lugar al Estado Libre de Irlanda, del que el poeta llegó a ser senador.