Esta es la historia de tres mujeres que lo han perdido todo.
Incluso el miedo.
Por eso son tan peligrosas.
Esta es la historia de una venganza imposible, sin ninguna posibilidad de éxito.
Esta es la historia de tres mujeres que se atreven a hacer lo que los demás sólo nos atrevemos a imaginar.
Algo muy poderoso está a punto de ocurrir.
Pier Paolo Pasolini siempre tuvo una fuerte vocación por dialogar con sus lectores, admiradores e incluso enemigos. A partir de 1960, la revista Vie nuove dedicará una sección para que el escritor italiano respondiera semanalmente a cartas de obreros, estudiantes, aspirantes a escritor o amas de casa en busca de consejo e inspiración, para compartir lecturas e incluso para polemizar con sus ideas y sus libros. Pasolini se muestra duro y comprensivo, amable y riguroso, implicándose con pasión en las respuestas a las cuestiones que le plantean.
Después de un año nada es igual que antes y aunque es cierto que no podemos cruzar dos veces el mismo río, hay ríos que necesitamos cruzar más de una vez.
Una tierna y profunda historia sobre el amor entre dos chicas que buscan su lugar, por el autor de La edad de la ira.
Decálogo para ser nosotras:
1. No nos haremos daño con lo que sí valió la pena.
2. No nos castigaremos con el silencio.
3. No nos callaremos lo que importe decir.
4. No nos obligaremos a hablar cuando no queramos hacerlo.
5. No daremos explicaciones si no nos ayudan a ser.
6. No trivializaremos lo que fuimos.
7. No haremos caso a quienes nos aconsejen sin conocernos.
8. No dejaremos de intentar conocernos.
9. No nos asustaremos cuando nos hayamos conocido.
10. No dejaremos nunca de cruzar el río de las primeras veces.
Carla & Joana
Una tierna y profunda historia sobre el amor entre dos chicas que buscan su lugar.
En esta entretenida continuación de El nudo Windsor, la reina Isabel II debe descubrir la relación entre un cuadro desaparecido y la pavorosa muerte de un miembro de su personal.
Los últimos días de Immanuel Kant' sigue siendo uno de los textos más singulares y elaborados de Thomas de Quincey. Gracias en buena medida a las memorias firmadas por Ehregott Wasianski, el ensayista inglés pudo prestar sus palabras al fiel amigo de Kant y relatar los últimos momentos del célebre filósofo ilustrado. Siguiendo antojadizamente el flujo de los acontecimientos, De Quincey nos da cuenta en sus páginas de las preocupaciones que invaden ahora a ese pobre espíritu en otro tiempo brillante. Atrapado por su vejez y por sus problemas de salud, el filósofo aparece retratado como un hombre agotado y enfermo. Sus pérdidas de memoria y de equilibrio afligen a Wasianski, que intenta por todos los medios hacer su vida más llevadera hasta el último aliento.
José María Fonollosa no es tanto un poeta marginado por la época como un poeta que decide marginarse de una época con la que no comulga. Cantó a las ciudades que lo conocieron, como si el enjambre de calles fuera el silencioso testigo de su paso por el mundo: Barcelona, La Habana, Nueva York. Y su canto no habla de la agustiniana ciudad de dios, sino del ser humano: del hombre que no encuentra su lugar en el mundo y menos entre otros hombres. Es, en definitiva, la suya una voz libre y cercana, un poeta que dice lo que piensa y que ofrece en sus versos un retrato acerado y valiente de las fobias, las ilusiones y los fracasos del hombre contemporáneo.