En una pequeña isla se produce un misterioso fenómeno. Un día desaparecen los pájaros, al siguiente podría desaparecer cualquier cosa: los peces, los árboles... Peor aún, también se desvanecerá su memoria, al igual que las emociones y sensaciones asociadas a ellos. Nadie sabrá ni recordará entonces qué eran. Hay incluso una policía dedicada a perseguir a los que conservan la capacidad de recordar lo que ya no existe. En esa isla vive una joven escritora que, tras la muerte de su madre, intenta escribir una novela mientras trata de ayudar a su editor, que está en peligro porque forma parte de los pocos que recuerdan.
Esta es la historia de Daniel, famoso por sus monólogos cáusticos en los que mezcla la provocación con una visión fría y cruel de la existenca. Estos son los últimos años de su vida, sus relaciones sexuales y amorosas, y su contacto con una secta cuyos miembros aseguran que el ser humano alcanzará la inmortalidad. Temas filosóficos, sociales, políticos y científicos, clonación y sexo, juventud y vejez, violencia y deseo... Toda la fuerza del pensamiento de Houellebecq: sus ideas siempre tiran a dar.
La presidenta de la Generalitat Valenciana, Vita Castellá, aparece muerta en la habitación de un lujoso hotel de Madrid. La comprometida situación exige que quede oficialmente descartado un posible asesinato y que la investigación encalle, de manera que el partido en el poder, al que la víctima pertenece, ha activado todos los recursos y ha hecho sonar todos los teléfonos de las altas esferas que le puedan ayudar a ganar tiempo. Por su parte, el jefe de la policía de la Comunitat Valenciana decide ayudar al ministro del Interior y al director de la Policía Nacional, Juan Quesada Montilla, en su misión: despistar a las autoridades. Para ello ponen el caso en manos de dos inspectoras novatas y peculiares: las hermanas Berta y Marta Miralles. Radicalmente opuestas entre sí, deberán enfrentarse juntas a un turbio mundo de intereses.