El budismo ocupa un lugar central en el conjunto de la obra de Borges. La percepción del cosmos como un laberinto o una paradoja, la negación del Yo, el cuestionamiento a la concepción occidental del tiempo y la singular noción de que el mundo es una ficción y la realidad un sueño, entre otras ideas, cruzan los ensayos, cuentos y poemas del autor desde sus textos más tempranos y son la particular reformulación con fines literarios de algunos de los nodos centrales de esta doctrina.
Cuando, en 1944, el periodista Pericles Aragón, crítico mordaz con el gobierno del dictador salvadoreño Maximiliano Hernández Martínez, es encarcelado, su mujer, Haydée, decide abrazar la práctica de escribir llevando un diario de los acontecimientos. Mientras descubre horrorizada los entresijos políticos de un país abocado al conflicto, Haydée describe el aumento de las detenciones, la prohibición de las visitas a los reclusos, las vicisitudes del golpe de Estado, y nos habla del entorno familiar y social de su matrimonio: las diferencias políticas entre su padre y el de Pericles y los destinos de sus tres hijos. De ellos, es Clemen Aragón, el más disoluto y una de las caras visibles del golpe de Estado, quien se verá abocado, junto a su primo militar, a escapar del país.
Tirana memoria es otro capítulo fundamental de la saga de la familia Aragón en la que Horacio Castellanos Moya entreteje magistralmente el derrocamiento de la dictadura salvadoreña con el devenir de una estirpe de hacendados y militares para quienes el destino de la patria es una cuestión de familia.
«Ninguna otra época ha estado tan marcada por el deseo de cambiar de vida. En algún momento de nuestra existencia todos queremos ser otra persona».
A sus cuarenta años, porciado y padre de un adolescente al que apenas ve, Éric Kherson es director comercial de una gran marca deportiva. A pesar de su éxito laboral, se encuentra al borde de la depresión, consumido por un drama familiar. Cuando una vieja amiga del instituto le ofrece un puesto en el gobierno, él acepta. Pero la alegría es temporal. Durante un viaje a Seúl para cerrar un importante trato, Éric se va encontrando cada vez peor. De repente, en una calle cualquiera, se topa con la tienda Happy Life, que ofrece a sus clientes algo que podría cambiarlo todo: un funeral falso.
En todo cuanto tiene que ver con "El Egoísta" perderíamos el hilo de la narración si no recordáramos que se trata de una comedia, no de una tragedia, y que es precisamente el espíritu cómico lo que permite a George Meredith reproducir, sin el riesgo inherente a una exposición histórica que pretende ser fiel a los hechos, «las estructuras elementales del parentesco» de las que depende toda la trama de la novela. Que el espíritu cómico, sin embargo, representara solo a medias las intenciones del autor, como Meredith le había confesado a Stevenson al terminar de escribir la novela, sugiere que la otra mitad suponía, al menos, una amenaza latente en la narración.
El sheriff Abel Crow tiene 27 años y ya es un personaje de leyenda. Sus dotes innatas como tirador —su disparo preferido es «el Místico», uno doble, cruzado y simultáneo, con ambas manos, sobre blancos distintos—, no podrán evitar, sin embargo, que en un momento crítico se replantee el sentido de la existencia.
Las relaciones, entre otros, con su novia, que entra y sale libremente de su vida, pero que lo conoce incluso mejor que él mismo; con sus hermanos (un predicador, un rico minero, un cartero demente y una visionaria, empeñada en reunirlos a todos para rescatar del patíbulo a su madre, que los abandonó cuando eran niños); con las curanderas y una bruja indias, portadoras de la sabiduría ancestral de los nativos; y con su Maestro, quien siendo adolescente logró aniquilar a casi toda la tripulación de un barco pirata, constituyen parte de un viaje espiritual que culmina con la percepción de que no existe (o no funciona como pensamos) la relación causa-efecto, de que no hay un antes y un después claramente definibles. Buena prueba de ello es también la estructura no lineal del relato, que avanza, retrocede y se repite, y donde cada uno de los veintisiete capítulos (o cantos) constituye una pieza de un puzle que al final nos devolverá la imagen caleidoscópica de Abel Crow durante su aprendizaje.
A sus setenta y dos años, Juan Cabrera vive prácticamente enclaustrado con sus libros en un pequeño piso del barrio de Argüelles. No es algo nuevo para él. Durante años estuvo confinado en un convento benedictino, del que salió con un indulto especial de exclaustración para un profeso de votos perpetuos. En el claustro ya no lograba escuchar a Dios, pero quizá su salida también se vio influenciada por la denuncia que hizo de tres novicios a los que descubrió en una situación impropia, o al menos entonces eso le pareció. Alejado de la familia, Cabrera recibe un día la visita de su sobrino Jaime, quien, poco después, propicia el encuentro entre su tío y Antón Rubial, uno de los novicios expulsados por la acusación del exmonje. Tras dejar la orden, Rubial rehízo su vida y se casó con Petri, con quien mantiene una relación complicada.
Un padre y su hijo se ven por primera vez después de muchos años. El padre tiene algo que contarle antes de que sea demasiado tarde: la historia de una niña que yace en la cama de un hospital a pocos kilómetros de distancia. La pequeña es valiente y lo bastante inteligente como para saber que no vencerá al cáncer.
Ahora, en una fría noche de invierno, el padre tiene la inesperada oportunidad de hacer algo extraordinario que podría cambiar el destino de una niña a la que apenas conoce. Pero antes de poder hacer el trato de su vida, debe averiguar cuánto ha valido realmente la suya, y sólo su hijo puede darle esa respuesta.
Mayo de 1980. La ciudad de Gwangju se moviliza contra la dictadura militar de Chun Doo-hwan, que hace unos meses tomó el poder en Corea del Sur. La oposición civil, liderada por los estudiantes universitarios, se subleva a favor de la democracia, pero el ejército reprime cruelmente las protestas disparando indiscriminadamente a la multitud, sin hacer distinciones entre estudiantes y civiles.
Tras la sanguinaria matanza, un joven busca el cadáver de un amigo, un alma intenta aferrarse a su cuerpo abandonado y a sus recuerdos, y un país brutalizado busca su voz. En esta novela polifónica, las víctimas y los supervivientes que los lloran se enfrentan a la censura, a la negación, al perdón, a la culpa y a la memoria de un episodio traumático que sigue resonando en nuestros días.
Han Kang, galardonada con el premio Nobel de Literatura «por su intensa prosa poética que confronta los traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana», homenajea a las víctimas de la masacre de su ciudad natal a través de las voces de los mártires de la dictadura surcoreana. Actos humanos es una novela brutal, profundamente atemporal y universal que nos habla de las heridas colectivas, la represión y la violencia humana.
Seis mujeres, vecinas de un mismo bloque, están a la espera de algo. Cada una aguarda cosas distintas, pero para todas se trata de una espera relacionada con lo sentimental. En el 1.° B vive desde hace dos semanas Amelia, una periodista de veintinueve años con trabajo y pareja. Su vida da un giro radical cuando la despiden y su novio decide irse a trabajar una temporada a Washington. En plena crisis vital, Amelia conoce a sus nuevas vecinas. Juntas ponen en marcha una tertulia de radio en la azotea del edificio para contarse su día a día al tiempo que intentan ayudar a Agustina, la mayor de todas ellas, a recuperar su casa de toda la vida.
Margaret Hale se ve obligada a trasladarse, por circunstancias familiares, del sur rural de Inglaterra a una ciudad industrial del norte y su vida cambia drásticamente. Margaret irá dejando atrás sus prejuicios típicos de la aristocracia rural inglesa, a medida que conozca de primera mano las dificultades de la clase obrera y la lucha entre trabajadores y patrones, personificados en el fascinante John Thornton, quien despertará en Margaret sentimientos encontrados. Norte y sur constituye un fiel retrato de la Inglaterra de mediados del siglo XIX, de las desigualdades y los conflictos desatados por la Revolución Industrial, que Elizabeth Gaskell convierte en marco de una historia de amor y de superación personal más allá de las clases sociales. Una novela imprescindible e inagotable.