Así comienza En busca del tiempo perdido, considerada una obra maestra de la literatura universal, y una de las más influyentes en los ámbitos de las letras, el arte y la filosofía. Publicada en siete entregas, la primera de ellas, Por el camino de Swann, vio la luz en 1913. Esta nueva traducción de Mercedes López-Ballesteros, apadrinada por el escritor Javier Marías, quien llegó a leer entusiasmado la primera parte, es exacta, fiel y de gran aliento, y transmite certeramente el famoso estilo proustiano. En estas páginas deslumbran al lector las evocaciones de la infancia del narrador, sus inteligentes digresiones, los agudos diálogos y el retrato de personajes inolvidables, entre los que destaca Charles Swann. Alabado tanto por su estilo como por sus aportaciones estéticas, en este primer volumen de la saga ya se apuntan los grandes temas que preocupaban a Proust: el arte, la memoria, la naturaleza humana y, por supuesto, el Tiempo.
Las cartas de un gran escritor cuentan la historia de una vida que corre paralela a su obra. Las de Irène Némirovsky esbozan inicialmente el retrato de una joven apasionada que descubrió el gozo de sus primeras aventuras y la alegría de estudiar en la Sorbona en los felices años veinte. Luego van conformando una imagen más firme, la de una mujer brillante, preocupada y decidida, que se convertiría en la consumada novelista de El baile y David Golder. Una etapa en la que habla con su «querido maestro» Gaston Chérau, grandes editores y autores de la época sobre la escritura, los libros y el cine, por supuesto, pero también sobre las pequeñas cosas que componen la cotidianidad. A partir de 1938, el tono se vuelve menos desenfadado, hasta julio de 1942, cuando la correspondencia se interrumpe de forma brusca tras la trágica detención de Irène Némirovsky. Familiares, amigos, editores y admiradores toman entonces la pluma, intentando salvarla como sea y mantener vivos sus textos.
Seis meses antes. El mundo de esplendor en el que el marqués vivía se tambalea. Por un lado, le acecha el peligro de la ruina económica. Por otro, la relación con su esposa lleva años inmersa en una especie de guerra fría, y su primogénito se comporta como un irresponsable vástago de casa rica. El marqués solo se siente cercano a su hija Marina, una universitaria aburrida de su ambiente con ansia de explorar otros lugares, barrios y amores.
Esta curiosidad será la que llevará a la joven a iniciar una apasionada relación con Jaco, el hijo de su antigua niñera, que aspira a salir de la pobreza gracias al boxeo. Pero mientras el romance avanza a escondidas, una amenaza empieza a cernirse sobre la furtiva pareja: un oscuro plan que marcará sus destinos y los de aquellos a quienes más aman.
Bebi Fernández es el pseudónimo de una creadora con una gran popularidad cimentada en las redes sociales. Su inusual genio, su compromiso social y su mordaz discurso disparan en torno al 2014 su cuenta personal de Twitter hasta la cúspide de influencia en España, lo que posibilita la publicación de estos diarios poéticos, escritos a lo largo de su infancia y su adolescencia, que se convierten en un símbolo de rebeldía y llamamiento a la autenticidad y a la lucha de la mujer. Ya escritora de éxito, publica su implacable primera novela Memorias de una salvaje.
Bebi Fernández representa una de las voces más descarnadas, certeras e irreverentes de la literatura española. Una escritura que ya desde su infancia se advierte herida, concisa pero profunda, provocativa y brutal, como la personalidad de la artista anónima que yace detrás de sus letras y que es considerada, gracias a ellas, una heroína generacional.
Colombo, 1990. Maali Almeida, fotógrafo de guerra, ludópata y hombre gay que no ha salido del armario, se ha despertado muerto en lo que parece ser una oficina de la administración pública celestial. Su cuerpo desmembrado se hunde en el lago Beira y Maali no tiene ni la más remota idea de quién es su asesino. En una época en la que los escuadrones de la muerte, los hombres bomba y los matones a sueldo son quienes se encargan de ajustar cuentas, la lista de sospechosos es tan larga que resulta deprimente y los espectros y fantasmas que le rodean pueden dar fe de ello.
Sin embargo, incluso en el más allá, a Maali se le agota el tiempo. Solo tiene siete lunas para contactar con el hombre y la mujer a los que más quiere en el mundo y conducirlos hasta el alijo secreto de fotografías que pondrá Sri Lanka patas arriba.
Tudor es el hijo menor de dos sirvientes de la corte de un gran boyardo de la atrasada Valaquia. Desde su nacimiento, la ambición parece guiar cada uno de sus pasos, y en su arduo ascenso al poder no dudará en dejar su camino sembrado de cadáveres. En su historia se cruzan el rey Salomón, la reina de Saba, el bisabuelo de John Lennon, el general Napier y la reina Victoria. Tudor será Theodoros: bandido y pirata, pecador devoto, el terror de los mares de la Hélade. Vivirá en bosques y monasterios, presenciará batallas y milagros, y finalmente se convertirá en Tewodros: el despiadado Emperador de Emperadores, soberano absoluto de Abisinia. Theodoros constituye un ejercicio de pura libertad creativa en una narración torrencial, libérrima, exuberante, la culminación de una obra absolutamente épica. Un terremoto literario. Una novela arrolladora que abarca desde lo realista hasta lo fantasmagórico.
Historias de amor y de aventuras, reales y fantásticas, voluptuosas y crueles. Cărtărescu entrelaza lo histórico, lo legendario y lo filosófico con pasajes prodigiosamente hermosos para crear un universo que abarca desde la Creación hasta nuestros días y que va incluso más lejos: hasta el Juicio Final.
En 2024 se cumplen cien años de la muerte de Franz Kafka (1883-1924), posiblemente el escritor que con mayor genialidad retrató la angustia, la incertidumbre y el absurdo que la llegada del siglo XX produjo en las vidas de los habitantes de Europa, testigos (y víctimas) de la transformación vertiginosa del mundo que conocían. De ello dan testimonio sus tres novelas, ofrecidas aquí reunidas en un estuche de dos volúmenes: "El proceso" -obra emblemática de lo kafkiano que se inicia con el arresto de Josef K. por una acusación que nunca llegará a conocer-, "El castillo" -en la que el célebre agrimensor K. se enfrenta al laberinto burocrático del poder- y "El desaparecido" -titulada América por Max Brod, la que a juicio del propio Kafka fue su novela más luminosa-.
Dos años después de estallar la bomba atómica, Japón sigue en guerra y bajo la ocupación militar estadounidense…
Han pasado casi dos años desde que estalló la bomba atómica y Japón vive bajo la ocupación militar estadounidense. Mientras los soldados patrullan, en las calles de Hiroshima aún se pueden oír los gemidos de dolor y el llanto de los supervivientes. La ciudad está en ruinas y a muchos todavía les espera un largo camino de sufrimientos inimaginables. Gen, por su parte, ve que muchos de sus amigos han quedado huérfanos y que corren el peligro de caer en manos de la yakuza. Ya ha perdido a uno de ellos, a Bellota, y no permitirá que a Ryuta y a los demás les pase lo mismo…
Desde que estalló la bomba atómica, hace casi tres años, Gen no había sentido esperanza. Pero quizá es posible que vuelva a ser feliz a pesar de todo. Además de a su familia, tiene a un grupo de amigos con planes para el futuro. No obstante, el desastre de la bomba sigue atormentando a los supervivientes. Entre ellos se encuentra el señor Hirayama, quien antes de conocer a Gen y a su variopinta pandilla estaba convencido de que solo le quedaba esperar la muerte. Acogido como un nuevo padre, recobra las fuerzas para escribir una dura crónica sobre Japón.
En el último volumen de Pies descalzos descubrimos a un Gen más maduro y fuerte. Con él compartimos algunas alegrías: recupera a su hermano Koiji; descubre que su gran pasión es la pintura; los éxitos compartidos con los diseños de Natsue y Katsuko; o cuando descubre el amor junto a Mitsuko. No obstante, también sufriremos con él cuando sienta impotencia ante la guerra contra Corea y la amenaza por parte del ejército estadounidense; cuando pierda su casa, el hogar de sus padres y lo último que le queda de su familia; o cuando empiece a ser consciente de que la bomba todavía sigue cobrándose vidas. Desde el día de la tragedia han aumentado los casos de cáncer y otras enfermedades terminales, y todo apunta a que la siguiente víctima será Natsue.