La guerra de los mundos, obra central de uno de los padres de la ciencia ficción, nos invita a realizar un viaje en el tiempo hacia el corazón de las fantasías que, en el siglo XIX, modelaban los cánones de terror, los avances tecnológicos y el choque con ese otro mundo, Marte, del que poco se sabía y todo podía suponerse. Esta edición recupera las magníficas ilustraciones del artista Henrique Alvim Corrêa, publicadas únicamente en 1906 en una tirada limitada que dio vida a «esos monstruos que tenían algo de hongo en su aceitosa piel oscura». Asimismo, permite escuchar la emisión radial de Orson Welles en la que teatralizó la invasión marciana. La publicación de esta obra, rescate de la edición histórica publicada por la editorial L. Vandamm & Co. en 1906, coincide con el 130.º aniversario del nacimiento de H. G. Wells y el 140.º aniversario del nacimiento de Alvim Corrêa.
Mucho más que una novela gótica, Drácula es un ejercicio literario excepcional.
Jonathan Harker viaja a Transilvania para cerrar un negocio inmobiliario con un misterioso conde que acaba de comprar varias propiedades en Londres. Despues de un viaje plagado de ominosas señales, Harker es recogido en el paso de Borgo por un siniestro carruaje que lo llevará, acunado por el canto de los lobos, a un castillo en ruinas. Tal es el inquietante principio de una novela magistral que alumbró uno de los mitos más populares y poderosos de todos los tiempos: Drácula.
La presente edición incluye una detallada cronología y el prefacio del reputado catedrático y crítico Christopher Frayling, donde se analiza la figura de Stoker y las circunstancias que propiciaron la creación de Drácula. Asimismo, la perspicaz introducción a cargo del especialista Maurice Hindle reflexiona sobre los aspectos más polemicos en torno al origen del prototipo vampírico.
"No había nadie por allí, excepto un hombre alto y flaco, de nariz ganchuda y barba en punta y entrecana. Tenía una mirada dura y fría y unos ojos de color rojo."
La importancia y sentido de" Pasaje a la India" , considerada de forma casi unánime la obra cumbre de su autor, no se reducen en modo alguno a la simple denuncia de los estragos causados por el imperialismo británico en el subcontinente indio, sino que E. M. Forster lleva a cabo en ella la transposición poética del enfrentamiento de dos mundos opuestos, Oriente y Occidente; de dos actitudes mentales, la intuitiva y la lógica; de dos principios reducidos a norma de conducta, la estética y el pragmatismo. Un conjunto de oposiciones aglutinado por la poesía y el humor y sobre el que planea, a lo largo de toda la novela, la imposibilidad de comunicación de dos seres unidos por la amistad o el amor.
La cabeza de Juan el Bautista a cambio de una danza erótica: la pieza teatral en un acto de Oscar Wilde lo reunía todo para escandalizar a la sociedad victoriana. La presente edición reproduce sin censuras las exquisitas ilustraciones originales de Aubrey Beardsley, creadas para la edición inglesa de la obra. La traducción al castellano fue realizada por Rafael Cansinos Assens en 1919.
De la fórmula «poema épico-cómico en prosa» que Fielding eligió para encuadrar Joseph Andrews dentro de la tradición clásica, el elemento más significativo es, sin duda, el adjetivo «cómico». Inspirándose en don Quijote el autor crea un personaje, el vicario Adams, que ha conseguido, gracias a las virtudes que lo adornan, ganarse el afecto de los lectores de todos los tiempos pese a sus excentricidades y a su absurdo comportamiento.
Aunque La historia de las aventuras de Joseph Andrews es una de las mejores introducciones a la Inglaterra del siglo XVIII, su interés no es exclusivamente histórico, pues con el paso del tiempo sigue demostrando cómo Fielding creó en esta novela, iluminándola con su espíritu, un mundo propio que sigue hoy tan vivo como hace más de dos siglos.
Formidable escritor y poseedor de una personalidad arrolladora, Gilbert Keith Chesterton convirtió la paradoja y el sarcasmo en sus principales armas literarias.
Las historias de El hombre que sabía demasiado nos presentan a Horne Fisher, un investigador que no resuelve los crímenes gracias a su ingenio ni a sus dotes deductivas, sino por sus conocimientos sobre los entresijos de la política británica y por su intrincada red de contactos. Pero no es el único personaje peculiar de esta recopilación de relatos que subvierten el género policíaco y al mismo tiempo nos ofrecen una de las mejores obras de uno de los grandes autores que ha dado la literatura inglesa.