El lirio en el valle fue publicada en volumen en 1836, e incluida en la edición Furne de 1844. Su escritura se extendió a lo largo de varios años y es un intento de mejorar y replicar a la novela de Sainte-Beuve Volupté (Voluptuosidad), lo que despertó la ira de éste contra Balzac.El médico rural apareció en 1833. En esta novela, que transcurre en 1829, el comandante Genestas llega a una aldea ocultando un secreto. Allí conoce al médico filántropo Benassis, quien ha convertido un pueblo miserable y atrasado en uno próspero.El cura de aldea fue publicada en La Presse en 1839. Véronique Graslin, hija única de comerciantes ricos, se casa con un rico banquero de Limoges, que la abandona por su negocio. A la muerte del marido, su particular belleza atrae a los personajes de la buena sociedad de la ciudad, pero ella dedica su vida a los demás y trata de fertilizar las tierras de los alrededores, adquiriendo fama de santa.La primera parte de Los campesinos se publicó en 1844. Ewelina de Balzac, la viuda del autor, corrigió, completó y enlazó los fragmentos y borradores de la segunda parte y realizó leves cambios en la primera. La publicación póstuma de la novela completa se hizo en 1855. Un exgeneral, famoso por sus hazañas en batalla y nombrado conde de Montcornet por Napoleón, adquiere el Château des Aigues y las tierras que lo rodean en Borgoña, pero verá a toda la sociedad del campo unirse contra él, desde los notables rurales, aún más rapaces que los burgueses de las grandes ciudades, hasta los inquilinos más miserables, que nunca dejan de robarle descaradamente.
La cabeza de Juan el Bautista a cambio de una danza erótica: la pieza teatral en un acto de Oscar Wilde lo reunía todo para escandalizar a la sociedad victoriana. La presente edición reproduce sin censuras las exquisitas ilustraciones originales de Aubrey Beardsley, creadas para la edición inglesa de la obra. La traducción al castellano fue realizada por Rafael Cansinos Assens en 1919.
El narrador de la novela es, como el propio Dostoievski, un escritor cuya primera obra le ha valido reconocimiento, pero que, poco amigo de la sociedad y de la adulación, parece incapaz de proseguir su carrera. Está enfermo y ha aceptado, además, la perdida del amor: Natasha, la joven a la que amaba, se ha fugado con Aliosha, hijo del príncipe Válkovski, contra la voluntad de los padres de ambos. El padre de Aliosha, un hombre maquiavelico y cruel, quiere casarlo con una rica heredera, y no permitirá que nadie arruine sus planes; el padre de Natasha, que, por ende, tiene un pleito con el príncipe, cree que su hija ha llevado el oprobio a su familia y la maldice. Nietzsche decía que Dostoievski era "el único psicólogo del que tenía que aprender algo" y en esta novela asistimos en verdad a un insólito y sorprendente análisis de los recovecos de la bondad y el perdón, de la soberbia y la maldad.
El "Crotalón" (o "Crótalon"), diálogo atribuido a Cristóbal de Villalón, es una obra escrita a mediados del siglo XVI, coincidiendo con un momento de creciente tensión entre las ideas de la Reforma y las nacidas contra esta en Roma y en el Vaticano. El texto, que retoma el argumento de "El gallo" de Luciano de Samósata, nos presenta un agudo y satírico retrato de los vicios sociales, rematado por un último capítulo en que el diálogo se torna una novedosa diatriba contra el estado de cosas de la sociedad europea y española de su tiempo. La renovada interpretación que el autor hace de Luciano, sin separarse por ello de una sólida fundamentación evangélica, avala además una revisión de las costumbres morales y lo sitúa en la línea de los grandes reformadores de la Europa del Renacimiento.
Los viajes de Gulliver es la obra canónica del género de viajes imaginarios, y tiene un valor incalculable como precedente de la literatura fantástica moderna. Jonathan Swift sufrió en carne propia la persecución política y religiosa en la convulsa Irlanda del siglo XVIII, por eso no es de extrañar que, según sus propias palabras, esta novela ?cuya publicación fue todo un ejemplo de cómo burlar la estricta censura de la época? estuviese destinada «más a vejar al mundo que a divertirle». Sin embargo, eso no impide que sea una lectura tremendamente entretenida y totalmente vigente tres siglos después de su primera publicación.
Louisa May Alcott se adelantó a su tiempo. Abolicionista y sufragista convencida, consagró su vida y su obra a hacer del mundo un lugar mejor. Hombrecitos, continuación de la saga iniciada por Mujercitas, se centra en la historia de Jo Bhaer (de soltera, Jo March). La protagonista de Mujercitas vive entregada a los niños de Plumfield, la escuela y guardería que codirige con su marido, Fritz. Gracias a ellos comprendemos que la educación debe ser honesta y garantizar un aprendizaje profundamente humanista. Una muestra inmejorable de las inquietudes literarias y pedagógicas de una de las autoras más queridas de todos los tiempos.