Arthur Alter no está pasando por un buen momento. Profesor universitario, mediocre y sesentón, tiene harta a su jovencísima novia, no puede pagar la hipoteca y sus hijos, Ethan y Maggie, no le dirigen la palabra. Para evitar perder la lujosa casa familiar, Arthur decide invitarles a pasar un fin de semana con la excusa de una reconciliación, pero con la intención real de hacerse con la pequeña fortuna secreta que su difunta esposa Francine les legó.
Desde el fallecimiento de su madre, Ethan vive en Nueva York y se ha convertido en un ermitaño. Ha abandonado su trabajo, se ha comprado un apartamento que no se puede permitir y su parte de la herencia prácticamente ha desaparecido. Maggie, por su parte, se ha convertido en una especie de asceta voluntaria. No quiere tocar el legado de su madre, pero, al mismo tiempo, solo consigue trabajos mal pagados que no le dan ni para subsistir.
Contra todo pronóstico, ambos aceptarán la invitación de su padre sin que este imagine que todos tienen una agenda oculta.
Los altruistas es una oscura y divertida saga familiar que afronta la división entre los babyboomers y su descendencia millennial, que nos recuerda que todos cometemos errores y que, de alguna manera, lo importante es encontrar el camino de vuelta.
Han pasado varios años desde que los Hernández, detectives en el barrio de Sant Andreu, tuvieron que cerrar su agencia. El mundo ha cambiado y la familia se ha disgregado: Mateo, el padre, trabaja en unas oficinas en la parte alta de Barcelona; Amalia, en una empresa especializada en seguridad, y Nora, que siempre quiso llevar una vida tranquila, da clases en una academia nocturna. Aunque no lo reconozcan, han compartido muchos casos en el pasado, algunos muertos y, por más que quieran evitarla, alguna cuenta pendiente, que Lola, la matriarca, les recuerda. También para que irremediablemente vuelvan a reunirse, y actúen juntos. ¿Abrirán de nuevo la agencia? Nuestros muertos es la esperada y brillantísima continuación de Un asunto demasiado familiar y Los buenos hijos, una serie policiaca que cuenta además la historia de una familia disfuncional. Secretos que se callan, la convivencia con algunas enfermedades mentales, y sobre todo la inteligencia para resolver asuntos muy actuales, se entremezclan en una parte muy reconocible de la Barcelona de nuestros días.
Una novela de fantasía de inspiración asiática.
La princesa Jisun de la dinastía Beongae, hija de las Tormentas, ha desaparecido.Todo empezó con el atentado: un infierno de llamas malvas que ni siquiera los monjes del Sol lograron controlar. Nadie sabe quién está detrás, ni tampoco que la princesa ha desaparecido. Su hermano, el príncipe Jisoo Beongae, ha de encontrarlos a ella y a sus secuestradores, y deberá hacerlo en secreto, pues los responsables del fuego malva podrían esconderse en cualquier parte: en las otras dinastías, en ese barco del Continente que ha arribado a las costas losbitas por primera vez en dieciséis años…o entre las sombras del propio palacio Beongae.
Por desgracia, Jisoo se verá obligado a aceptar a tres compañeros de viaje: Aiya, una monje del Sol, rival de los Beongae; Dharani, una descarada bailarina que domina la magia del Eco, y Conreth, un extranjero venido del Continente en misteriosas circunstancias. Mientras tanto, en algún lugar del imperio, Bian, una joven sin magia, hace germinar una flor.
En una fría noche de noviembre, Guido Brunetti recibe una llamada de su colega, el ispettore Vianello, alertándole de que se ha visto una mano en uno de los canales de Venecia. Pronto se encuentra el cuerpo y se asigna a Brunetti la investigación del asesinato de este inmigrante indocumentado. Dado que no existe un registro oficial de la presencia del hombre en Venecia, se ve obligado a utilizar fuentes de información mucho más suculentas en la ciudad: los chismes y los recuerdos de las personas que conocieron a la víctima. Curiosamente, había estado viviendo en una pequeña casa en los terrenos de un palazzo propiedad de un profesor universitario, en el que Brunetti descubre libros que revelan el interés de la víctima por el budismo, los revolucionarios Tigres Tamiles y la última cosecha de terroristas políticos italianos, activos en la década de los ochenta.
Lynette está peligrosamente cansada. Entre cuidar a su hermano discapacitado, estudiar y trabajar, hay días en los que quiere tirar la toalla. Pero tiene un sueño que la motiva a seguir adelante y que, después de años de esfuerzo, está al alcance de su mano: comprar la modesta casa en la periferia de Portland donde vive con su familia. Es la única manera de asegurarse un futuro medianamente digno. Cuando su plan se viene abajo, Lynette, en un intento por salvar la situación, se embarcará en una odisea desesperada de 48 horas a través de una ciudad en la que reina la codicia y la ambición.
He aquí la historia dramática de la cultura.
La pesadilla que vive la ciudad no es una ficción. Sí, es verdad. Están quemando las bibliotecas de los ateneos, del centro de estudios Germinal, del señor Casares... El humo no levanta el vuelo. Es pegajoso. Huele a carne humana.
En esta novela, las vidas de los libros, las personas y el lenguaje se cruzan y entrelazan en un intenso relato de suspense que transcurre desde el siglo XIX hasta nuestros días, entre la atrocidad autoritaria y la indomable libertad.
Los libros arden mal es un universo poblado de voces
insólitas, de memorias que retumban o murmuran de forma
inolvidable, verdadera literatura donde todo está en vilo.