La presente obra ofrece una amplia e imprescindible introducción para entender la historia y el pensamiento del judaísmo clásico, la época comprendida entre la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70 y el final de las academias rabínicas en el siglo XI. En este periodo, conocido como rabínico, se asentaron las bases que han marcado el judaísmo posterior y que han influido en la vida judía hasta nuestros días.
La primera parte proporciona una panorámica de los hechos más importantes que acontecieron durante este tiempo: desde la guerra judía, el ocaso del Santuario y el levantamiento de Bar Kokba, pasando por la cristianización del Imperio romano y sus repercusiones en Palestina, hasta la invasión de los persas y los árabes. En la segunda parte se detalla la organización del judaísmo rabínico: el Patriarcado, el sanedrín, el Exilarcado, la jurisdicción judía, el Rabinato, la sinagoga y la educación. La tercera parte está dedicada al mundo religioso de los rabinos y a la explicación de sus temas fundamentales: la revelación en el Sinaí, la interpretación de la Escritura (la hermenéutica rabínica), la halaká y la haggadá; finalmente se presenta un esbozo de la mística rabínica. La cuarta y última parte se centra en el marco cultural donde se desarrolló el movimiento rabínico: su relación con el helenismo, con el cristianismo y con la gnosis, el arte judío y las influencias mutuas entre judaísmo e islam.
Los símbolos ejercen un fuerte control en el siglo XXI y lo han hecho durante miles de años. Desde emblemas nacionales a logotipos corporativos y emojis, nuestra vida cotidiana está repleta de iconos que hunden sus raíces en un pasado remoto. El experto historiador del arte Matthew Wilson traza las trayectorias, a menudo sorprendentes, que han seguido los símbolos a lo largo de la historia, desde sus propósitos originales hasta sus significados modernos, identificando los temas e ideas comunes que relacionan culturas aparentemente dispares. Así, nos encontramos con el halcón como símbolo de autoridad desde los antiguos faraones egipcios hasta la aristocracia medieval; el perro como compañero incondicional desde la época clásica hasta el Renacimiento; y la mítica ave fénix como símbolo de poder femenino que conecta a una reina inglesa con una diosa china. Desde las pinturas rupestres paleolíticas hasta obras artísticas contemporáneas, Wilson nos guía hábilmente por este mundo de símbolos, mostrando su perdurable capacidad para expresar poder, esperanza, miedo y fe, y para crear y comunicar identidades, uniendo —o dividiendo— a los pueblos que los crearon.
El Libro del Islam es una guía integral esencial para tener una visión completa de la cultura islámica. Aquí encontrará escritos claros y fácticos que ofrecen información sobre términos como la ley sharía, el califato y la yihad; las divisiones entres suníes y chiítas; y la poesía y música sufíes.
Esta guía esencial del Islam cubre todos los aspectos de la fe musulmana y su historia, desde la vida del profeta Mahoma y las enseñanzas del Corán hasta el islam en el siglo XXI. Infórmese sobre temas modernos como el fundamentalismo, el trabajo de tradicionalistas pacíficos, modernizadores y activistas y defensores de los derechos de las mujeres, así como los principios centrales del islam, como la oración, el ayuno y la peregrinación.
El nombre egipcio original del Libro de los muertos era Libro de la salida al día o Libro de la emergencia a la luz y los egiptólogos coinciden en que se trata de un texto funerario que se utilizó desde el comienzo del Imperio nuevo (1540 a.C) hasta el 60 a.C. La obra recoge una serie de sortilegios mágicos destinados a ayudar a los difuntos a superar el juicio de Osiris, asistirlos en su viaje a través de la Duat, el inframundo, y viajar al Aaru, en la otra vida. El libro de los muertos, que se introducía en el sárcofago o cámara sepulcral del fallecido, forma parte de una serie de textos funerarios cuyo origen se sitúa en los Textos de las pirámides y Textos de los sarcófagos, escritos en muros de tumbas o ataúdes y no utilizando papiros. Algunos de los conjuros del Libro de los muertos proceden de esos textos antiguos (III milenio a.C) y otros se compusieron más tarde y corresponden al llamado Tercer periodo intermedio (siglos XI-VII a.C). No existía un único y canónico Libro de los muertos, los papiros que han llegado hasta nosotros contienen una variada selección de textos religiosos y mágicos y difieren notablemente en sus ilustraciones. Algunas personas encargaban sus propias copias del libro, quizá con una selección de los sortilegios que consideraban más importantes para su propia progresión en la otra vida. La obra fue comúnmente escrita con jeroglíficos o escritura hierática sobre rollos de papiro y a menudo se ilustraba con viñetas que representan al difunto y su viaje al más allá. Respecto a los sortilegios, a día de hoy se conocen 192 con una gran cantidad de propósitos, aunque ningún manuscrito individual los contiene todos. Algunos sirven para dar al fallecido conocimientos místicos en el más allá o identificarlo con los dioses, como el conjuro diecisiete, una extensa descripción del dios Atum. Otros encantamientos buscan garantizar que se preserven todas las partes del cuerpo del fallecido, otorgarle el control sobre el nuevo mundo que se abre ante él o protegerle de fuerzas hostiles. Los más famosos se refieren al juicio de Osiris en el ritual del Pesado del Corazón.
Esta exhaustiva obra maestra de la espiritualidad presenta unas sencillas y poderosas prácticas de la tradición tibetana, asequibles a cualquier persona, sea cual sea su religión o tradición cultural, para que pueda transformar su vida, prepararse para la muerte y ayudar a los moribundos. El libro tibetano de la vida y de la muerte expone con claridad y un rigor sin precedentes la majestuosa visión que nos ofrece la tradición tibetana y combina esta sabiduría milenaria con la moderna investigación sobre la muerte, los moribundos y la naturaleza del universo para comprender, encarnar e integrar las enseñanzas budistas en la vida cotidiana. Esta no es solo una obra maestra espiritual, sino también un manual, una guía, un libro de consulta y una fuente de inspiración sagrada.
Estos dos breves tratados del renombrado cabalista Iosef Gikatilla (1248-1325) se centran en dos de los secretos cabalísticos más fundamentales: la serpiente del Génesis y el Hashmal del libro de Ezequiel.
Gikatilla fue alumno del mítico Abraham Abulafia, y estuvo en estrecha relación con Moisés de León, el presunto autor/recopilador del Sefer haZohar, así como con otros grandes cabalistas de su época. Como escribe el erudito Charles Mopsik, "La abundancia de sus escritos, que tocan todos los temas importantes, atestigua que en su época la Cábala ya era capaz de ofrecer una interpretación total del judaísmo y de plantearse como una alternativa creíble, no sólo a la filosofía, sino también a la exégesis literal y al formalismo legalista de la enseñanza rabínica clásica".
Ésta es la primera vez que el Sod ha Najash y el Sod haHasmal se traducen a una lengua occidental.