El gran artista Pieter Bruegel el Viejo (h. 1526/31-1569) fue un pintor y dibujante dotado de una inventiva extraordinaria que hizo historia a través de sus hermosos paisajes, sus motivos religiosos, notables por su autenticidad, y su reflejo de la vida cotidiana. Bruegel destaca sobre todo por su representación del mundo campesino y la cultura popular, ganándose el apodo de Bruegel el Campesino. Ya fuera con su retrato de cazadores temblando en medio de la nieve o la escena de una feria bulliciosa, Bruegel elevó la agricultura, las fiestas, las reuniones y los juegos del mundo rural a la categoría de arte.
Este libro reúne las obras más famosas y revolucionarias de Caravaggio, que explican por qué este artista está considerado uno de los pintores más importantes del Barroco y su influencia sobre artistas como Ribera, Vermeer, Rembrandt, Delacroix, Courbet y Manet.
Este libro esencial sobre la figura de Toulouse-Lautrec recorre un universo de cantantes, bailarinas, músicos y prostitutas para descubrir a un artísta dotado de un gran empatía, una habilidad figurativa sorprendente y una sensibilidad única para captar la energía y las historias propias de una ciudad.
Con sus escaleras imposibles o sus mosaicos hechos de pájaros, el artista holandés M.C. Escher (1898-1972) creó un lenguaje gráfico único de rompecabezas, patrones singulares y pautas matemáticas. Denso, complejo y construido sobre principios intrincados, su trabajo, decorativo y lúdico y al mismo tiempo, juego continuamente con las ilusiones ópticas y las limitaciones de la percepción sensorial. Para matemáticas y científicos, Escher fue un genio. Para los hippies, un pionero del arte psicodélico. Este libro introductorio se adentra en la brillante mente de Escher a través de sus obras clave, fruto de su continua investigación acerca de la imagen y la percepción. En el camino esperan peces mutando en pájaros, lagartijas que parecen escaparse de la página, reflexiones magistrales, laberintos infinitos y algunas de las imágenes más alucinantes del arte del siglo XX.
Paul Gauguin (1848-1903) no estaba hecho para las finanzas. Tampoco duró mucho en la marina francesa, ni como vendedor de carpas en Copenhaugue porque no sabía hablar danés. Empezó a pintar en su tiempo libro en 1873. y en 1876 participó en el Salón de París. Tres años después, exponia junto a Pissarro, Degas y Monet. Vehemente y gran bebedor, Gauguin solía autoadjetivarse como «salvaje». Su íntima pero agitada amistad con el también temperamental Vincet van Gogh llegó a su clímax con un incidente violento en 1888, cuando Van Gogh se enfrentó supuestamente a Gauguin con una navaja de afeitar y más tarde se cortó la oreja. Poco después, tras completar una de sus obras maestras, La visión tras el sermón (1888), Gauguin se trasladó a Tahití con la intención de escaparse de «todo lo artificial y convencional» del mundo.
Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni (1475-1564), nacido en la localidad italiana de Caprese (Toscana), fue un hombre del Renacimiento, atormentado y temeroso de Dios, con un talento prodigioso. Sus múltiples logros en pintura, escultura, arquitectura, poesía e ingeniería combinaron cuerpo, espíritu y religiosidad en visionarias obras de arte que cambiaron para siempre la historia del arte. El famoso biógrafo Giorgio Vasari lo situó en la cúspide del Ranacimiento. Sus coetáneos lo llamaban simplemente il divino (el divino). Este libro proporciona una detallada introducción sobre Miguel Ángel y todas sus formidables obras maestras, sin colas ni multitudes. A través de magníficas ilustraciones y textos accesibles, se exploran la extraordinaria figuración del artista y su famoso estilo de la terribilitá (grandeza trascendental), que permitió la representación del drama humano y bíblico con una escala y fervor irresistibles. Con un recorrido por los centros de poder de la Italia del Renacimiento, analizamos sus principales encargos y su excepcional capacidad para crear composiciones espaciales, ya sea en la famosa Biblioteca Laurenziana en Florencia o en la Capilla Sixtina, en el Vaticano, cuya bóveda y testero lucen los extraordinarios frescos (1508-1512) del artista. Desde el formidable David hasta el desgarrador dolor y la fe de la Pietá o el vívido drama del Juicio Final de la Capilla Sixtina, este libro constituye una breve pero rigurosa introducción a un verdadero gigante de la historia del arte y a algunas de las obras de arte más faosas del mundo.
Las cautivadoras imágenes creadas por Frida Kahlo (1907-1954) son, en muchos sentidos, la manifestación de un trauma. Sufrió un accidente de tráfico casi mortal a los 18 años, numerosos problemas de salud, un matrimonio turbulento y varios abortos que le impidieron tener hijos y, sin embargo, supo transformar todas sus aflicciones en arte revolucionario.
En sus autorretratos reales y metafóricos, Kahlo contempla al espectador con una mirada audaz, negándose a ser una víctima pasiva y entrelazando símbolos de su experiencia en un híbrido lenguaje de vida surrealista: pelo, raíces, venas, enredaderas, tentáculos y trompas de Falopio. Muchas de sus obras también exploran los ideales políticos comunistas, que Kahlo compartía con Rivera. La artista describió sus cuadros como «lo más sincero que podía hacer para expresar lo que siento dentro y fuera de mi ser».
Este libro ofrece un amplio repaso de la obra de Kahlo, que descubre su inagotable determinación como artista y su importancia como pintora, icono feminista y pionera en la cultura latinoamericana.
Pintor, escultor, escritor, cineasta y un auténtico showman, Salvador Dalí (1904-1989) fue uno de los personajes más exhibicionistas y excéntricos del siglo xx. Pionero en introducir en el arte las ideas del psicoanálisis freudiano, es célebre en particular por sus prácticas surrealistas, con ideas tales como los relojes blandos o el teléfono langosta, que se han convertido en iconos del movimiento surrealista y del arte moderno en general.
Dalí solía describir sus cuadros como «fotografías de sueños pintadas a mano». La precisa representación de elementos estrambóticos y su disposición incongruente crean una incitante tensión e interés. El mismo Dalí explicó que pintaba con «el afán de la precisión más imperialista», pero solo «para sistematizar la confusión y contribuir al descrédito total del mundo de la realidad».
Con su peculiar bigote revolucionó el papel del artista representando a un personaje polémico en la esfera pública y creando obras que, además de contemplarse en las paredes de las galerías, podían consumirse en el ámbito de las artes gráficas, la moda, la publicidad, la escritura y el cine.
Este libro descubre las pinturas y la personalidad de Dalí, mostrando no solo su destreza técnica sino también sus composiciones provocadoras y sus temas estimulantes, como la muerte, la decadencia y el erotismo.
Resultado de una larga conversación de cincuenta horas preparada sobre un cuestionario de quinientas preguntas, El cine según Hitchcock -aciaraba Francois Truffaut- es «un libro del que no me considero autor, sino tan sólo iniciador o, mejor aún, provocador». A lo largo de sus páginas, las circunstancias que rodearon el nacimiento de cada film, la elaboración de los guiones, los problemas de la puesta en escena y la valoración del resultado comercial de las películas son los ejes que articulan el apasionante diálogo que sostienen en él ambos realizadores.