Una innovadora biografía de Edgar Allan Poe que pone de relieve su fascinación y sus enemistades con la ciencia.
Edgar Allan Poe no fue solo autor de relatos góticos y poesía, crítico y periodista, sino también un pensador profundamente interesado en la ciencia y la filosofía natural. Este libro del profesor John Tresch profundiza en esta apasionante faceta de un Poe que vivió el febril dinamismo de dichas disciplinas a lo largo del siglo XIX en Estados Unidos. A través de viñetas biográficas, cartas privadas, el análisis de su obra y breves ensayos sobre diversas teorías científicas, esta minuciosa investigación explora cómo el entorno intelectual de la época, caracterizada por rápidos avances en astronomía, física y otras ciencias naturales, contribuyó a moldear su imaginación.
Esta es una innovadora biografía del autor de El escarabajo de oro que pone de relieve su relación de amor y odio con la ciencia, así como la curiosidad de un poeta melancólico, ensayista cosmológico y narrador detectivesco cuyos escritos exploraron lo oscuro y misterioso: esto es, la razón de ser de la ciencia.
De enero de 1912 a mayo de 1915, Arnold Schönberg llevó un diario―el único del que se tiene constancia―en el que anotó sus vivencias, sentimientos y reflexiones. A pesar de su brevedad, se trata de un documento de enorme interés, pues nos brinda una instantánea de su vida en Berlín en un momento trascendental de su carrera, mientras componía Pierrot lunaire. El presente volumen incluye además el texto con el que presentó su ópera cómica De hoy a mañana en una emisión radiofónica de la Funk-Stunde Berlin. Asimismo, Josef Rufer, discípulo y estrecho colaborador de Schönberg, ofrece a modo de homenaje un ensayo en agradecimiento a lo que vivió y aprendió del maestro desde 1919, cuando lo conoció, hasta su muerte.
En contadas ocasiones, la historia de una vida es también la historia de una época. Tras jugar un papel importante como comunista bajo el régimen autoritario de Pilsudski, haber ido a la guerra, y haber conocido las cárceles y los gulags de la Unión Soviética, Aleksander Wat logra regresar vivo a su Polonia natal en 1947 para emigrar a Francia en 1958, ya muy enfermo, hastiado del clima asfixiante y opresivo de la falta de libertad. Pero su enfermedad le impedía escribir. Será Czes_aw Mi_osz, conocedor extraordinario de su historia, quien le proponga llevar a cabo una serie de entrevistas que posteriormente transcribiría y que conformarán un libro de memorias fundamental del convulso siglo xx.
Caballero entre los caballeros, poeta entre los poetas, donjuán entre los donjuanes, tahúr entre los tahúres de burdel. Tan exquisito como insidioso en la palabra. Tan arriesgado como apasionado en los dormitorios ajenos. Tan hábil como excesivo con los naipes. Tan gallardo montando a caballo como implacable alanceando toros, hasta el punto de que inventaron para él, según dicen, la expresión de «picar demasiado alto». Don Juan de Tassis, conde de Villamediana, escribió su propia leyenda en el Siglo de Oro: la de un caballero español cuya fama, de Flandes a Roma y de Nápoles a París, traspasó todas las fronteras.
Rüdiger Safranski nos presenta a Kafka ante la tarea de escribir y se acerca así al secreto de unos textos que presagiaron en gran medida la condición humana de nuestro tiempo. En las cartas y otros documentos del genial autor, Safranski descubre los momentos de felicidad que Kafka experimentaba ante su escritorio, y también aquellos instantes en los que el mundo se le aparecía como completamente extraño y ajeno. A partir de semejantes experiencias en el límite, las obras de Kafka se entienden entonces con una fuerza insólita. Kafka, de Safranski, nos conduce de forma magistral al centro de una obra literaria que se cuenta entre las cimas de la literatura universal. Para el autor de El proceso o El castillo, escribir fue la existencia misma; la escritura significaba para él mucho más que realizar una obra perfecta, pues solo en aquella encontraba Kafka un refugio ante la culpa y las miserias del mundo.
Una fascinante enciclopedia ilustrada para descubrir el universo de la famosa novelista inglesa.
Modesta lady de la nobleza rural, al igual que muchas de sus heroínas, Jane Austen podría haber convertido su vida en el tema de una de las novelas que escribió. Para entender las raíces de su inspiración y talento, este espléndido volumen aborda todos los aspectos de su biografía:
- Su círculo familiar y sus amistades.
- Esa Inglaterra tan querida por ella y que apenas abandonó.
- Su obra, aparentemente exigua pero tan trascendente (seis novelas completas, dos apenas esbozadas, un puñado de cartas y escritos juveniles).
- Las adaptaciones y los escenarios de los múltiples rodajes realizado a partir de su legado literario.
A través de todo esto, además de divertidos testimonios, direcciones imprescindibles y fascinantes referencias culturales, los lectores aprenderán todo lo que siempre quisieron saber sobre la escritora inglesa, convirtiéndose así en auténticos austenitas.
Hija de uno de los mayores mitos de Estados Unidos y criada en el territorio salvaje de Graceland, Lisa Marie Presley cuenta por primera vez su historia en estas memorias sinceras, conmovedoras y totalmente únicas, fielmente completadas por su hija, Riley Keough.
En 2022, Lisa Marie Presley le pidió a su hija que la ayudase a terminar las memorias que tanto tiempo llevaba preparando.
Un mes después, Lisa Marie fallecía, dejando al mundo sin la posibilidad de escuchar su historia en sus propias palabras. Nunca llegarían a descubrir a la mujer apasionada, alegre, cariñosa y complicada que Riley tanto quería y añoraba.
Riley recogió las cintas que su madre había grabado para el libro, se tumbó en su cama, y escuchó a Lisa Marie contar historia tras historia sobre cómo solían estrellar coches de golf en los jardines de Graceland, sobre el amor incondicional que le profesaba su padre, sobre el tiempo que pasaban en la planta de arriba, solos los dos. Y sobre cómo tuvieron que sacarla a la fuerza del cuarto de baño mientras corría chillando hacia su cuerpo, inerte en el suelo. Sobre su vida con su madre en Los Ángeles, donde pasaba de un colegio a otro, acumulando expulsiones, siempre metida en líos. Sobre la especial relación con Danny Keough, que se prolongó durante toda su vida, sobre su matrimonio con Michael Jackson y todo lo que tenían en común. Sobre la maternidad. Sobre los abismos de la adicción. Sobre la tristeza que la acechaba constantemente. Riley supo que tenía que cumplir el deseo de su madre y compartir esos recuerdos, incandescentes y dolorosos, con el mundo.
Salvaje, voraz y creativa: así fue la vida de la pintora Suzanne Valadon. Hija de una lavandera viuda, hizo y fue de todo antes de dedicarse a la pintura: modista, obrera, florista de una funeraria, camarera, acróbata, modelo… Pero, en aquel Montmartre parisino de finales del siglo XIX e inicios del XX, en un momento en el que las mujeres quedaban relegadas al salón burgués, al claustro conventual, a la máquina proletaria o al lecho prostibulario, Suzanne no se dejó encasillar. Modelo de algunos de los artistas más aclamados de la primera modernidad, como Renoir, Degas o Toulouse-Lautrec (quien la bautizó tal como ahora la conocemos), no tardó en convertirse ella misma en una afamada pintora. Así, entre lienzos, amantes y alcohol, consiguió salir de la extrema miseria en la que había vivido hasta el momento y comenzó a disfrutar del reconocimiento de los exigentes círculos artísticos parisinos y de una notable fortuna que no le preocupó malgastar antes de morir. Entretanto, pintó su vida de colores, se la comió a mordiscos y se la bebió de un tirón.
En 1870, el enfado de Cézanne (1839-1906) ante los sucesivos rechazos del Salon parisino a su trabajo acabó en advertencia: «Reirá mejor quien ría el último». Tomó dos guías seguros, Hércules y Moisés. Y buscó sin desaliento dotar a su arte de una base ética y conseguir «la lógica de las sensaciones organizadas». Arte, ciencia, literatura y filosofía recorren cada momento de su paciente trabajo. Para descifrar su objetivo: «la verdad en pintura». Y para ello diseñó un triple programa: escrúpulos ante las ideas, sinceridad ante uno mismo, sumisión ante el objeto. De modo que en la mente de Cézanne se registró una biblioteca imaginaria en tres volúmenes. El primero contenía la creencia de que tenía un proyecto, un camino, y que bastaba con seguirlo sin desfallecer. El segundo era un ensayo sobre el mundo moderno en el que se declaraba que éste era un lugar desgarrador pero que, sin trascenderlo, todo trabajo era inútil.