Un ensayo clave para entender el fascismo español en todas sus dimensiones.
De todas las dictaduras europeas del siglo xx solo hubo dos «regímenes fascistas» significativos y las diferencias entre ellos eran tan profundas que parecían no pertenecer a la misma tipología política: el italiano original y el nacionalsocialismo alemán.
En España influyó especialmente el fascismo italiano, porque llegó primero y porque era un país más afín que Alemania, aunque realmente no se desarrolló hasta la Segunda República. En esencia, el fascismo español, representado por Falange, era muy débil, y la caída del Gobierno de Mussolini en 1943 también inició un largo proceso de abandono, que se materializó con la transformación de Falange en Movimiento Nacional por Franco, cuyo final no se produjo hasta 1977.
Las figuras de José Antonio Primo de Rivera y Franco confluyeron en un momento crítico de la historia española. La victoria del segundo en la Guerra Civil sirvió, en parte, para difuminar la personalidad y la obra del fundador del fascismo en España.
Hace más de dos mil quinientos años, los griegos, encabezados por Atenas y Esparta, sentaron las bases de la ciencia, las artes, la política y el derecho modernos. Pero la influencia de los griegos no terminó con la caída de su civilización clásica.
En esta historia completa de los griegos, el célebre helenista Roderick Beaton nos sumerge en tres milenios y medio de fascinantes cambios, un periplo en el que descubriremos a uno de los pueblos más influyentes de la humanidad.
Desde la Grecia minoica y micénica, inspiración de los mitos y los héroes homéricos, llegaremos hasta el esplendor clásico del Partenón y la filosofía para cabalgar luego junto a Alejandro Magno en su conquista del mundo. Durante el Imperio romano, los griegos continuaron siendo una fuerza de primer orden, y el Imperio bizantino fue la gran potencia medieval.
Entre el siglo I a. C. y el II d. C. varios millones de personas de clase media y baja constituyeron la plebe romana. Su historia suele permanecer en la penumbra. En este retrato, Nicolas Tran privilegia a estos habitantes ?ordinarios?.
Diario de Berlín es un clásico, la mejor crónica de la Europa de entreguerras, un libro que sigue siendo de lectura obligada para conocer el período más oscuro y fascinante del siglo XX.
Publicado por vez primera en 1941, la clarividencia, la pasión y la tensión de Diario de Berlín encontraron un público ávido de información y lo convirtieron de inmediato en un texto de referencia sobre el torrente de acontecimientos que se sucedían en Europa.
La férrea censura de los nazis obligó a Shirer, corresponsal en Berlín de la CBS, a reservar lo mejor de su lucidez e inteligencia para su diario personal. Sus extraordinarias anotaciones constituyen la crónica periodística que no pudo transmitir. Iluminado por un profundo conocimiento de la vida alemana y europea de la época y la comprensión de las corrientes más profundas de la política internacional, en sus páginas presenciamos el arrogante avance del Tercer Reich y la imparable marcha de Europa hacia la guerra.
Diario de Berlín demuestra que el periodismo a veces no solo es el primer borrador de la historia, sino su mejor versión.
Willliam Shirer ejerció como corresponsal en Berlín para la CBS desde 1934 hasta 1941. Sus apasionadas crónicas, pioneras en ese género, pronto llamaron la atención de los censores nazis, que escrutaban con atención su trabajo. El avance de la guerra propició el crecimiento de la propaganda y dificultó enormemente el trabajo de corresponsales como Shirer, quien decidió escribir un diario en paralelo donde dejar testimonio de todo aquello que no podía decir en sus célebres alocuciones. Su Diario de Berlín quedó interrumpido abruptamente en 1941 a causa de su expulsión del país y su regreso a Estados Unidos. Shirer tuvo que abandonar Alemania en mitad de la guerra, cuando media Europa estaba en llamas y la mayoría de su población judía en los campos de exterminio.
Regreso a Berlín es la esperada continuación de su diario berlinés y su personal ajuste de cuentas con el Reich de los mil años que vio su fin mucho antes de lo previsto. Iniciado en Estados Unidos durante 1944, nos informa de la creación de un nuevo organismo: la Organización de las Naciones Unidas, y anticipa la importancia que tendría en la gestión del marco geopolítico que surgirá después de la guerra. En 1945 vuelve a Europa por fin, al París recién liberado, y regresa a Berlín, ciudad devastada por los últimos meses del conflicto. Desde allí viaja a Nuremberg para cubrir los juicios contra los jerarcas nazis y ofrece una vez más su brillante interpretación histórica de los acontecimientos que vive, a la par que deja traslucir cierta actitud pesimista frente al mundo surgido de las cenizas de la guerra.
Año 1803. Domingo Badía Leblich, un ilustrado catalán con una mente brillante y un espíritu aventurero, recibe una misión secreta del gobierno español. Con el respaldo del poderoso Manuel Godoy y el rey Carlos IV, adopta la identidad de un príncipe musulmán, Alí Bey el Abbassí, y parte rumbo al norte de África con un doble propósito: estudiar el mundo islámico y recabar información clave para la Corona. Desde las bulliciosas calles de Tánger hasta los suntuosos palacios de Fez y Marrakech, Alí Bey es acogido como un noble extranjero, un sabio versado en la cultura islámica. Sin embargo, tras los banquetes y las recepciones diplomáticas, se esconde una peligrosa red de alianzas, espionaje y traiciones. Sus informes detallan las fuerzas militares del sultán de Marruecos, la influencia francesa y británica en la región y la posibilidad de que España recupere su poder en tierras africanas. Pero su audaz empresa no se detiene allí. Su viaje lo lleva a cruzar el Mediterráneo, adentrándose en los dominios otomanos. En Egipto, Palestina, Damasco y Constantinopla, debe sortear la vigilancia de espías enemigos, la desconfianza de los ulemas y los peligros de su propia identidad secreta. Su mayor hazaña, sin embargo, será su llegada a la ciudad santa de La Meca, un territorio prohibido para los no musulmanes.