We the People traza la historia del constitucionalismo estadounidense, desde la fundación de la República hasta la revolución de los derechos civiles de la década de 1960 y la crisis actual provocada por la governance neoliberal, para afirmar con todo vigor la función primordial desempeñada por el poder constituyente del pueblo estadounidense en el ritmo de producción de la norma constitucional y del derecho positivo. Lejos de afirmar un modelo constitucional basado en la reproducción de la norma jurídica al ritmo de los equilibrios de un poder constituido congelado en el tiempo, el profesor Ackerman reivindica y reconstruye con toda precisión teórica los momentos histórico-constitucionales, producto genuino de procesos intensísimos de lucha de clases y de antagonismo social, en los que la voz del pueblo se impone en un complejo juego de desplazamientos de los equilibrios institucionales y de innovaciones en el campo jurídico-constitucional. En el caso de la historia estadounidense, la fundación de la República contra el dominio colonial, la Guerra Civil contra el Sur racista, el New Deal contra el modelo del laissez faire liberal y la revolución de los derechos civiles contra el segregacionismo del sistema de Jim Crow han supuesto una mutación fundamental del pacto constitucional de la nación y la inauguración de un nuevo ciclo político y legislativo. Estos puntos de inflexión despliegan con toda nitidez la potencia del poder constituyente contra la usurpación tendencial de los sucesivos pactos constitucionales por el poder constituido ligado a las clases y los grupos sociales, cuyo poder proviene de estructuras de dominación que la constitución política intenta someter a la voluntad democrática del pueblo. El libro contiene, pues, una teoría de la constitución entendida como resultado de la radicalización de la democracia mediante la imposición de nuevas cartas de derechos fruto de las nuevas necesidades políticas y socioeconómicas de la inmensa mayoría.
We the People traza la historia del constitucionalismo estadounidense, desde la fundación de la República hasta la revolución de los derechos civiles de la década de 1960 y la crisis actual provocada por la governance neoliberal, para afirmar con todo vigor la función primordial desempeñada por el poder constituyente del pueblo estadounidense en el ritmo de producción de la norma constitucional y del derecho positivo.
Lejos de afirmar un modelo constitucional basado en la reproducción de la norma jurídica al ritmo de los equilibrios de un poder constituido congelado en el tiempo, el profesor Ackerman reivindica y reconstruye con toda precisión teórica los momentos histórico-constitucionales, producto genuino de procesos intensísimos de lucha de clases y de antagonismo social, en los que la voz del pueblo se impone en un complejo juego de desplazamientos de los equilibrios institucionales y de innovaciones en el campo jurídico-constitucional.
En el caso de la historia estadounidense, la fundación de la República contra el dominio colonial, la Guerra Civil contra el Sur racista, el New Deal contra el modelo del laissez faire liberal y la revolución de los derechos civiles contra el segregacionismo del sistema de Jim Crow han supuesto una mutación fundamental del pacto constitucional de la nación y la inauguración de un nuevo ciclo político y legislativo. Estos puntos de inflexión despliegan con toda nitidez la potencia del poder constituyente contra la usurpación tendencial de los sucesivos pactos constitucionales por el poder constituido ligado a las clases y los grupos sociales, cuyo poder proviene de estructuras de dominación que la constitución política intenta someter a la voluntad democrática del pueblo.
El libro contiene, pues, una teoría de la constitución entendida como resultado de la radicalización de la democracia mediante la imposición de nuevas cartas de derechos fruto de las nuevas necesidades políticas y socioeconómicas de la inmensa mayoría.
Examinando retórica, normas políticas, literatura popular y las teorías científicas a lo largo de 400 años, Nancy Isenberg rechaza las suposiciones sobre la sociedad libre de clases de Estados Unidos, donde la libertad y el trabajo duro te garantizan una verdadera movilidad social. Los blancos pobres miserables y sin tierra han existido desde la época del primer asentamiento colonial británico hasta los actuales 'hillbillies'. Marginados como clase, la escoria blanca siempre ha estado en el centro de los principales debates políticos sobre el carácter de la identidad estadounidense. Reconocemos la injusticia racial como una mancha desagradable en la historia de Estados Unidos. Con este libro tendremos que enfrentar la verdad sobre la naturaleza duradera y malévola de la clase también.
Will Smith, un niño inseguro criado en el tenso Oeste de Filadelfia, se convirtió primero en una de las mayores estrellas del rap de su era y luego en una de las mayores estrellas de Hollywood de todos los tiempos, con una sucesión de éxitos de taquilla que muy probablemente no se interrumpirá nunca. Es una historia épica de transformación interior y de triunfo exterior; una historia que Will narra extraordinariamente bien. Y, sin embargo, eso es solo la mitad de la historia.
Will Smith pensaba, y con razón, que había ganado la lotería de la vida: no era solo que su propio éxito no tuviera parangón, sino que toda su familia, al completo, se hallaba en el pináculo del mundo del entretenimiento. Sin embargo, ellos no lo veían así: se sentían como los protagonistas del circo de Will, un trabajo que les ocupaba los siete días de la semana y que no habían solicitado.