Tan sugestiva, turbulenta y compleja como su obra literaria, la vida de James Joyce ha sido durante décadas objeto de estudio por las conexiones que tiene con títulos como Dublineses o Ulises, pero también el centro de una poderosa fascinación por un personaje genial. Y su correspondencia es, sin lugar a dudas, la mayor fuente de detalles, secretos y sorpresas, y una de las mejores formas de construir su biografía a partir de una escritura que nació para no ser compartida. Esta edición en dos volúmenes preparada y traducida por Diego Garrido es la más completa hasta la fecha en cualquier idioma. Este primer volumen reconstruye un viaje deslumbrante entre 1900 y 1920 por distintos lugares (Dublín, París, Pola, Zúrich, Trieste...), por las personas con las que se relacionaba (sus padres y hermanos, escritores como Yeats, Ibsen, Svevo o Pound, su esposa Nora, sus editores y sus mecenas, sus estudiosos y críticos...) y por su propia obra, reconstruyendo la cronología de la escritura y publicación de sus cuentos, poemas y novelas.
El primer encuentro con Chichita, en París, en abril de 1962, es, junto con su participación en la Resistencia y su entrada en la editorial Einaudi, uno de los momentos que Italo Calvino identificó como cruciales en su vida. Argentina de nacimiento, traductora en la Unesco y en la Agencia Internacional de la Energía Atómica, culta, imaginativa y brillante, Esther Judith Singer, más conocida como Chichita, se convertiría en 1964 en la esposa del escritor. La correspondencia entre ambos cuando son casi unos desconocidos, brinda a Calvino la oportunidad de presentarse y, a lo largo de los meses, ofrecerle a su interlocutora un autorretrato íntimo. Esta edición, a cargo de su hija, recoge las cartas que Italo le envió a la que sería su mujer, junto con un texto inédito que data de la misma época y una de las respuestas de Chichita. El resultado es el fresco de una vida cotidiana rica y polifacética: los inevitables malentendidos de la comunicación a distancia, la anticipación de los encuentros con la persona amada, las complicaciones logísticas de los viajes, las luces y sombras del trabajo editorial y el irresistible atractivo de la vocación literaria.
Princesa, esto no es una carta para vos (¿que te puedo decir que ya no te haya dicho, de bueno y de malo?), sino que, como otras veces, utilizo tu imagen de interlocutor privilegiado para desarrollar mi monólogo de búsqueda, buscando precisamente que tu imagen me ayude a no salirme demasiado de la razón".
Entre 1987 y 1989, mientras Mario Levrero vivía en Buenos Aires, trabajando en revistas de crucigramas para conseguir el dinero suficiente que le permitiera comprar lo que más anhelaba: tiempo para dedicarse a escribir, inició un romance con Alicia Hoppe, quien había sido la mujer de un viejo amigo y, más tarde, su medica personal, que lo acompañó durante años en sus devenires psicosomáticos. En ese momento, ella residía en Colonia, y estas cartas son testimonio del inicio y crecimiento de ese amor adulto y, tambien, registro literario de las obsesiones, temores e ilusiones de un singular escritor, con un poder de observación y análisis extraordinario.
Cuando Lara recibe un paquete lleno de cartas en plena mudanza su vida se detiene. Todo deja de importar: el traslado, su inminente boda, el comienzo de una nueva vida. Eliott, su primer amor, que desapareció diez años atrás, vuelve como el remitente de un envío que llenará el corazón de Lara con recuerdos que creía olvidados y que resurgirán del pasado con fuerza. Su vida se tambaleará entre la elección de un futuro estable junto a Harvey, el maravilloso hombre con el que Lara ha rehecho su vida o la de un destino del todo incierto.Hay amistades que surgen a primera vista como flechazos en el corazón, algunas veces la amistad se convierte en amor, y muy pocas veces, una parte de ese amor termina siendo eterno.
Conservada gracias a una serie de azarosas circunstancias, la correspondencia de VINCENT VAN GOGH (1853-1890) con su hermano menor Theodorus constituye un testimonio sin par de la existencia, pero también de la evolución pictórica y espiritual, del genial pintor. En ella están las crisis personales y espirituales, los incesantes apuros económicos, las esperanzas y las decepciones, pero sobre todo la pasión febril de Van Gogh por la pintura. Sus cuadros y dibujos, valorados poco o nada en vida, han acabado convirtiéndose, paradójicamente, en piezas preciadas de las colecciones artísticas, además de alcanzar cifras millonarias en las subastas e instalarse entre las que gozan de mayor favor del público. La presente selección, que reúne lo más sustancial de las CARTAS A THEO, va precedida de una útil e iluminadora introducción de David García López que, al tiempo que traza una viva semblanza de la vida del pintor, da cumplida cuenta del contexto de esta correspondencia que permite al lector asomarse a una experiencia vital tan fascinante como sobrecogedora.
Estas Cartas a un joven poeta, publicadas más de veinte años después de la muerte de su autor, fueron dirigidas por Rainer Maria Rilke (1875-1926) a Franz Xaver Kappus, entre 1903 y 1906, desde los diversos lugares a donde le condujo su vida itinerante, resultado de acuciantes preocupaciones económicas y de una casi constante dependencia de sucesivos mecenazgos. Escritos en una época en la que Rilke iniciaba la transición desde una poesía ensoñadora e intimista a otra más cercana al mundo de la materia y de las formas, estos breves textos son también un documento revelador del ideario del poeta y de su concepción del mundo, desde su visión de la vocación y de la inspiración literarias hasta sus meditaciones acerca de la soledad inherente a la tarea del creador.
Rainer Maria Rilke está considerado uno de los poetas más importantes de la literatura universal. Apasionado y enamoradizo, su vida estuvo marcada por su insaciable búsqueda de la belleza. Quiso vivir por y para el arte, y fiel a esa máxima se convirtió en un viajero incansable que visitó España, Egipto o el norte de África acumulando experiencias que alimentaban su producción artística. Además de su obra lírica, también su correspondencia ha sido ampliamente difundida. Entre todas sus cartas destacan estas diez, publicadas poco después de su muerte, que escribió a Franz Xaver Kappus, un joven cadete aspirante a poeta que asiste a la misma escuela militar en la que años atrás se formó Rilke. En ellas, Rilke trata temas como la creación artística, la juventud, la soledad, el amor o la belleza. Un compendio conmovedor que invita a reflexionar.
Theo Van Gogh es un hombre «sin talento» que cifra su existencia en el amor que profesa al arte y a su hermano Vincent, el artista de la familia, a quien envía dinero y cartas llenas de melancolía. Esta correspondencia hasta ahora inédita, rigurosamente inventada por Julio César Pérez, juega de manera especular con las cartas reales de Vincent a Theo, se interrumpe poco antes de la muerte de ambos y no recoge ninguno de los acontecimientos que marcaron la vida del «loco pelirrojo». Habla, más bien, de las esperanzas y los miedos del menos conocido de los hermanos, del París de los impresionistas, del sentido profundo del arte.
En estas páginas hay sombra, hay muerte y tragedia, pero por encima de todo está la búsqueda, a veces infructuosa, de la belleza. Eso que Julio César Pérez persigue con una libertad insolente.