El tranquilo y lujoso barrio de Brecken Hill amanece conmocionado. Solo las grandes fortunas se pueden permitir una casa aquí y hay pocas fortunas mayores que la de Fred y Sheila Merton. Pero todo el dinero del mundo no puede protegerlos cuando la muerte llama a su puerta. Los Merton han aparecido brutalmente asesinados tras una tensa cena con sus tres hijos. Quienes, por supuesto, están devastados.
¿O quizá no?
A cada uno de ellos le espera ahora una herencia de millones de dólares. Nunca fueron una familia feliz por culpa de un padre vengativo y una madre distante, pero quizá uno de los hermanos es más inestable de lo que nadie imaginaba. ¿Puede que alguno reaccionara con violencia después de esa espantosa cena? ¿O fue otra persona quien apareció en la casa esa noche con la peor de las intenciones? Después de todo, si alguien de tu familia fuera capaz de una atrocidad así, lo sabrías.
¿Verdad?
«Los banqueros cuentan sus beneficios, los políticos sus votos y los poetas sus cosas. Cuentan y recuentan las cosas en las que se quedó enredada su vida. En los días de meditación y soledad, de vagabundeo doméstico, tomo conciencia de que tengo la casa llena de cosas. No se trata exactamente de que me importe tirar cosas, sino de que tengo inclinación a conservar las cosas que son mi casa. Para no confundir una fiesta con un acto de barbarie, conviene pensar lo que se desecha cuando se tira la casa por la ventana. Las cosas con capacidad de convertirse en un recuerdo suponen el deseo personal de atender a la vida, de vivir con atención, con amor.»
El exitoso retorno a la novela de la autora de Donde el corazón te lleve con una inolvidable historia de amor entre dos polos opuestos.
Edith y Andrea, una joven transgresora y un capitán de barco serio y disciplinado, se encuentran por casualidad en un ferri entre Venecia y Grecia, una coincidencia mínima de las muchas que componen la vida. Pero en su caso, este hecho cambia el rumbo de ambos para siempre: no se enamoran de inmediato, tampoco pueden olvidarse.