Más que como Pólemos, padre del Grito de Guerra, quisiera pensar en Manuel García Cartagena como Critilo. En «El criticón» de Baltasar Gracián, el personaje de Critilo reúne la agudeza, el ingenio y la crítica mordaz, frente a los diversos fenómenos culturales que analiza. Obvio juego verbal por parte de Gracián, Critilo (juicio, razón) es el crítico «par excellence». La palabra «crítica» proviene del latin «crisis», tomado del griego «Krísis» decisión, derivado de «kríno» «yo decido, separo, juzgo». Ejercer la crítica significa, entonces, la capacidad de discernir y analizar los discursos políticos y culturales sin ningún tipo de coerción, y es la función que asume García Cartagena en el libro que tienen en sus manos.
¿Cómo se fragua un poeta?, ¿debe recorrer algún camino para encontrar finalmente su voz entre las tantas que habitan el inmenso recinto de la poesía?, ¿cuál?, y ya que estamos en esto, ¿en qué momento la conciencia estética -esa necesidad de expresión casi biológica-, trasciende la sola necesidad de comunicación del poeta? Una relación acerca del oficio del poeta da cuenta, a grandes rasgos, de dos aspectos fundamentales que parecen decidir su sino: la angustia, producto del cúmulo de insatisfacciones que conforman su naturaleza como ente social sometido a los caprichos de la realidad; y la expresión, como un recurso al que suele asirse para intentar corregir todo cuanto de azarosa o trágica tiene su existencia, y, al mismo tiempo, para perpetuar cuanto de bueno, hay en ella: el amor, la solidaridad, la lucidez, la nostalgia... En los poemas de Cornielle del Peñón -el autor del que nos ocupamos en esta ocasión- el éxtasis y la incertidumbre se perciben como dos grandes dimensiones de un tema general: el amor, trascendiendo un enamoramiento justificado, en los términos de Shopenhauer, solo en el ámbito sexual... solo algunos de los títulos en los que de entrada se vislumbra la temática a la que nos adentraremos en Versos del ala sur: el amor como una gran aspiración. En estos primeros versos Cornielle del Peñón emprende su camino hacia la consecución de su voz...
De acuerdo a Calvino, hay en Borges como en otros
escritores que incursionan en diversos géneros, una unidad
que no parece conocer fronteras.
José Mármol, en ese aspecto, es un seguidor del autor de
Fervor de Buenos Aires, pues entre sus ensayos, poesías y
aforismos hay un cordón umbilical que transmite pensamien-
tos junto a una experiencia formal que tiene al lenguaje
como núcleo.
Con Mármol y su cosmos artístico, tres décadas laborando
con las palabras, se desprenden desde la luz o desde las
sombras signos claros de la calidad de su poesía, demuestra
con su talento que cada uno de los versos que construye su
mundo literario tiene lucidez, precisión y rigor. Estos
aspectos se combinan entre sí para darnos en cada nueva
entrega poética algo propio, y aunque su particular mundo
literario forma parte de cada parto editorial, cada texto es
una estrella con luz propia.
Te presentamos a continuación una obra histórica de suma importancia para todos los de habla hispana. Esta no pretende, de ninguna manera utilizar las falacias que tantas de las veces nos han ponderado, pues la historia presentada a continuación, no va socavada con sutilezas perentorias y menos con perfeccionamiento, Sino basada en hechos de vida y de testimonios de personas, por lo tanto lo que presenta la obra en su totalidad es una completa investigación científica y con una estricta profundización de la vida de los indígenas especialmente de los Cacicazgos de Jaragua y de Maguana.
“En estas travesías de cuentos verídicos, Carlos Tomás nos pasea por sus Vivencias de la sangre y nos sumerge con manos pródigas de luz, desde las sendas de laberinto personal, donde se encierran aventuras de su ayer atrapado por las anclas de su pasado romántico hasta el abuelo tierno y comprensivo que los años regalaron a su dulce existencia...”
“El manejo de las técnicas literarias que socorren al cuento, encuentran un puerto nuevo en la remozada creatividad de Sención Noboa, en cuyo seno se percibe más el clamor de sus anhelos.
RAMÓN SABA
Monseñor Freddy Bretón pone en nuestras manos un libro de
palabras cuidadas. Textos que piden una lectura pausada que
permita exprimir las palabras para "sacarles el jugo". Esto vale
para los artículos científicos con su "nube de testigos"
e
igualmente para los textos más breves. El autor es un maestro
de la palabra y en cierto sentido el significado de las palabras
es algo como la hebra por la cual va enhilando como perlas de
una cadena los artículos, cuentos, anécdotas, reflexiones y
aforismos del libro. Como poeta que es, monseñor Freddy
Bretón cuida la palabra, la pule, la hace brillar. Una y otra vez
busca con paciencia el significado preciso y profundo de cada
expresión. Me imagino que mucho de esto lo aprendió en sus
estudios de exégesis bíblica.
Las palabras que nos regala este libro muestran a un
observador agudo. Y nunca les falta esta pizca de humor, que
nace del amor auténtico a la gente, tanto en su grandeza como
en su debilidad.
ESTA ES LA HISTORIA DE UN HOMBRE QUE, A PESAR DE TODO, PUDO VENCER ENFOCÁNDOSE SIEMPRE EN PREPARASE PARA TRIUNFAR. APROVECHO Y VIO EN CADA UNA DE LAS OPORTUNIDADES, UN CAMINO PARA EL ÉXITO, PARA GANAR AMIGOS
ASÍ COMO PREMIOS.
LA SUERTE SIEMPRE HA ESTADO DE SU LADO CON LA AYUDA DE SUS EXTRAORDINARIAS
HABILIDADES.
LA VIDA DE VÍCTOR M. GENAO JÁQUEZ, EL CAMPEÓN DE PESCA DEL BASS, HA ESTADO
MARCADA POR SU PUEBLO, BONAO, POR SU FAMILIA Y POR TODAS LAS AVENTURAS
QUE REALIZÓ JUNTO A SUS PRIMOS Y SUS AMICOS. PERO LA MÁS ATREVIDA DE TODAS,
CRUZAR EL OCÉANO ATLÁNTICO EN UN VELERO, Y ESTAR A LA DERIVA POR VARIOS
DÍAS, AVENTURA DONDE CASI PIERDE LA VIDA, ES LO QUE DIO INSPIRACIÓN PARA ESTE
LIBRO.