En esta fantasía de 1897, H. G. Wells advierte sobre los peligros de la ciencia mal utilizada y critica ferozmente las ambiciones de sus contemporáneos. La trama se centra en las investigaciones de un brillante científico que descubre la forma de hacerse invisible. Sin embargo, incapaz de revertir sus experimentos y trastornado por los sufrimientos que le causan, decide utilizar la invisibilidad para sembrar el mal, sin detenerse siquiera ante el asesinato.
Novela precursora de la ciencia ficción, El hombre invisible ha dado lugar a un sinnúmero de imitaciones y adaptaciones, enraizando como pocas en el imaginario popular.
Nuestra edición, en la traducción canónica de Julio Gómez de la Serna, se completa con una introducción a la vez amena y erudita a cargo de Lourdes López Ropero, Profesora Titular de literatura inglesa en la Universidad de Alicante.
UNA OBRA MAESTRA UNIVERSAL Y ETERNA por primera vez en versión íntegra y traducción directa. Edición de lujo. El libro de la almohada es, probablemente, la obra clásica japonesa más leída en Occidente. Escrita a modo de diario íntimo por Sei Shonagon, al servicio de la emperatriz, nos permite acceder a la refinada corte de Heian y nos muestra, sin reparos, los deleites, las inquietudes, las veleidades y las predilecciones de una escritora única. Estas páginas, que pulverizan los siglos y las distancias culturales, narran la vida en la corte imperial de Japón de finales del siglo x a través de los ojos de una mujer excepcional ―inteligente, pícara, quizá algo vanidosa, pero de sensibilidad delicada y talento desbordante. Un libro que demuestra que los clásicos no son clásicos porque lo digan los académicos sino porque, por muchos siglos que pasen, siguen resultando frescos como el primer día. «La prosa de Sei Shonagon es transparente. A través de ella vemos un mundo milagrosamente suspendido en sí mismo, cercano y remoto a un tiempo, como encerrado en una esfera de cristal». Octavio Paz Presentamos por primera vez la versión íntegra, anotada y en traducción directa, de esta obra maestra de las letras japonesas, complementada con un amplio glosario cultural ilustrado.
Edición de Fausta Antonucci y Juan Manuel Escudero.Nuevo título de la colección Biblioteca Clásica de la Real AcademiaEspañola
El médico de su honra yEl alcalde de Zalamea encabezan, junto conLa vida es sueño, el canon de la dramaturgia seria calderoniana. Si en la primera de estas dos obras se reivindica el derecho de los villanos al honor–un honor que es dignidad de la persona, y que se conquista con el esfuerzo, el trabajo y la virtud–, enEl médico de su honra se muestran los efectos devastadores del necesario mantenimiento del honor estamental. Ambas tragedias, que por eso lo son, dramatizan los resultados de los abusos de poder y el precio que el vasallo (el individuo, en una perspectiva más moderna) tiene que pagar para oponérseles. Los estudios de Fausta Antonucci (El médico de su honra) y de Juan Manuel Escudero (El alcalde de Zalamea) profundizan en las muy diversas interpretaciones que han recibido las dos obras, de las que se ofrece en este volumen un texto depurado y anotado a la luz de las últimas aportaciones críticas.
Como el propio Cervantes dijo, el sentido último de sus Novelas ejemplares se halla en «todas juntas como en cada una de por sí». Este volumen ofrece una selección de cuatro novelas, representativas del conjunto, prologadas y anotadas por los reconocidos cervantistas Antonio Rey Hazas y Florencio Sevilla Arroyo. A través de un estudio detallado de cada obra seleccionada, la edición aporta una visión global de las doce novelas, que se inscriben en un complejo y multiforme entramado de relaciones mutuas (desde puntos de vista temáticos, argumentales, estilísticos, técnicos y estructurales), siempre sin perder la autonomía de cada una. La libertad y ejemplaridad, el carácter experimental, la capacidad para hacer verosímil lo inverosímil, para despertar y mantener la atención del lector son algunos de los elementos que conforman el marco implícito de unión de las Novelas ejemplares. En ellas, Cervantes sometió a renovación todas las formas narrativas existentes, y de su esfuerzo consciente de reflexión, asimilación e innovación creativa nace la novela moderna.
«Por fin: aquí están los prolegómenos de la gran obra, la aurora boreal del ciclo, el lienzo secreto del fresco, el solar en el que se construyó la catedral de siete pilares, el prefacio del propio Marcel, la búsqueda de En busca del tiempo perdido. [...] Proust ha vuelto, único y visionario como siempre» ( J. Garon, L’Obs). Así han saludado unánimemente los expertos y la crítica el hallazgo de este tesoro literario: un manuscrito mítico que ve la luz tras el fallecimiento de su propietario, Bernard de Fallois. Escritos entre 1907 y 1908, con estos episodios emblemáticos y fundacionales de su obra maestra se penetra por arte de magia en la memoria proustiana como si se tratara de una primigenia autobiografía en la que los personajes y los lugares surgen en toda su desnudez y conservando sus nombres auténticos —la abuela Adèle, la madre Jeanne y un joven Marcel estremecedoramente «humano, amoroso, atento con su familia, fiel y generoso» (A. Compagnon, Le Figaro Littéraire).
El lirio en el valle fue publicada en volumen en 1836, e incluida en la edición Furne de 1844. Su escritura se extendió a lo largo de varios años y es un intento de mejorar y replicar a la novela de Sainte-Beuve Volupté (Voluptuosidad), lo que despertó la ira de éste contra Balzac.El médico rural apareció en 1833. En esta novela, que transcurre en 1829, el comandante Genestas llega a una aldea ocultando un secreto. Allí conoce al médico filántropo Benassis, quien ha convertido un pueblo miserable y atrasado en uno próspero.El cura de aldea fue publicada en La Presse en 1839. Véronique Graslin, hija única de comerciantes ricos, se casa con un rico banquero de Limoges, que la abandona por su negocio. A la muerte del marido, su particular belleza atrae a los personajes de la buena sociedad de la ciudad, pero ella dedica su vida a los demás y trata de fertilizar las tierras de los alrededores, adquiriendo fama de santa.La primera parte de Los campesinos se publicó en 1844. Ewelina de Balzac, la viuda del autor, corrigió, completó y enlazó los fragmentos y borradores de la segunda parte y realizó leves cambios en la primera. La publicación póstuma de la novela completa se hizo en 1855. Un exgeneral, famoso por sus hazañas en batalla y nombrado conde de Montcornet por Napoleón, adquiere el Château des Aigues y las tierras que lo rodean en Borgoña, pero verá a toda la sociedad del campo unirse contra él, desde los notables rurales, aún más rapaces que los burgueses de las grandes ciudades, hasta los inquilinos más miserables, que nunca dejan de robarle descaradamente.