Cuando hablamos de sexo, hablamos de feminidad y maternidad, infidelidad y explotación, consentimiento y respeto, justicia e igualitarismo, amor y odio, placer y dolor.
Y, sin embargo, por muchas razones —algunas complicadas, otras no—, muchas de nosotras no hablamos de ello. Nuestros miedos y fantasías más profundos e íntimos permanecen encerrados en nuestro interior, hasta que llega alguien con la llave.
En Quiero, Anderson expone sin filtros las cartas anónimas de cientos de mujeres con realidades de lo más variadas: desde una mujer sij que escribe sobre su deseo secreto por su cuñado hasta una mujer apache que quiere ser adorada como una criatura divina; desde una mujer blanca británica que solo quiere que la besen como es debido por última vez a otra a quien le gusta jugar a ser una pantera, pasando por una hispanojudía radicada en Bangladesh cuyo culmen de excitación sexual es el pomo de una puerta.
Claire Lidman falleció catorce años atrás, pero Samuel, su marido, siempre se ha negado a aceptarlo. Cuando un buen día cree reconocer su perfil en una fotografía tomada delante de la basílica de San Marcos, en Venecia, recurrirá al profesor de Psicología Hans Rekke y la policía Micaela Vargas en busca de ayuda. Los dos se muestran escépticos al principio, pero Rekke descubre indicios sorprendentes. ¿Es posible que Claire siga viva? ¿qué la llevó a desaparecer? ¿O sólo quieren aceptar el caso como excusa para seguir trabajando juntos?
Barcelona, 1945. Nil Roig es un chiquillo que se pasa el día en bicicleta transportando de un cine a otro viejas bobinas de películas. El día de su decimotercer cumpleaños es testigo de un crimen cometido en el portal de su casa. Mientras el asesino huye después de haberlo amenazado de muerte en caso de no mantener la boca cerrada, el moribundo le entrega el misterioso cromo de un actor de cine de la época; un objeto perseguido y anhelado por un excomandante de la Gestapo y un policía sin escrúpulos. El hecho de que el moribundo le dé el cromo a Nil pronunciando el nombre de David, el padre desaparecido del muchacho, arrastrará a este a resolver un secreto del pasado por el que pagará un alto precio.
En la antigua Nínive, a orillas del río Tigris, durante la época de mayor esplendor de Mesopotamia, el culto y despiadado rey Asurbanipal erigió una magnífica biblioteca para atesorar su preciada colección de tablillas, como las de La epopeya de Gilgamesh. El monarca está a punto de quemar vivo a su viejo maestro, aquel que le inculcó el amor por la poesía, pero que ha terminado por traicionarlo. Pronto el Imperio asirio se derrumbará y quedará sepultado.
Conoces a alguien en una fiesta. Se parece a ti. «Suena» como tú. Incluso se llama igual que tú...
Está aquí para quitarte algo que te pertenece.
¿Hasta dónde llegarías para protegerlo?
Evie Porter tiene todo lo que cualquier chica podría desear: un novio que la quiere, una casa con jardín y unas amigas fantásticas. Pero Evie Porter no existe.
Conoces a alguien en una fiesta. Se parece a ti. «Suena» como tú. Incluso se llama igual que tú...
Está aquí para quitarte algo que te pertenece.
¿Hasta dónde llegarías para protegerlo?
Evie Porter tiene todo lo que cualquier chica podría desear: un novio que la quiere, una casa con jardín y unas amigas fantásticas. Pero Evie Porter no existe.
La identidad es lo primero: Evie Porter. Una vez que su misterioso jefe, el señor Smith, le da un nombre y una ubicación, aprende todo lo que hay que saber sobre la ciudad y sus habitantes. Luego, el objetivo: Ryan Sumner. La última pieza del rompecabezas es el trabajo.
Pero para Evie este trabajo es diferente. Ryan se ha metido bajo su piel y sus sueños y anhelos verdaderos se han colado en la relación, hasta tal punto que ha empezado a imaginarse otro tipo de vida para sí misma, una en la que su jefe no mueva los hilos. Evie no puede cometer ningún error, especialmente después de lo que pasó la última vez... Porque lo único que ha intentado mantener siempre al margen de sus actividades, la única identidad a la que siempre podría volver (su verdadera identidad), acaba de llegar a esta ciudad.
A medida que el pasado de Evie comienza a alcanzarla, ¿podrá ir un paso por delante para salvar su futuro?
«Somos máquinas de contar».
Con un relato que se tiende desde el big bang hasta hoy, La invención de todas las cosas nos muestra que los seres humanos somos aquello que nos contamos. Las ficciones que garantizan la cooperación entre inpiduos y grupos dieron vida a las religiones y los mitos; las que tienen que ver con límites de territorios, razas o culturas han provocado o justificado invasiones, guerras y masacres; hay otras que determinan nuestras relaciones personales o cívicas; la magia y la astrología sin duda son ficciones, pero también lo son la ciencia, la filosofía, el arte, la literatura, la música, el teatro, la televisión, las redes sociales... e incluso la política o el amor. Esta es, en definitiva, una historia sobre cómo a diario construimos y reconstruimos la realidad por medio de la imaginación. Nos pasamos la vida entre ficciones, nos dice Volpi, sin apenas darnos cuenta de que nosotros también lo somos.
Las siete fueron sus víctimas, pero solo una es su asesina.
Es Nochevieja, los relojes han comenzado la cuenta atrás y siete mujeres se reúnen en una habitación de hotel en cuyo centro descansa la cabeza del que ha sido su peor pesadilla: Jamie Spellman. Todas ellas lo conocían, y todas se reafirman en su inocencia, pero cada una tenía una razón de peso para asesinarlo: su esposa engañada, la adolescente que espera un hijo suyo, las dos examantes, su mejor amiga, la mujer a la que violó en la universidad y la tía que lo crio. Las siete llevaban semanas reuniéndose para hablar de sus experiencias y hasta, en algún momento de euforia, imaginar su muerte. Apenas tienen tiempo para esconder el cadáver y mientras la detective Nova Stokoe, exnovia de una de las siete sospechosas, comienza sus pesquisas, también ellas desean averiguar cuál se ha atrevido a hacer por fin aquello con lo que las demás solo fantaseaban.
Un rey anciano, ávido lector, casi ciego, envía a dos de sus súbditos a dar la vuelta al mundo en busca de historias extrañas y maravillosas. Los dos hombres emprenden el viaje y a su regreso, a lo largo de trece noches, cada uno le cuenta al rey sobre los libros que ha encontrado: está el libro que nadie puede leer porque va demasiado rápido, el libro que se busca por todo el país con la policía pisándole los talones, el libro abandonado en la estantería de una librería de segunda mano (feliz, a pesar de las páginas gastadas, porque ha acompañado a una persona que lo ha leído mil veces a lo largo de su vida), el libro que solo niños muy pequeños pueden leer, el diario que comparten dos niños y que contiene secretos muy dolorosos … y muchos otros más.
A través de esta obra ilustrada única, nos embarcamos en un viaje cautivador y reconfortante que nos enseña la fuerza de la palabra escrita, el poder y la importancia que tienen los libros en nuestras vidas, y las diversas maneras en las que interactuamos con ellos.
Cuando el renombrado héroe de la aviación y fanático aislacionista Charles A. Lindbergh obtuvo una victoria aplastante sobre Franklin Roosevelt en las elecciones presidenciales de 1940, el miedo invadió todos los hogares judíos de Norteamérica. Lindbergh no solo había culpado públicamente a los judíos de empujar al país hacia una guerra absurda con la Alemania nazi, en un discurso transmitido por radio a toda la nación, sino que, tras acceder al cargo como trigésimo tercer presidente de los Estados Unidos, negoció un «acuerdo» cordial con Adolf Hitler, cuyas conquista de Europa y virulenta política antisemita pareció aceptar sin dificultad.
Lo que entonces sucedió en Norteamérica es el marco histórico de este nuevo y sorprendente libro de Philip Roth, ganador del premio Pulitzer, quien nos cuenta cómo le fue a su familia en Newark, así como a un millón de familias similares en todo el país, durante los amenazantes años de la presidencia de Lindbergh, cuando los ciudadanos norteamericanos que eran judíos tenían todas las razones para esperar lo peor.