Una historia política e intelectual de Hispanoamérica para comprender los desafíos democráticos actuales.
¿Cuál es el estado de la democracia en Hispanoamérica? Para responder a esta cuestión es esencial remontarse a los orígenes. En De la democracia en Hispanoamérica, Santiago Muñoz Machado recorre con rigor y profundidad dos siglos de historia política latinoamericana, desde las independencias y las primeras constituciones hasta el neoconstitucionalismo actual.
Retratando a personajes fascinantes y relatando la implementación de políticas transformadoras y episodios gloriosos, así como tiempos oscuros que erosionaron la libertad, este libro ofrece una visión completa de los desafíos y logros de los regímenes democráticos. Analiza con exhaustividad cómo las peculiaridades históricas y culturales de Hispanoamérica han moldeado su relación con la democracia liberal, ofreciendo al lector valiosas herramientas para abordar los dilemas actuales y comprender la importancia que presenta la cuestión de la democracia.
«Que, entendidas en términos extremos, la libertad y la igualdad sean opciones alérgicas la una a la otra no puede querer decir que estemos condenados a la injusticia. Sino, más sencillamente, que hay que renunciar a las utopías, a las opciones extremas».
Firme defensor de ideales como la libertad y la democracia, durante más de cinco décadas Mario Vargas Llosa ha reflexionado en su obra literaria y en sus textos periodísticos sobre los problemas que conlleva la utopía política. Las piezas reunidas en este volumen colocan en el foco tres contextos que el autor conoce de primera mano.
«A pesar de que América Latina, Israel e Irak son lugares distantes, con historias culturales y políticas difícilmente equiparables, no es tan difícil encontrar un hilo invisible que los une. […] Aquel periodo de tranquilidad ideológica que parecía haber llegado con la caída del comunismo demostró ser una ilusión. La historia seguía viva, más que nunca. El radicalismo islámico, el nacionalismo y el populismo no han dejado en estos años de ser amenazas serias para la libertad y la democracia. Estos ideales se han alejado un poco más, lamentablemente. América Latina no se convirtió en un oasis purgado de todos los vicios modernos, ni en la región donde surgiría un socialismo humanista y libertario. Al contrario, ha sido la política del resto de Occidente la que ha terminado pareciéndose a la latinoamericana: los demonios incubados en el reverso de la utopía —el fanatismo, el nacionalismo, el odio sectario, el populismo— andan sueltos, y ahora acechan a la humanidad entera». — Del prólogo de Carlos Granés