El 4 de mayo de 1976 se publica el primer ejemplar de El País, con un porvenir incierto en una España que todavía despierta de una larguísima posguerra y de la muerte de un dictador, una España encogida y ausente de Europa.
Lejos ya de aquellas zozobras, hoy El País es el principal periódico español, uno de los grandes de Europa y un ejemplo de periodismo. Lo que hay entre medio son cuarenta años de la vida de nuestro país, años de profundos cambios y transformaciones. Pero no es éste un libro sobre la reciente historia política o social de España, sino una hermosa crónica nostálgica y humana de un ideal y de una empresa a lo largo de todo este tiempo, sin resentimientos ni rencores, tan llena de evocaciones y anécdotas que se lee como una novela, con personajes de carne y hueso que todos conocemos y admiramos por haber sabido mantener su amor a la libertad y al periodismo.
Marilyn Monroe era puro fuego, sexualidad a flor de piel, romances turbulentos, pero también era una mujer frágil, asustada y repleta de inseguridades que buscaba en otros -en el Ex Deportista, en el Dramaturgo o en el Presidente- ese amor que ella misma se negaba. Una artista superdotada cargada de conflictos, temores y pasiones desatadas; una niña que no dejó de huir hacia delante y que llegó a burlar a la propia muerte para convertirse en leyenda.
Una mala racha. Así es como podría llamarse a lo que está viviendo Sookie. Primero, su compañero de trabajo es asesinado y a nadie parece importarle. Luego se encuentra cara a cara con una criatura sobrenatural y casi muere en el ataque. Afortunadamente los vampiros le salvaron la vida, así que cuando le piden que busque a uno de ellos, desaparecido en Dallas, Sookie no lo duda ni un momento: les debe un favor.
Se supone que el trabajo es fácil: debe entrevistar a ciertos humanos involucrados en la desaparición. Solo hay una condición, los vampiros deben prometer comportarse y dejar que los humanos salgan ilesos. Más fácil decirlo que hacerlo. Todo lo que se necesita es un pequeño error para que las cosas se vuelvan mortales...