Travis Maddox aprendió dos cosas de su madre antes de que muriera: Ama con fuerza. Lucha todavía con más fuerza. En Inevitable desastre la vida de Travis es una espiral de mujeres, apuestas y violencia. Y, justo cuando se considera invencible, Abby Abernathy consigue derrotarlo. Pero toda historia tiene dos caras. En Maravilloso desastre, Abby tenía mucho que decir. Ahora ha llegado el momento de conocer la historia a través de los ojos de Travis. Por primera vez en su vida está abrumado por una chica. Es valiente, inteligente y guapa, pero él sabe que esconde algo. Al principio lo único que quiere es llevarla a la cama pero ella le deja claro que solo va a ser su amiga. Este arreglo no funciona porque cuanto más tiempo pasan juntos más le gusta. Abby es inocente y está herido, y Travis teme enamorarse de ella porque es diferente a las demás. Así que decide luchar.
DESCUBRE EL MUNDO DE CINCUENTA SOMBRAS DE GREY A TRAVÉS DE LOS OJOS DE CHRISTIAN GREY. CHRISTIAN necesita tenerlo todo bajo control. Su mundo es puro orden y disciplina aunque, en el fondo, está vacío... hasta el día en que Anastasia Steele aterriza de bruces en su despacho, hecha una maraña de largo pelo castaño y esbeltas piernas. Él intenta olvidarla pero, muy al contrario, se ve inmerso en una tormenta de emociones que no consigue controlar y a la que no puede resistirse. A diferencia de todas las mujeres que ha conocido, la tímida e inexperta Ana parece capaz de ver más allá del exitoso empresario y la lujosa vida que le rodea, y descubrir el corazón frío y lastimado de Christian. ¿Logrará su relación con Ana disipar las pesadillas que le acechan todas las noches? ¿O serán sus oscuros impulsos sexuales, su obsesión por el control y el desprecio hacia sí mismo los que alejarán a la joven y destruirán la frágil esperanza que ella le ofrece?
La banalización de las artes y la literatura, el triunfo del periodismo amarillista y la frivolidad de la política son síntomas de un mal mayor que aqueja a la sociedad contemporánea: la idea temeraria de convertir en bien supremo nuestra natural propensión a divertirnos. En el pasado, la cultura fue una especie de conciencia que impedía dar la espalda a la realidad. Ahora, actúa como mecanismo de distracción y entretenimiento. La figura del intelectual, que estructuró todo el siglo XX, hoy ha desaparecido del debate público. Aunque algunos firmen manifiestos o participen en polémicas, lo cierto es que su repercusión en la sociedad es mínima. Conscientes de esta situación, muchos han optado por el discreto silencio. Como buen espíritu incómodo, Vargas Llosa nos entrega una durísima radiografía de nuestro tiempo y nuestra cultura.