Un penetrante análisis de las diversas formas de autoengaño para protegernos de la ansiedad, el fracaso y el dolor. Goleman encuentra evidencias de ello en todos los niveles: desde la actividad mental individual a la dinámica de toda una sociedad. Así entendido, el autoengaño ha de considerarse un mecanismo psicológico de defensa contra los dolorosos embates del mundo exterior. El cerebro humano es capaz de filtrar selectivamente la información que recibe, y de esa manera disminuye la conciencia de la memoria y las percepciones negativas. Este mecanismo crea un punto ciego que bloquea la atención y disminuye el impacto de las decepciones. Pero aunque el autoengaño es en la mayoría de las ocasiones beneficioso para la estabilidad psíquica y emocional ya que su función es precisamente preservarla, a veces puede ser peligroso y perjudicial, tanto a nivel individual como social.
Trilogía La chica invisible 2
Tras la explosión en el metro, Julia no es la misma. Se ha convertido en una chica insegura y le cuesta encontrar motivación para disfrutar de la vida. También las cosas han cambiado para Emilio, que tiene muchas dudas respecto a su futuro inmediato. Vanesa, por su parte, fue la más perjudicada por la explosión y todavía permanece en cama. ¿Eso le está influyendo en su relación con Ingrid? El primer martes de enero, Julia recibe una inquietante llamada. Hugo, compañero de piso de Iván, le asegura que el chico del piercing en la ceja ha desaparecido y le pide ayuda para encontrarlo. Julia, al principio, piensa que es una broma y no acepta. Pero, casualmente, su abuela Pilar vive cerca del edificio en el que ahora reside el joven del que estuvo enamorada y del que no sabe nada desde hace meses. Julia decide pasar unos días con ella. Sin embargo, no será una visita tranquila. Y es que la muerte aparecerá de nuevo en su vida.
Trevor Benson no tuvo intenciones de volver a New Bern, Carolina del Norte. Pero una terrible explosión a las fueras del hospital en el que trabajaba como cirujano, le obliga a volver a casa desde Afganistán con graves heridas. La destartalada cabaña que había heredado de su abuelo parece el lugar ideal para recuperarse.
Trevor, que cuida las amadas colmenas de abejas de su abuelo, no está preparado para enamorarse de alguien del pueblo. Sin embargo, desde su primer encuentro, Trevor siente una conexión especial que no puede ignorar con Natalie Masterson, la ayudante del sheriff. Pero incluso cuando ella parecía corresponder a sus sentimientos, Natalie permanece muy distante, haciendo que Trevor se cuestione qué podría estar escondiendo.
Esa es la palabra que Danny había visto en el espejo. Y, aunque no sabía leer, entendió que era un mensaje de horror.
Danny tenía cinco años, y a esa edad poco niños saben que los espejos invierten las imágenes y menos aún saben diferenciar entre realidad y fantasía. Pero Danny tenía pruebas de que sus fantasías relacionadas con el resplandor del espejo acabarían cumpliéndose: REDRUM... MURDER, asesinato.
Pero su padre necesitaba aquel trabajo en el hotel. Danny sabía que su madre pensaba en el divorcio y que su padre se obsesionaba con algo muy malo, tan malo como la muerte y el suicidio. Sí, su padre necesitaba aceptar la propuesta de cuidar de aquel hotel de lujo de más de cien habitaciones, aislado por la nieve durante seis meses. Hasta el deshielo iban a estar solos. ¿Solos?...
Ana María Matute evoca la infancia en un libro de relatos empapado de esa belleza, ternura e intuición que solo sentimos cuando pensamos en lo irrecuperable.
Tras once años de ausencia, el protagonista de El río vuelve a los escenarios de su niñez. El pueblo por el que correteó durante varios veranos ya no existe. Ha sido cubierto por las aguas del pantano y sólo emerge, como inquietante aparición, cuando baja el nivel con los calores de agosto. Desde esa presencia irreal y envolvente, Ana María Matute nos ofrece una serie de relatos breves, que esbozan momentos de una infancia tan mágica como irrecuperable. Los lobos, los mendigos, los disfraces, la muerte de un niño, la lluvia, las nubes o el eco son algunos de los elementos de esa evocación, que integra la realidad y el misterio, la vida y la muerte. Con un lenguaje agridulce, de sosegadas ternuras y raros presentimientos, El río nos descubre la fugacidad de los primeros años, la revelación de que "el tiempo nuevo se impone sobre el tiempo viejo, lo sofoca, lo pisa, y sigue".
Una novela llena de suspense y la perfecta radiografía de una generación atrapada en el miedo.
Novela ganadora del English Pen Award 2012, del Premio Gregor von Rezzori-Città di Firenze 2013 y del IMPAC International Dublin Literary Award 2014.
Premio Alfaguara de Novela 2011.
Tan pronto conoce a Ricardo Laverde, el joven Antonio Yammara comprende que en el pasado de su nuevo amigo hay un secreto, o quizá varios. Su atracción por la misteriosa vida de Laverde, nacida al hilo de sus encuentros en un billar, se transforma en verdadera obsesión el día en que éste es asesinado.
Convencido de que resolver el enigma le señalará un camino en su encrucijada vital, Yammara emprende una investigación que se remonta a los primeros años setenta, cuando una generación de jóvenes idealistas fue testigo del nacimiento de un negocio que acabaría por llevar a Colombia -y al mundo- al borde del abismo. Años después, la exótica fuga de un hipopótamo, último vestigio del imposible zoológico con el que Pablo Escobar exhibía su poder, es la chispa que lleva a Yammara a contar su historia y la de Ricardo Laverde, tratando de averiguar cómo el negocio del narcotráfico marcó la vida privada de quienes nacieron con él.