Desde que surgió el primer conflicto, surgió la estrategia. Esta obra dedica especial atención a la práctica y las decisiones estratégicas de las grandes naciones y sus protagonistas.
En sus viajes por el Atlántico los europeos no sólo descubrieron nuevas tierras, sino también nuevos pueblos hasta entonces desconocidos, con sus propias costumbres y religiones. Estos encuentros, que comenzaron en las Canarias en 1341 y prosiguieron en América desde 1492, les planteaban una serie de preguntas: ¿Eran estas gentes descendientes de Adán, del mismo linaje que los habitantes del Viejo mundo, o fruto de otra creación? ¿Poseían un alma y la capacidad de conocer a Dios? ¿Tenían el derecho a ser libres y gobernarse a sí mismos o debían ser tutelados? David Abulafia centra su atención en el aspecto humano de estos encuentros, y en la forma en que se pasó del asombro del descubrimiento de una naturaleza humana común a la práctica de la explotación, sentando un precedente para la posterior conquista europea del mundo. Como ha escrito el profesor Fernández-Armesto, este libro «nos lleva al corazón mismo de una cuestión que importa muy especialmente al mundo actual».
El siglo de la revolución nos propone revisar la historia de los cien años que han transcurrido desde la revolución rusa de 1917 para descubrir hasta qué punto el miedo obsesivo a la revolución condicionó mucho de lo que sucedió en el mundo en este tiempo, con respuestas tan diversas como la del fascismo o la del «reformismo del miedo» que, asociado a la gran mentira de la «guerra fría», hizo posible en las décadas que siguieron a la Segunda guerra mundial el desarrollo del estado del bienestar y una larga etapa de paz social. Todo cambió hace unos cuarenta años, cuando la decadencia de la Unión Soviética y la crisis de los partidos comunistas acabaron con los viejos miedos, y comenzó la reconquista del poder por las clases dominantes que ha acabado llevándonos a la situación actual de estancamiento económico y desigualdad social. El siglo de la revolución es un libro que, a través de la historia de los últimos cien años, nos da las claves para entender el mundo en que vivimos.
Premio de la World History Assodatíon al mejor libro del año 2 Mike Davis examina una serie de sequías inducidas por el fenómeno El Niño y las hambrunas que éstas provocaron por todo el globo terráqueo en el último tercio del siglo diecinueve. Davis revela que hubo una relación íntima y funesta entre la arrogancia imperial y los fenómenos naturales que causó varias de las peores tragedias en la historia de la humanidad y plantó las semillas del subdesarrollo en lo que después se ha llamado el Tercer Mundo.
«Davis nos ha dado un libro muy relevante para el periodo contemporáneo y de gran interés histórico». Amartya Sen
Los cañones del atardecer es una impresionante epopeya sobre el fin de la segunda guerra mundial en Europa, desde Normandía hasta la rendición en Berlín, con la que Rick Atkinson completa su monumental Trilogía de la Liberación, que se inició en 2002 con Un ejército al amanecer, galardonado con el Premio Pulitzer, y siguió en 2007 con El día de la batalla.
Atkinson, nacido en una familia de militares y distinguido en 2010 con el premio Pritzker, el más prestigioso de los que se conceden a la literatura sobre temas militares, ha dedicado años a investigar en los más diversos archivos, con un interés especial por la documentación personal de los dirigentes militares, lo que le permite contarnos una historia distinta a la habitual de los “libros de guerra”, donde no sólo se nos muestran aspectos ignorados hasta ahora de algunos acontecimientos que pudieron haber mudado el curso de la historia, sino que se presta una especial atención a la vertiente humana de la guerra: a esa combinación de nobleza, maldad y sufrimiento que marcó las vidas de millones de seres humanos y pervivirá para siempre en la historia.
Hay muchos libros acerca de los grandes acontecimientos históricos de este siglo: revoluciones, guerras, crisis económicas... Pero no había hasta hoy una auténtica Historia del siglo XX como esta, que los enlaza a todos en una perspectiva global. Para abarcar un panorama tan complejo se requería alguien con la erudición y la sensibilidad de Eric Hobsbawm; alguien que, como él, «vivió» el siglo: que estuvo en Berlín cuando Hitler era proclamado canciller y en Moscú después de la muerte de Stalin; que conoció los movimientos revolucionarios de América Latina y convivió en Cambridge con Turing o con los descubridores de la estructura del ADN.
Este «libro poderoso e inquietante», como lo ha llamado Edward Said, analiza el siglo como una trayectoria cerrada que comenzó en un tiempo de catástrofes (guerras mundiales, crisis económica, revoluciones y fascismo), experimentó una edad de oro y ha acabado en un derrumbamiento. Lo hace con la franqueza de quien, tras la caída del comunismo, ha de explicarse sus propios errores, sin dejar de denunciar los defectos de un sistema que engendra desigualdad y pobreza en un mundo inestable y con una mirada de una amplitud insólita, que no sólo se detiene en los acontecimientos políticos y en la evolución económica, sino que analiza las transformaciones sociales (la gran revolución que ha cambiado las relaciones entre los sexos y las generaciones), los avances de la ciencia y la tecnología, las mutaciones del «gran arte» y la formación de una nueva cultura juvenil. Que nos habla tanto de la batalla de Stalingrado, como de la historia del cine, de los cambios en la vida cotidiana, la crisis de la familia, el desarrollo de la mecánica cuántica o el significado de la «posmodernidad».