Un gran historia de siempre con una estética de ahora: «clásicos manga». ¡Incluye la versión inglesa y se lee como los mangas japoneses! El atractivo de esta historia mil veces leída con el gancho de la estética manga, tan cercano al lector juvenil. Alicia en el País de las Maravillas se revisita y adapta para acercarla al público actual conservando la esencia de la historia y dotándola de un código estético tan original como el del manga. En esta versión, Alicia es una chica de grandes ojos negros, media melena oscura y flequillo aparece en el País de las Maravillas y se encuentra con el alocado universo poblado de personajes extravagantes creado por Lewis Carroll. Además, la lectura es la clásica de los mangas japoneses: de derecha a izquierda.
Una historia ilustrada de modo muy original y creativo, para charlar sobre cómo tolerancia no significa necesariamente amistad
Eva era como todo el mundo, salvo por esa cola de dinosaurio con la que nació. Sus padres dudaban de si debería ir a la escuela. La pequeña, deseosa de aprender y tener amigos, impuso su voluntad: iría a clases. Todo marchaba a la perfección: le gustaban las lecciones y los compañeros le caían bien. Hasta que llegó Memo, quien se burlaba de ella sin el menor empacho. Este niño cruel sólo estaba enojado: mientras Eva era feliz con su cola de dinosaurio, él odiaba su enorme cresta de saurio.
Mate es un niño que, como tantos, siente una enorme fascinación por los dinosaurios. Sin embargo, a diferencia de tantos otros, no crecerá. Su cuerpo mantendrá su estatura por debajo del promedio toda la vida. Un día, en un centro comercial en construcción, cerca de su casa, encuentran huellas de un alosaurio, es decir, lagarto extraño, nada menos. Niño y animal se comunicarán, ¿en sueños?, y quedarán contentos, sabiendo que, a su manera, los dos son excepcionales.