Tessa es una chica del montón. Su plan para el último curso del instituto es pasar desapercibida y seguir admirando a su fichaje, Jay Stone, desde la distancia. Pero todo cambia cuando el hermano de Jay, Cole, vuelve al instituto.
Desde que Tessa puede recordar, Cole se ha dedicado a hacerle la vida imposible. Aunque también es verdad que si vas a tener un enemigo número uno, mejor que sea como Cole: alto, buenorro como hay pocos y con unos ojos azules que tiran para atrás. Sí, es verdad, ha sido el tormento de Tessa desde que eran pequeños: le ha puesto motes, se ha metido con su manera de hablar, de andar y hasta de respirar. Pero el chico que ha vuelto no se parece en nada al bully de antes. Este chico nuevo la desafía, prueba sus límites, la fuerza a sacar a la chica guay que ella se empeña en esconder bajo una capa de mediocridad y cutrerío...
¡Un momento!
¿Podría ser que quien ella cree que es su peor pesadilla sea en realidad su ángel de la guarda? Ya lo dice el refrán: quien bien te quiere, te hará rabiar.
Scars exist to remind us of what we’ve survived.
DETACHED
Since Shelbi enrolled at Windward Academy as a senior and won’t be there very long, she hasn’t bothered making friends. What her classmates don’t know about her can’t be used to hurt her—you know, like it did at her last school.
WASTED
Andy Criddle is not okay. At all.
He’s had far too much to drink.
Again. Which is bad.
And things are about to get worse.
When Shelbi sees Andy at his lowest, she can relate. So she doesn’t resist reaching out. And there’s no doubt their connection has them both seeing stars . . . but the closer they get, the more the past threatens to pull their universes apart.
Hay amores que son de otro mundo… y la luna siempre nos abraza. Dulcinea nos regala una nueva, profunda y fantástica bilogía que inspirará de nuevo a todos sus lectores.
Una maravillosa edición especial que incluye las dos novelas de la serie Luna, Suenas a blues bajo la luna llena y Si la luna nos viera tocaría nuestra canción.