«Coldtown era peligrosa, Tana lo sabía. Una glamurosa jaula, una prisión para los condenados y para cualquiera que quisiera salir de fiesta con ellos».
Tana vive en un mundo en el que existen ciudades amuralladas llamadas Coldtowns. En ellas, monstruos y humanos coexisten de un modo decadente en el que tan pronto eres depredador como presa. Y una vez cruzas sus puertas, jamás puedes salir.
Una mañana, tras una fiesta en apariencia bastante normal, Tana se despierta rodeada de cadáveres. Solo hay otros dos supervivientes de la masacre: su insoportablemente entrañable exnovio, infectado y al límite, y un misterioso chico que carga con un terrible secreto. Para salvar sus vidas, a Tana no le va a quedar más remedio que ir directa al opulento y cruel corazón de la mismísima Coldtown.
Un poemario que habla de la soledad, pero también de la confianza en el amor como salvación.
Soy la pieza que no encaja en ningún puzle, una máscara que oculta un vacío, mi propio enemigo… Soy la eterna lucha entre la razón y el corazón.
Las cadenas que me atan han dejado en mí cicatrices invisibles que llevo como si fueran trofeos de batallas ganadas y amores perdidos.
Solo alguien muy especial podrá salvarme de perderme en la soledad. ¿Serás tú esa persona?
Fer ya no quiere vivir. Alex necesita salvar a alguien. Una historia de amor imposible que te hará recuperar la fe y reconectar con lo esencial de la vida.
Alex es enfermera en un hospital de Nuevo México y lleva una vida monótona y tranquila hasta que la muerte de su padre lo cambia todo. Ahora se siente perdida y solo encuentra consuelo en su conexión con la naturaleza y en la fotografía analógica. Fer, por el contrario, está en su mejor momento: es atractivo, conduce un coche de lujo y gana mucho dinero. Pero un grave accidente lo deja postrado en una camilla sin fuerzas para luchar. En el hospital se cruzarán sus caminos y ocurrirá lo inesperado.