La lealtad de la heredera del trono de Yithia, Ashbree Aldair, ha cambiado. Tras su estancia en el palacio del Rey de los Elfos oscuros y su acercamiento al monarca, la verdad sobre una guerra centenaria se ha presentado ante ella: solo los que la perpetúan son culpables. Y entre estos se encuentra su padre.
Para Ashbree y Rylen, lo que comenzó siendo odio visceral y cautiverio se ha convertido en algo más que una alianza. Sobre todo desde que vieron cómo la vida de Ilian se les escapaba de las manos. Ninguno de los dos está dispuesto a perderlo ni tampoco a perderse el uno al otro.
A medida que se acerca la batalla que pondrá fin a un conflicto orquestado por los mismísimos dioses, el curso de la guerra empieza a inclinarse en contra de los Efímeros. Será este revés el que los lleve a hacerse una promesa inquebrantable: luchar los tres juntos hasta conseguir la paz, aunque el precio sea sus propias vidas.
A Paedyn y a Kai vuelve a separarles una realidad que se impone a sus deseos, y deberán enfrentarse a una terrible decisión en esta emocionante conclusión de la exitosa trilogía romántica, perfecta para fans de Sarah J. Maas.
Los Hematoi nacen de la unión entre mortales y dioses.
Los puros, hijos de dos Hematoi, poseen poderes divinos.
Pero los mestizos, fruto de la unión entre Hematoi y humanos, no corren la misma suerte.
Solo tienen dos opciones: ser entrenados como Centinelas para cazar y matar daimons o convertirse en criados al servicio de los puros.
Alexandria es mestiza y preferiría arriesgar su vida luchando que desperdiciarla limpiando inodoros, aunque, de todos modos, puede terminar viviendo como los pobres. Hay varias reglas que los estudiantes del Covenant, la academia donde se entrena a los Centinelas, deben seguir. Alex tiene serios problemas con todas ellas, especialmente con la más importante: las relaciones entre puros y mestizos están prohibidas.
Desafortunadamente, ella está enamorada de Aiden, un apuesto sangre pura. Pero ese no es su mayor problema: mantenerse convida el tiempo suficiente para graduarse en el Covenant y convertirse en Centinela sí lo es. Si no cumple con su deber, se enfrenta a un futuro peor que la muerte o la esclavitud: convertirse en un daimon y ser perseguida por Aiden. Y eso sería horrible.