En 1905 Lucy Montgomery empezó a escribir la primera de las novelas de un personaje y una serie que la harían famosa mundialmente, Ána de Tejas Verdes. Envió el manuscrito a varios editores, pero todos ellos lo rechazaron, ella un poco decepcionada, guardó el documento. En 1907 volvió a encontrar ese manuscrito, lo releyó e intentó de nuevo su publicación. Los editores de la Page Company of Boston, decidieron publicar la novela en 1908. Se convirtió en un éxito de ventas inmediato, con seis ediciones en seis meses y marcó el inicio de la carrera de Lucy Montgomery como novelista e hizo de ella la autora canadiense más leída.
LUCY MAUD MONTGOMERY, nació en Clifton (en la actualidad New London) en la isla del Principe Edward, Canadá, el 3o de noviembre de 1874. Su madre murió cuando Lucy tenía sólo veintiún meses de edad, y su padre la dejó a cargo de sus abuelos maternos. Al ser «hija única» que vivía con una pareja mayor, recibió una educación muy estricta, y encontró compañía en su imaginación, en la naturaleza, en los libros y en la escritura. En 1893 y 1894 estudió para conseguir su título de Magisterio. Publicó veinte novelas, quinientos treinta relatos cortos, unos quinientos poemas, treinta ensayos y su autobiografía. El 24 de abril de 1942 fue encontrada muerta en la cama de su casa en Toronto. La causa de la muerte, tal como se registró en el certificado de defunción, fue una trombosis coronaria.
La novela El fantasma de la Ópera está dividida en veintiséis capitulos, en los que, con el nexo común de un investigador que es quien nos introduce en la trama asegurando directamente que «el fantasma de la Ópera existió de verdad». Existen novelas para las que el entorno donde se desarrollan adquiere la importancia de un personaje esencial en la narración. En la novela Nuestra Señora de París, de Victor Hugo, la Catedral es una presencia permanente;
y así es en el caso de El fantasma de la Opera, en la que el enorme edificio del Teatro de la Ópera, con su gran complejidad, es prácticamente el único territorio de la intrincada acción. En la novela pueden apreciarse su experiencia como investigador de misterios y
su gran conocimiento de los temas operísticos y de todo lo que rodea a ese mundo de la música y de la ópera en general.
Hugo es el único cocodrilo del pantano que no sabe llorar y está muy acomplejado. Claro que todos los demás van a intentar ayudarle con trucos como darle pena, hacerle enfadar ¡o pelar cebollas! No va a ser tan fácil hacer llorar a este cocodrilo... ¡Hasta que descubra que hay muchos tipos de lágrimas!