Dianna solo piensa en una cosa: vengarse. Cuando le arrancan la poca humanidad que le queda, decide entregarse a su faceta más monstruosa y ver el mundo arder.
Samkiel, el único que se niega a aceptar que la chica a la que amó se ha convertido en el monstruo que todo el mundo dice ver en ella, está decidido a hacer lo que sea para salvarla de sí misma, aunque eso implique perderla.
Ahora que todos los reinos están sometidos al ejército de Kaden y que se avecinan nuevas amenazas, Samkiel no puede permitirse bajar la guardia. Pero, a medida que Dianna se vuelve más sanguinaria, se da cuenta de que el tiempo se le está agotando y no sabe si será capaz de salvarla y sobrevivir…
Donde hay dioses, hay monstruos.
Tras varios meses en las sombras, la familia de extraños intenta recomponerse. El mundo de Caleb se ha desmoronado. El tiempo transcurre, pero él sigue viviendo en esa misma noche. Sigue paralizado en ese mismo dolor. Su familia necesita que despierte. Él necesita buscarla. Y necesita encontrarla. El mundo de Victoria se ha transformado. Intenta descubrir quién es, pero su antiguo yo sigue fragmentado en cientos de pedazos. El chico que la acompaña necesita que ella sea fuerte. Ella necesita entender por qué siente esa conexión con él. Y por qué una voz en lo más profundo de su cabeza le dice que tiene un hogar al que volver. Huir ya no es una opción para nadie. La única posibilidad de supervivencia es enfrentar el pasado y desafiar el olvido. ¿Se puede cambiar el destino cuando ya ha sido escrito? ¿Se puede encontrar aquello que ya se ha perdido?
Hace un año, Amelie lo tenía todo: un novio de toda la vida, su mejor amiga de la infancia y un trabajo en el restaurante de su padre. Su vida era perfecta. Hasta que Ian se sentó junto a ella en una boda y le demostró que quizá podría apetecerle algo fuera de la carta.
Hoy, Amelie está soltera y sin trabajo, y se ha tomado un respiro de su mejor amiga. Por si fuera poco, ha perdido todo contacto con Ian. Cuando visita la ciudad de este para dar una conferencia sobre cocina, espera un gran encuentro romántico y trascendental. Sin embargo, todo vuela por los aires al descubrir que Ian es hijo del rival de su padre.
¿Puede haber un fiasco aún mayor? Él solo quiere que sean amigos. Amelie tiene una semana para hacerle cambiar de opinión y demostrarle que, pese a todo, ella es la persona indicada con la que compartir su menú de boda.