Trabajo, trabajo y más trabajo. Linus Baker podría ser una persona cualquiera, en un lugar cualquiera, viviendo una vida cualquiera. Él estaba convencido de esto, y si tú lo hubieras conocido, tampoco habrías dudado en asegurar que Linus pertenecía al montón, ni más, ni menos. Y así era, hasta el día en que este funcionario del Departamento de Jóvenes Mágicos es llamado por Altísima Dirección para supervisar un orfanato del que apenas hay registros.
Con esta nueva tarea entre manos, Linus viajará a la isla de Marsyas, donde deberá supervisar a seis huérfanos catalogados como peligrosos (hablamos del futuro Anticristo, entre otros) y a su enigmático cuidador. Ahí, deberá dejar de lado sus miedos y prejuicios, que no son pocos, para darse cuenta de que lo que realmente tiene que hacer no es aquello a lo que le han enviado. Porque en Marsyas, Linus descubrirá que el camino a la felicidad es distinto para cada uno de nosotros, y, que si te atreves a recorrerlo, llegarás al lugar donde te encontrarás a ti mismo.
La vida de Zoey King acaba de dar un vuelco: a sus diecisiete años, acaba de prever la muerte de un compañero de clase en el prestigioso colegio de magia Everfall. La noticia es un tremendo jarro de agua fría, ya que Zoey creía que heredaría el poder de curar, por el que es célebre su poderosa madre. Pero ahora que se ha convertido en bangshee, su vida en el colegio Everfall será radicalmente distinta: para empezar, tendrá como tutor a Dylan Dae Park, quien puede arrebatar las almas con un simple roce y que ahora, se supone, debe ayudar a Zoey con su recién despertada magia.
Pero la muerte de su compañero de aula no la tranquiliza. Cuando decide examinar más de cerca el caso, poco a poco descubre que varias personas del colegio guardan oscuros secretos.
Anastasia Allen está decidida a entrar en el equipo olímpico de patinaje artístico de Estados Unidos y, cuando consigue una beca para la Universidad de California, todo parece ir de acuerdo con su plan.
El objetivo de Nathan Hawkins como capitán del equipo de hockey es mantener a sus chicos sobre el hielo cueste lo que cueste, pero todo se complica cuando tienen que compartir pista con una patinadora guapísima y con muy mal genio.
La situación obliga a estos rivales a pasar tiempo juntos, pero Anastasia está tranquila. Sabe perfectamente que un jugador de hockey jamás podría distraerla, y mucho menos Nate... ¿verdad?