Las mascotas forman parte de la vida de
muchas familias, a las que regalan compañía,
alegría, musicalidad. Pero en ocasiones se
les exigen sacrificios que a ellas no les
corresponde hacer. Porque se les aparta de
su hábitat natural, se les encierra y se les
roba su libertad. En El ruiseñor que no
quería cantar, en gran medida basado en
un hecho real, Maritza Florentino nos trae
un testimonio de hoy, que pone de relieve la
importancia de tener una voz, de dialogar y
de procurar un acuerdo para que vivamos en
armonía con la naturaleza y todos seamos
felices.
Seguro que muchas veces papá y mamá te han dicho: pórtate bien, ¿a que sí? Pero, ¿sabes realmente que es portarse bien? Por si acaso, los pequeños Lolo y Lola te van a descubrir que cuando respetas a los demás y pides por favor, dar las gracias, comes con la boca cerrada, eres puntual, respetas las normas de los juegos o pides perdón cuando te equivocas.
Da igual lo que quieras ser de mayor, porque hasta los superheroes tienen que saber primero unas cuantas cosas, como hacerse la cama solitos, vestirse botón a botón, atarse los zapatos, lavarse las manitas, ordenar la habitación o cepillarse bien los dientes. Desde que se levantan hasta que se acuestan, los pequeños Nina y Nino van a enseñarte cómo aprender a crecer pasito a pasito.
«No todos los relatos empiezan por el principio y no todos los finales son indiscutibles»
Tal es el caso de la historia de Brisa y Cosmo, un relato de las cosas que no vemos, pero que no por ello dejan de existir; una historia de dos mundos conectados, que luego se separaron. Basta un pequeño instante para cambiarlo todo y para hacer que dos mundos se enreden y se desborde la magia. La magia de un amor, que mezcla fantasía y realidad, principio y final, Brisa y Cosmo.
Una historia de amor brillante, escrita por Magela Ronda e ilustrada con las evocadoras imágenes de Pilar Centeno. Una joya para todos los lectores.
¡Una nueva serie de primeras lecturas para partirse de risa!
El perro de Violeta ha desaparecido justo el día del concurso de Mundo Perruno. No puede ser, si estaba ¡JUSTO AQUÍ!
Este es un caso para SuperJul, no hay duda... lástima que los únicos perros que le interesen sean los perritos calientes. Aunque, quizá, si Leo León logra convencerle de que la recompensa por encontrar a Pulguitas merecerá la pena... ¡consigan encontrar al perro desaparecido!
¡Será mejor salir por patas!
Un ejemplo de cómo llegar a ser lo que uno desea.
Pachi tiene clara su vocación desde muy jovencito: quiere ser payaso. Pero primero tendrá que encontrar su especialidad en el arte de hacer reír. Enseguida descubrirá que lo suyo son los chistes malos, y a partir de ese momento hará todo lo posible por lograr su sueño, enfrentándose a su propia familia si es preciso. Menos mal que su abuelo creerá en él y le echará una mano para que logre su objetivo.