Menos mal que el Reino Perdido está perdido, porque si no, seguro que estaría llenos de turistas; es la ventaja de ser un lugar tan apartado al que, según dicen, sólo se puede llegar con la imaginación... Nuestra recomendación es que no te fíes de las habladurías y emprendas este largo viaje dispuesto a dejarte sorprender.
Si cuando piensas en una ciudad te vienen a la mente calles grises llenas de coches y de personas que siempre van con mucha prisa, es el momento de poner un poco de magia en tu vida. La excursión a la Ciudad Encantada será magnífica, entretenida y muy divertida.
Un cuento puede ser muchísimo mejor cuando se lee en buena compañía y en este libro tenemos dónde elegir: leer con papá y mamá, con los hermanos, con los abuelos, con los amigos… Y, por supuesto, tampoco es lo mismo leer un cuento en un sitio que en otro: anímate a leer en casa, en la escuela, en el campo, en el parque, en la playa… ¡O bajo las estrellas!